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Dolor

Silencio

Llanto

En tres palabras podía resumir Jimin la partida de su dulce Yewon, a lado de su féretro blanco buscaba excusas para no apartar la mirada de su rostro angelical que aunque pálido solo parecía estar en medio de una siesta; de aquellas donde la niña buscaba la calidez en los brazos de Jimin y tomaba aquella expresión tan serena. Namjoon a su lado, al contrario de su esposo, miraba hacia un punto inexacto en la pared mientras intentaba seguir a flote usando como salvavidas la delicada mano de su pareja que a momentos solo era llanto y desesperación.

Yewon hasta hace poco era una niña de cabellos negros y mirada expresiva, y aunque no compartía lazos sanguíneos con la pareja; desde el momento en que se encontraron en aquel orfanato supieron que ya eran una familia. Pero nadie era dueño de su destino, mucho menos podrían haber predicho que sus fantasías de padres primerizos que solo deseaban lo mejor para su hija se vería truncado con una enfermedad súbita y mortal.

Nunca imaginaron que aquel frio abril lo que aquejaba a la niña no era un simple resfriado y cuando a los doctores se le hizo difícil encontrar lo que provocaba los dolores de la pequeña poco a poco los sueños de un futuro brillante se volvieron lúgubres para la antes feliz pareja. Hasta que una mañana, luego de un día donde la niña extrañamente presento mejoría y alentó a los doctores con su conjetura de que solo se trataba de una enfermedad pasajera, Yewon no despertó aunque los gritos de Jimin la llamaban y Namjoon acariciaba su tierna cabecita haciéndole hermosas promesas a cambio de que abriera sus cálidos ojitos... la pequeña niña se había quedado sumida en un eterno sueño.

Y ahora en una fría sala velatorio ambos padres solo podían llorar, ya no necesitaban explicaciones médicas de lo que podría haber sido las posibles causas de tan triste desenlace, porque lo único que deseaban con todas las fuerzas de su corazón no podría volver nunca más a ser.

Ver a Yewon sonreírles con aquel pequeño espacio que habían dejado sus dientes de leche, sus rizos rebeldes en la mañana los cuales Jimin peinaba con paciencia, sus ocurrencias relacionados a su tierna edad, las heridas en sus blancas rodillas que curaba Namjoon con delicadeza y así con el tiempo la niña crecería día a día hasta que llegara el momento de verla partir del hogar paterno ya convertida en una hermosa mujer con el fin de hacerse la dueña del mundo como lo era del corazón de sus padres adoptivos ... Sin Yewon la vida nunca volvería a ser igual.

-Solo quiero que vuelva... que abra sus ojos y me diga el más hermoso "te amo papá", yo solo quiero verla sonreír, Namjoon– dijo Jimin con tanto dolor que los presentes que lo habían escuchado solo atinaron a bajar sus cabezas para ocultar sus lágrimas.

- Te juro amor que si yo podría devolver la calidez en su rostro, regalarte su risa no importaría el precio yo lo haría con tal de no sentir todo esto, de no verte sufrir – contesto el moreno con la voz quebrándose mientras estrujaba entre sus brazos el cuerpo de Jimin – pero no puedo, lo siento, solo puedo prometer nunca soltarte... estar a tu lado para curarnos mutuamente y así duela menos.

- Devuélvemela Namjoon, yo quiero que vuelva...

Lejos de la triste escena pero desde una posición privilegiada un chico de cabellos azules y tez canela observaba lo que ocurría, en sus manos llevaba margaritas y en su rostro una extraña sonrisa. Acompaño el cortejo fúnebre aun cuando la lluvia se desato en medio de la procesión que llevaba el pequeño féretro a su última morada, ni siquiera se inmuto ante las expresiones de dolor de Jimin ni las lágrimas de Namjoon cuando leyó un sentido poema para su hija.

Cuando la gente empezó a dispersarse para dejar a solas a la pareja en medio del camposanto, ya que la resignación para ambos solo podrían encontrarse en los brazos del otro, él se acercó a Namjoon y con una mirada cómplice le entrego una tarjeta de presentación antes de murmurar un "Llámame, solucionaré tus problemas" para luego, antes de marcharse, acercarse a la reciente tumba y dejar descuidadamente sobre ella las margaritas que por la lluvia parecían haberse avejentado.




FAKE LIFE - NamMin / #TelepathyAwards2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora