006

9 1 0
                                    

¡Sigue siendo el mismo imbécil de hace unos simples años atrás! -golpea la menor el lava manos con rabia, se sentía una tonta, una verdadera tonta por llegar a sentir algo por él, sabía como era y aún así se arriesgo, se arriesgo a cambiar algo totalmente descompuesto, o eso creía ella.

Luego de unos minutos salió del baño y se seco sus últimas lágrimas algo brusco con la manga de su poleron, intento localizar a Juan con la mirada pero quizás el ya se encontraba en su clase de música, no quiso ir a interrumpirlo así que se sentó donde siempre, bajo un árbol, sacó un libro y comenzó a leer, intentando hundirse en aquellos escritos que tanto le fascinaban.

¿Tan sola pequeña niña? -dice la voz de un chico y se coloca al frente de la menor, así ella alzó su mirada y sonríe.

Álvaro, solo leía un poco, ya sabes. Cuando Juan no esta, esto logra ser mi única entretención... -Dice sonriendo y mostrándole el libro que leía.

Álvaro sonrió y se sentó con mucho cuidado al frente de ella y ladea su cabeza.

Es bueno que te distraigas y te hundas en tu mundo de la lectura, muy pocas chicas lo hacen y es algo de lo cual muchos deberían admirar. -dice sincero y le baja un poco el libro de su rostro- ¿ya viste que llegó Miguel?

Anna se sorprende por el cambio repentino de tema y niega, agregando un "No me interesa" así hundiéndose nuevamente en su libro y bufa.

Narra Miguel:
¿Quién es ese chico con Anna? ¿y por que me interesa? si yo la mande a volar.
Estaba tranquilamente observando un poco a mi alrededor y veo a Anna salir del baño, me sentí culpable al verla llorando, tan hijo de puta ibas hacer Miguel, me iba a sentar al lado de ella abajo de aquel árbol para disculparme quizás y recapacitar un poco de lo que hice pero llego ese pringado y me roba a mi chica, a mi Anna. Sólo observé la escena y al parecer solo platicaban, bufé al escuchar el tiembre sonar y me aleje un poco pero sin antes asegurarme que Anna entre a su salón.
Al parecer aquel chico ya se había apartado y ella entro a su clase sin ningún drama. Bien me parece espectacular.

[...]

Ya habían pasado horas y horas, y era momento de salir, a la salida del colegio vi a Anna con Juan, quise no tomarles importancia y seguir mi camino pero la curiosidad me mató por completo y los seguí a un parque, al parecer Juan había invitado a Anna a tomar un helado. Soy un imbécil primero la cago y luego ando de psicópata, ¿quién logra a entender alguien así? quizás solo Anna.

¿Miguel Ángel? -Dice un chico atrás de él con una voz grave y totalmente de desagrado.

M I E R D A

me di la vuelta y no era nada menos que el señor pie grande, Juan Meira.
Noté que Anna estaba desviando su mirada y se escondía atrás del mayor.

¿Que te sucede? ¿Pasa algo? -respondí normal, sin algún interés.

¿Nos estabas siguiendo, no? -dice algo obvio y le mira de pies a cabeza.

-ríe falsamente- El parque es libre, ¿acaso no puedo caminar? ¿o eres el Rey de España para decirme que hacer o que no? -dice burlón y mira a Anna.

Juan abraza a la menor, protegiéndola y bufa.

Tan solo me parece algo extraño que alguien como tu se digne a caminar y apreciar de lo bueno que se rodea...-dice con cierto enfado.

¡Juan! -la menor le llamo la atención al mayor- N-No le digas esas cosas, quizás el solo estaba dando un paseo, nada más... -dice algo bajo.

¿Que acaso lo estás defendiendo? -lo mira con el ceño fruncido.

No, solo que lo atacas sin algún motivo alguno, dejalo que el disfrute de una bonita tarde, tal como lo hacemos nosotros...-Mira a Miguel, el cual tenía una hermosa sonrisa tierna, totalmente dedicándosela a la menor, eso genero un poco de vergüenza a Anna y se sonrojó desviando su mirada.

Ya hazle caso a la niña, no comiences alucinar cosas, no queremos que alguien piense mal de ti... -dice haciendo un puchero y se ríe burlándose de Juan y a la vez victorioso por que la menor lo había defendido.

Ya vámonos Anna... -Toma a la menor así prácticamente arrastrándola, Anna mira hacía atrás para lograr ver mejor a Miguel, el cual solo se despidió de ella guiñándole un ojo y sonriendole de forma coqueta.

Narra Anna:
Yo no sé que hice, solo fue el impulso, primero me rechaza prácticamente y ahora pareciera que le importo y muestra interés, él me confunde pero a la vez me encanta ese lado tierno que a veces se escapa.

¡En vez de defender a tu mejor amigo, te pones a defender a ese imbecil! -dice enojado y le apretó un poco la mano a la menor.

El comentario de Juan hizo que salga de mi trance y le mire apenada.

Lo siento mucho, solo lo encontré algo injusto...-Lo abraza- por favor no te enojes conmigo, sabes que yo siempre estaré para ti, sólo fue el impulso...

Juan miró a la menor y suspira, correspondiéndole al abrazo.

Tienes razón, lo lamento, tan solo no quería que te hiciera algo. -Le acaricia su cabello.

La menor se hundió un poco en su pecho y le abrazo un poco más, al cabo de unos minutos se separaron, trataron de olvidar ese momento y seguir aprovechando su tarde.


Nicotine. || ZarcannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora