casa;

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Sus manos se calentaron con el vaso de café que sostenían con fuerzas, hacía unos diez minutos el personal del tren habían brindado una tazas de alguna bebida caliente, Mark tomó una del liquido negro y JaeBum un simple ponche de frutas.

-casi va a ser navidad.- anunció el menor le ambos, faltaban técnicamente algunos minutos.

-lo sé.- soltó un suspiro y dio un trago a su bebida caliente.- fuck.- susurró al sentir su lengua arder por una leve quemadura.

-cuidado.- respondió con una sonrisa un tanto burlona.

-No pensé que estuviese tan condenadamente caliente.- se quejó, mirando con desprecio a su bebida.

Ambos se quedaron en silencio por un rato, las bebidas se acabaron y el tiempo parecía no avanzar. Tuan estaba un tanto ansioso del porque no estaba disgustado su acompañante de no estar con sus amigos.

-oye... ¿puedo preguntarte algo?- sus ojos brillaban como un niño pequeño, JaeBum notó eso y le pareció algo lindo, por lo que accedió con una sonrisa, si lo pensaba detenidamente realmente había tenido suerte de quedar varado, más con alguien como él.- Bien...- sonrió e inmediatamente movió nerviosamente sus ojos, haciendo que Im tratase de suprimir una sonrisa.- ¿Te peleaste con tus amigos para no estar feliz por llegar a su fiesta?

Mark lo dijo de golpe y JaeBum elevó una ceja.

-Bueno...

-Si te incómoda no es necesario, solo me pareció curioso, es decir todos queremos estar con nuestros amigos.- habló rápidamente, sintiéndose mal por haber hecho la pregunta.

-Relájate.- río- no hay problema, bien, hace unos meses...-pensó detenidamente en sus palabras.- salía con alguien que resultó ser familiar de mi amigo.

-¿JinYoung?...- ladeó la cabeza curioso.- es decir no es que me guste oír conversaciones ajenas, pero hablabas muy fuerte y yo... disculpa.- se encogió de hombros, sintiéndose más idiota por haber soltado eso de golpe.

No pudo evitarlo y soltó otra carcajada, realmente le parecía adorable aquel chico, para ser mayor que él se comportaba como un chico de diecisiete años, nervioso y alborotado, adorable.

-Está bien, creo que será más fácil contarlo, rompimos hace un par de meses.

-¿y por eso lo molestaste en esa fiesta?

-realmente escuchaste.- volvió a reír.- yo no lo acosé.- aclaró.- él se estaba acercando mucho a mí y yo sólo pensé que... quería hablar de lo nuestro, regresar, en ese entonces aun me gustaba demasiado, al final todo se interpretó mal, fue un desastre y los padres de YoungJae me terminaron diciendo que era un maldito pervertido.

-bueno, no puedo culparlos, tienes facciones de un pervertido de primera.- se mofó.

-¿en serio?- elevó una ceja, y Mark soló sonrió como respuesta.- pues voy a asediarte.- y como si fuesen amigos de toda la vida JaeBum comenzó a repartir algunos picos con sus dedos, por todo su estómago y costillas, haciendo que el otro comenzase a reír y a alborotarse, sus cuerpos se empezaron a mover de manera en que Im quedó sobre él, y sus rostros quedaron a centímetros el uno del otro, dejaron de reír, y se miraron, notando la cercanía y alternando la vista hacia sus ojos y labios. La cuenta regresiva comenzó y algunas voces se empezaron a oír, pero no les importó, JaeBum titubeó, listo para levantarse, y pedir disculpas.

Cinco.

Cuatro.

Tres.

Dos.

Uno.

Y Mark fue quién lo acercó para besarlo. Sus labios se movieron lentamente, la textura de las manos del mayor era suave y ligera, una pequeña fiesta parecía haberse armado a su alrededor, felicitaciones tímidas se oían en el vagón, pero eso era lo de menos, porque ambos estaban sumergidos en aquel dulce y tímido beso.

