Ya no eres mi JungKookie -ˋˏKookTae.꒱

03

El flash de la cámara aparece cada vez que me muevo, capturando diferentes ángulos de mi cuerpo cubierto con finas y elegantes prendas.

BoGum da señal para tomarnos un descanso y aprovecho en ir hacia mi camerino para ponerme el siguiente conjunto. Suzy me ofrece una botella con agua y retoca mi rostro con algo de polvo.

—Si no fuera por ti, no luciría bien en esas fotos —le digo con sinceridad y noto a través del espejo como se sonroja, avergonzada.

Bae Suzy ha sido mi maquillista prácticamente desde que comencé a trabajar en esta agencia hace cuatro años y puedo asegurar que se ha convertido en una gran amiga, aunque aún le cuesta acostumbrarse a mis cumplidos o algunas bromas de mi parte.

—Yah~, TaeTae, hasta sin una pizca de maquillaje te vez precioso —asegura. Se echa aire con las manos en un intento de hacer desaparecer el rojo de sus mejillas y yo río por lo adorable que se ve.— Cambiando de tema, te noto un poco decaído. ¿Sucedió algo?

Y justo cuando creí que nadie se daría cuenta.

Al parecer, tendré que posponer mi sueño de querer ser actor.

No se me haría difícil decirle que estoy así porque no veo a JungKook desde hace varios días, ya que está en un viaje de negocios en Japón, pero eso sólo me haría parecer un esposo paranoico, al menos así sueno en mi cabeza.

—Sólo estoy cansado, no he comido en todo el día —y no es del todo mentira, creo que podría comer todo un buffet, aunque sé que me arrepentiría luego.

Suzy suelta un gritito de asombro y coloca sus manos en su pequeña cintura, en un intento de parecer enojada. Está a punto de regañarme.

—Kim hermoso TaeHyung, ¿en qué rayos estás pensando? Luego de la sesión te llevaré a comer y no acepto un no por respuesta —sentencia estampando la esponjita de polvo en todo mi rostro, haciendo que casi me ahogue y comienzo a toser.

Sí, muy adorable.

Noto la preocupación asomarse en su rostro, pero inmediatamente se recompone.

—Y ve a cambiarte de una vez, BoGum te está esperando.

—Sí, mamá.

Ya llevo casi media hora intentando llamar a JungKook y estoy comenzando a preocuparme. La última vez que hablé con él, prometió comunicarse conmigo una hora después y ya pasaron tres.

Creo que realmente me estoy volviendo un esposo paranoico.

Me quedo mirando la pantalla de mi móvil mientras estrangulo el pobre aparato entre mis manos, como si de esa forma vaya a lograr recibir la llamada de mi esposo.

—¿Vas a comer eso?

Levanto la mirada unos segundos cuando escucho a BoGum, que vino con nosotros luego de convencer a Suzy, y niego sin prestarle mucha atención.

—TaeTae, deja el teléfono de una vez antes de que este pozo sin fondo te robe toda tu comida —me regaña Suzy mientras le da un golpecito a BoGum en la espalda.

Y cuando me dispongo a hacerle caso, la pantalla se ilumina de repente y el nombre de mi personita especial aparece en ella, aunque sólo se trata de un mensaje.

"Bebé, perdón por no llamar antes, mi móvil se quedó sin batería.
Ahora estoy a punto de iniciar una reunión, así que estaré ocupado hasta dentro de un par de horas.

Te amo."

—¿Y por qué no me llamaste para decirme eso? —murmuro casi inaudible y hago un pequeño puchero. Quería escuchar su voz al menos unos segundos.— ¡Park BoGum, no te atrevas a comerte mi ensalada!

Me permito distraerme al menos un rato y tratar de no pensar mucho. Será bastante fácil con las dos personas que tengo al frente, más aún cuando Suzy comienza una pequeña riña con BoGum por querer quitarle su comida también, logrando que este termine por recibir un golpe más fuerte en la espalda.

Es la cuarta noche que estoy sin JungKook y a la casa realmente le falta su particular brillo.

Cojo el libro que he estado leyendo desde hace un par de días y me siento en uno de los sofás, frente a la televisión apagada.

Mi móvil está en algún lado de la sala, olvidado a propósito para tratar de poner en segundo plano el hecho de que mi esposo no se ha contactado conmigo desde que me envió un sencillo mensaje.

Me envuelvo tanto en las palabras que estoy leyendo, que no caigo en la cuenta de que ya son pasadas las diez de la noche. Pero no me preocupo, me dieron libre el día de mañana, a sugerencia de Suzy.

Y realmente le agradezco muchísimo, creo que me haría bien un día para mí solo. Hace mucho que no tengo uno.

Decido que ya es hora de ir a dormir y dejo el libro sobre la mesa de centro, me levanto y me estiro en mi lugar, soltando un leve jadeo en el acto.

Me lanzo sobre el enorme colchón de la cama apenas llego a la habitacion, ni siquiera logro ocupar la mitad de este. Estiro mis extremidades pareciendo una estrella de mar y me voy quedando dormido, pensando en qué podría estar haciendo mi hermoso azabache o si también está a punto de dormir.