Capítulo 28

16K 1K 71
                                    

Tessandra:

Los ojos de Grant lucen sorprendidos antes mis palabras y mientras busco descifrar que mentiras hay en ellos, él se recupera y vuelve a mirarme igual que esa mañana.

Lleno de frialdad.

—¿No fui claro la última vez?

Mis labios se separan.

—No hay nada de lo que tengamos que hablar, Tessandra.

Se abre paso por la habitación y busca una pequeña toalla para secar su cabello húmedo y revoltoso por lo que parece ser su reciente baño.

—No has ido a clases toda la semana.—Pronuncio y su rostro se levanta al escucharme.—¿Por qué?

Me observa en silencio por un par de segundos.

—Eso no tiene que ver contigo.—Me suelta con el mismo tono que antes y sus cejas se juntan.—No tengo porque darte explicaciones.

—Después de lo que me hiciste si.—Respondo acercándome a él.—Tienes muchas explicaciones que darme, Grant.

Observo como aprieta la mandíbula y pasa la saliva con dificultad.

—¿No es normal que falte?

—No.—Respondo y frunce el ceño.—No cuando me exigiste que no faltara, no cuando todos deberían saber que tú...

Me detengo y sus ojos se abren.

—¿Estás aquí porque no le he dicho a nadie que nos acostamos?

Nos acostamos..

—Sí que eres rara, Tessie.—Mis ojos se abren y el nota mi sorpresa, así mismo su error, como si se viera débil solo por llamarme así.

—No estoy aquí por eso, sino por una explicación.

—¿Qué explicación más necesitas para estar tranquila?.—Me pregunta.—Te lo dije, Tessandra, no trates de buscar un lado bueno en mi cuando no lo hay. Márchate a casa y no te humillaras más.

El camina hacia la puerta para echarme.

—Si no fuera así le hubieras dicho a todo el mundo que me quitaste la virginidad.. Entonces.. Ahí va mi confusión.

Él se vuelve a mí con una sonrisa.

—Si ese es el problema, se lo cuento a todos mañana mismo.

Ignoro el dolor de mi corazón.

—Estoy muy segura que no lo harás.

—Tessandra, te dije que intentes ver algo bueno en mí..

—Y yo que no te creo.—Continuo.—Solo quiero la verdad.

El guarda silencio y me observa detenidamente, duda en decírmelo, pero sus labios comienzan a separarse otra vez.

—¿Tan mal mentiroso crees que soy?

—Muy mal mentiroso.—Confirmo y mi vista comienza a arder.—Te conozco, al igual que tú se cuándo estas mintiendo.

—Eso no evito que t fueras la otra mañana.

—Supongo que el dolor oculto que me diera cuenta.

Se queda callado y solo vuelve a hablar para exigirme que me vaya.

—Tienes que irte, Tessandra.

Me quedo en mi lugar y él me toma del brazo, pero antes de que pueda obligarme, lo suelto.

—¿Es mi madre, cierto?

Grant se detiene, pero sus ojos no me ven, aun así es suficiente para mí, el dolor se expande en mi corazón porque no puedo creer hasta donde ha llegado ella.

I Want Your Virginity (#5 Odio a los chicos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora