Enamorada del Diablo

2. Unknow

-Capítulo 2-

~Narra Emma.

Me levanté con la poca dignidad que me quedaba, sacudí mi pantalón, recogí mis libros, tomé mi celular y lo coloqué en el bolsillo trasero de éste.

Lo peor no fue la caída, sino enfrentar a la escultura griega viviente que tenía enfrente de mí, con esa sonrisa torcida bastante escalofriante y un brillo en sus ojos que no puedo describir.

Teniéndolo así de cerca puedo observar con más detalle su rostro; sus cejas pobladas, pero varoniles, su nariz perfilada, sus dientes blancos perfectamente alineados y esos ojos verdes que hacen que las piernas de cualquier chica se vuelvan gelatina. Finalmente él decide romper el silencio, sacándome de mi trance.

-¿Te vas a quedar ahí mirándome como boba o me vas a pedir disculpas?

-¿Qué?

-Que si te vas a quedar ahí mirándome o te vas a disculpar.

-¿Yo? te recuerdo que tu también estabas distraído.

-Ríe- ¿Acaso sabes con quién estás hablando?

-Sí, con el más imbécil de todo el campus.

En ese momento la campana suena, él se acerca peligrosamente a mí y susurra a mi oído.

-Esto no se va a quedar así preciosa. -se aleja-

Y en ese momento suelto una bocanada de aire que ni siquiera sabia que estaba reteniendo. ¡Joder! éste chico es realmente bueno, con unas simples palabras había logrado que mis piernas temblasen como locas y mi respiración
se descontrolara, pero no iba a darle el gusto de saber que su comentario me había afectado; como pude salí de ahí y fui a mi siguiente clase.

(...)

Llegué a mi apartamento, lo primero que hice fui tumbarme en la cama, a pesar de ser el primer día de universidad estuvo bastante ajetreado.

En ese momento vibra mi celular. Abro el mensaje bastante confundida ya que el número no está entre mis contactos.

*Unknow*

Unknow: Hola preciosa, te dije que esto no se quedaría así.

Cuando leí el mensaje entré en una especie de estado ultra-shock, ¿¡Cómo es que el chico más ardiente de la universidad había conseguido mi número!?

Luego de releer mil veces el mensaje le respondí...

Yo: ¿Eres quien creo que eres?

Unknow: ¿Quién crees que soy?

Yo: ¿El más imbécil del campus?

Unknow: El mismo linda ;).

Rodé mis ojos ante su apodo, una risita apareció en mis labios, a lo que decidí cambiar de tema.

Yo: ¿Cómo conseguiste mi número?

Christian Anderson: Un mago nunca revela sus secretos ;).

Yo: Tú de mago no tienes ni el nombre.

Christian Anderson: Ni siquiera sabes mi nombre.

Yo: ¡Claro que lo sé!

Okay, eso sonó un poco raro. Lo sé debido a todas las chicas que estaban en la cafetería, suspirando los nombres de los cuatro chicos, entre ellos, el de Christian.

Christian Anderson: Y, ¿se puede saber cómo?

Yo: Un mago nunca revela sus secretos ;).

Christian Anderson: ¿Entonces por qué me sigues llamando imbécil?

Yo: ¿Podría ser porque lo eres?

Christian Anderson: Qué sutil.

Yo: Sí, porque tú eres tan delicado.

Christian Anderson: Puedo serlo si quiero...

Yo: En vista de que ésta conversación no está llegando a nada, me despido, "mago".

Christian Anderson: Que no se te olvide que me debes una, muñeca ;).

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Nota de las autoras.

Amigooss, ¿cómo están?. Esperamos que les esté gustando ésta historia, como saben, nos unimos hace poco, así que somos toda unas novatas con esto de escribir/redactar. Así que si encuentran algún error ortográfico y/o redacción avísennos.

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Kisses. C&S