6_¿Sigues viva?

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Ése día se había realizado un viaje de excursión en el colegio, haciendo Alya que Nino se siente a su lado, teniendo que sentarse Adrien junto a Marinette, quien luego de un par de minutos se calmó y hasta se puso a oír música con el chico, compartiendo su auricular.

La ojiazul estaba de brazos cruzados y con los ojos cerrados, oyendo tranquilamente música, totalmente ajena a la mirada fija de su compañero de asiento.

Nuevamente, Adrien veía fijamente a su amiga, buscando algo diferente en ella.

Con certeza, podía decir que ella se volvió de sus amigos más cercanos y queridos, pasé al malentendido que hubo cuando se conocieron, pero... en cierto punto estaba agradecido ya que gracias a éso, ellos se hicieron amigos.

Siempre la veía disimuladamente, conociendo sus pasos y aún así, no era capaz de descubrir qué es lo diferente en ella.

¿Su sonrisa?
Era la de siempre, bonita, dulce y capaz de ena...

El chico negó con la cabeza y volvió a mirarla.

¿Qué clase de pensamiento raro fue ése?

Bueno, no era nada importante en verdad, lo que sí importaba era descubrir lo diferente en Marinette.

Ahora que se daba cuenta, pasé a que ella se hacía dos coletas, dejaba un mechón resaliendo en cada lado.

¿Así qué sí se arreglaba el cabello?

Tenia la leve sospecha de que ella lo tenía cortó y atado en dos coletas por que no le gustaba cuidar de el, pero al parecer se equivocó.

El cabello de Marinette era muy bonito.

Tenía tantas ganas de volver a sostener una de ésas coletas pero se contendría.

¿Ése bolso rosa que siempre lleva con ella?
Es el de siempre...

¿Qué llevará adentro? ¿Su celular?

Una vez, cuando era Chat noir, pudo jurar que sintió olor a galleta pero lo ignoro.

¿Llevará galletas con ella?

Mejor no preguntarle o podría creer que se burla de ella y su familia.

-Mira como ése pervertido mira tan fijamente a mí amiga.
Sí las miradas embarazaran, yo ya sería tía.

Le susurro Alya a Nino, viendo del otro lado como Adrien ni se esforzaba en disimular que miraba detalladamente a Marinette.

No fue tanto un susurro pero como Adrien estaba distraído mirando a la ojiazul mientras oía música, no la oyó.

Debía encontrar lo diferente en Marinette o no se merecería el papel de amigo.

-¡Amh!

La chica, por fín, luego de un tiempo, se movió, estirando sus brazos con pereza y pronto, hizo que Adrien se estremezca.

Marinette, apoyo su cabeza en el hombro de él, aún con sus ojos cerrados.

¿Su shampoo?
El olor seguía siendo el de siempre...

Sí, conocía el aroma del cabello de Marinette y nadie sabría de éso.

-Oye, Alya, ¿no crees qué ya va siendo hora de decirle a Adrien por que sólo él ve algo diferente en mí?

Habló la chica, en voz baja, creyendo que era Alya quien estaba sentada a su lado, por la costumbre.

Adrien, abrió sus ojos con sorpresa por oír éso.

Ésa era una buena oportunidad para descubrir qué era lo diferente en ella, pero... sería trampa.

-L-lo siento, soy Adrien, no Alya y... quiero descubrir lo diferente en ti, por mí mismo.

Aclaró con calma el chico, sintiendo como Marinette se puso algo rígida al recordar que estaba sentado a su lado.

La chica, se quitó el auricular, le dio su celular a Adrien, se puso de pie, se fue al baño de manera tranquila y...

-¡Ahhhhh! ¡Que vergüenza!

Su gritó y lamentos se oyeron, disculpandose la maestra con el chofer por el escándalo.

Mientras Marinette se lamentaba por su torpeza, la maestra esperaba para darle un largo sermón y los demás sonreían con algo de pena, Adrien veía con algo de shock la pantalla del celular de Marinette, viendo que el fondo de pantalla era... él.

El chico sonrió y decidió hacer una pequeña bromita.

Una venganza por cambiar algo en ella y dejándoselo muy difícil a adivinar.
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Ésa misma tarde.

Marinette llegó a su habitación, sacó su celular para ponerlo a cargar y palidecio al ver su nuevo fondo de pantalla donde Adrien tenía cerrado un ojo, le sacaba la lengua y sostenía un papel que decía "soy el fondo de pantalla de Marinette".

Tikki se acercó a su portadora y la miró preocupada.

-¿Sigues viva?- preguntó, no sabiendo sí reírse ó sentir pena por su portadora.

-No.

Respondió Marinette, yendo a su cama, a gritar en su almohada...

Bueno... ése fondo de pantalla se iba a quedar por muuucho tiempo.

Continuará...
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¡Hola!

Vaya... es raro que actualice a éstas horas, pero como aquí es feriado y estoy aburrido, aquí estoy.

Espero que haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

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