Al separarse se miraron a los ojos y soltaron una risa tímida, sintiéndose como en un jodido cliché de película americana, se volvieron a sentar y no supieron que decir o hacer, al final ambos sabían que ello iba ser algo de una noche, quizá no se volverían a ver, cada uno tenía su propia vida, o podían intentarlo, pero sus vidas estaban alejadas, hasta sus escuelas estaban lejanas la una de la otra, sería muy difícil quizá.

Sin importar, Mark se recargó en su hombro y JaeBum lo rodeó con su brazo.

-¿Qué acabamos de hacer?

-Superar el límite de personas desconocidas.- respondió Mark, sintiendo la vibraciones de la risa del menor.

-¿procede algo?

-Quizá descansar, y aprovechar esta noche.- se encogió de hombros.

-Sería difícil ¿No?- articulo, apretando ligeramente su hombro.

-quizá muy apresurado para pensar en algo así.- dijo en un tono un poco tímido.

-entonces aprovechemos esta noche.- respondió, besó su frente y se acomodó mejor, para recargar su cabeza sobre la ajena.

Ambos se quedaron el silencio y con el paso de la noche se quedaron dormidos, en esa misma posición. El tren comenzó a caminar cerca de las siete de la mañana, ambos al oír el tren avanzar comenzaron a removerse, despertándose, ambos adormilados se dieron cuenta de que estaban próximos a su destino.

-Escucha...- dijo Mark con la voz adormilada, JaeBum percibió que su tono era mucho más grueso y le gusto haber sido testigo de eso.- mi estación es la siguiente.- aclaró estirándose, sin quitarse de la posición en la que estaba.

-La mía es la siguiente.- dijo el castaño, Mark frunció el ceño y sin tener ganas se retiró para verlo a los ojos.

-Deja de repetir lo que digo.- le dio un pequeño golpe.- mi estación es la siguiente.

-No te estoy arremedando.- respondió tallándose los ojos.

Ambos lucieron un poco ilusionados y felices, quizá podrían pasar un poco más de tiempo juntos.

No dijeron nada, solo soltaron un par de risas, sintiéndose idiotas.

La estación estaba próxima JaeBum se levantó y por alguna extraña razón extendió su mano hacia él, Mark tímidamente la miró y la tomó dándole un pequeño apretón, le gustaba esa sensación, pero no podía hacerse ilusiones, no lo volvería a ver, sería difícil, no debía emocionarse, no debía dejar que su corazón se acelerara descontroladamente.

Llegaron. Ambos bajaron y caminaron tomados de las manos hasta la salida, cada uno miró hacia dónde se dirigía y el destino estando un tanto en su contra, cada uno debía tomar un camino distinto. Quizá, debía de ser así.

-Adiós.- soltó el agarré el rubio, brindándole una sonrisa que se asemejaba más a una mueca.

-Cuídate, Mark.- respondió.- luce ese suéter de renos.

Ambos rieron quedadamente, para después bajar la vista y cada uno dirigirse a su camino.

Mark comenzó a caminar, tratando de llamar a sus padres, para comunicarles que había llegado y en unos minutos llegaría, trato de no pensar en ello, pero una sensación extraña se hacía presente en su pecho, estaba loco si negaba las sensaciones que le llegó a sentir aquel extraño de Im JaeBum, el chico que llegó a pensar que era un loco y que le había desagradado, el chico que después se volvió cálido, el chico del que probó sus labios, labios que eran suaves y dulces, que sentía que habían encajado, a pesar de solo haber sido un beso, fue algo especial, algo mucho mejor de lo que había experimentado antes, guardaría en su mente aquel estúpido cliché con la bienvenida de navidad.

-MARK- escuchó a lo lejos una voz llamarle, el chico paró en seco y volteó la vista para encontrarse con el otro corriendo como loco para alcanzarlo.

-¿Olvidaste algo?- preguntó extrañado, JaeBum le extendió su teléfono tratando de captar la mayor cantidad de aire.

-Tu... numero...- logró decir.

Mark iba a negarse, pero algo dentro de él dijo que a pesar de todo iba a estar bien.

-Bien, intentémoslo.

[...]

AH THA END. :'D espero les haya gustado un poquito :c gracias por los votos y comentarios, lofiu.

tren a casa; bmarkWhere stories live. Discover now