Cuestión de tiempo

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Manteniendo se sentado de rodillas frente a la mesa de centro, parte de su espalda venía mostrando la mala posición erguida en la que se mantenía, y que talvez a futuro como consecuencia, causaría indicios de un próximo dolor en la columna.

Pasando en alto esto, el calvo Omega centro su mente a otras cosas sin pensar en su comodidad, con la vista fija hacia abajo sobre la oscura mesa de centro, observó su reflejo y el aspecto intacto con el que se mantenía y más destacaba sobre el, su mirada triste y vacía oculta de los sentimientos que su rostro tenia se reflejaba sobre dicho objeto.

Ambas manos que reposaban en cada lado de sus piernas fueron empuñadas, cerrándose con presión al grado de hacerlas temblar.

Dentro de su apartamento nada llamaba su atención, no es que no tuviera muchas cosas, nada interesante de hecho, los objetos y muebles con los que llego el primer día continuaban intactos, no tuvo en mente moverlos de lugar o comprar unos nuevos, sólo... Seguían ahí, ... Como el, quien mantenía una postura de apache adoptada en el lapso de unos pasados 11 minutos, sin pronunciar palabras, relajo los músculos de sus hombros ligados al resto de su cuerpo, si continuaba en esa actitud terminaría tenzo y con un aura oliendo a podrido.

Sin mucha prisa y con suavidad sé relajo, desempuño las manos, retirando las expresiones inseguras en el por las caras de poker con las que siempre se mantenía.

Suspiro tratando de apaciguar su mente, queriendo esconder la intranquilidad que lo carcomania.

¿Cuanto debía esperar? Una taza de te No debia demorarse tanto

Buscando visualmente a Mumen, con solo alzar la mirada de la mesa logro encontrar lo debido al reducido tamaño del departamento, observando detenidamente las acciones que el de gafas realizaba dentro de su cocina a través de una pequeña ventana que permitía su vigilancia.

"Preparare algo de te, ayudará a que puedas relajar te un poco"
Recordó sus palabras, pacientemente mientras ignoraba los fastidiosos sonidos de las manecillas de un reloj que hace tiempo le fue dado como obsequio, espero a su amigo de hace tiempo, lamentablemente el constante tic tac sonando, los límites de su paciencia se reducían a causa de ello, el mismo conocía la carencia que tenía en ser paciente, sobretodo el límite, aún no lograba controlar la dificultad que debía aguardar en espera de algo que parecía tardar.

Saitama: *demonios, no debería tardar tanto* -Recargando parte de su menton y mejilla entre el costado de su mano- *las bolsas de te se encuentran frente a él, que acaso no las ve?* -forzó una blanca sonrisa como si con esto, su intranquilidad desapareciera reemplazando la con mostrar una expresión "tranquila", la hilera de blancos y relucientes dientes chirriaban al ser frotados con dureza contra la mandíbula, algo que incómodo y que logro poner nervioso el cuerpo del beta castaño, ¿quien no se sentiría así?, agradecía poder llevar una buena relación cercana a el. De ser lo contrario estaría tirado contra el suelo palideciendo, siendo un Omega, Saitama (fuera del celo) podía defenderse.

torpemente apresuró la preparación del te, grandes extenciones de venas recorrían la calva de Saitama y que con facilidad llenaban de nervios al chico en la cocina.

Siendo expulsado a través de silbidos y vapor, los fuegos que se encargaban del calentar la tetera fueron extinguidos, acercando se al estante en el que se guardaban los trastes, seleccionó dos tazas con dibujos garabateados, tomo un trapo limpio de cocina que encontró a lado de la estufa, sirviendo el te listo para ser consumido.

Porto las tazas cuidadosamente en sus manos, sujetando las con seguridad logrando atravesar el marco de la puerta, con dirección a la sala, recorrió el corto pasillo y exitosamente poner el te sobre la mesa sin ningún rasgo de quemadura.

Licencia para amar (One Punch Man)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora