☂ ᴘʀóʟᴏɢᴏ

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En la duodécima hora del primer día de Octubre de 1989, cuarenta y tres mujeres en el mundo dieron a luz.
Lo raro de este suceso, es que ninguna de estas mujeres estaba embarazada cuando inició el día.

Sir Reginald Hargreeves, multimillonario excéntrico y aventurero, decidió localizar y adoptar a tantos niños como pudiera.

"Consiguió ocho de ellos."

Yo soy una de ellos.

— Elizabeth Campbell, ¿Aceptas a Adam Jones como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?— pronunció solemne el sacerdote.

Y lo que están a punto de presenciar es la típica escena donde la novia abandona en el altar a su prometido para ir a buscar a su verdadero amor. La única diferencia aquí es que no volveré con el hombre que creí indicado para mí, sino con mi querida pero disfuncional familia.

Mi verdadera familia.

— ¿Señorita Campbell?— me llamó en tono impaciente el padre Thomas.

Levanté mi mirada del suelo seriamente. Mi prometido, Adam, me observaba irritado mientras apretaba de manera casi disimulada sus puños ¿Y con el quieren que me case? ¡El tipo es un posible hombre violento! Mis padres adoptivos estaban inquietos por mi silencio, todos los presentes al sentir la tensión en el aire aguantaron la respiración.

— No.

En el momento que dí mi respuesta, serena y sintiendo el alivio recorrer mi cuerpo, los murmullos no se hicieron esperar.

Dulzura, la madre superiora de mi antiguo colegio, se persignó y susurró "ave María purísima".

— Me disculparía,— me dirigí a todos los presentes con una sonrisa de suficiencia— pero no sería sincera. Disfruten el banquete, de todos modos es gratis.

Empecé a caminar, sentía unas terribles ganas de arrancarme el pomposo vestido color blanco, en ese preciso momento.

Pero me aguanté...

— ¿Qué estás haciendo, Elizabeth?— masculló enojado mi padre, deteniéndome tomando mi brazo. Rápidamente me safé de su agarre.

— Ser feliz, señor.

Me dirigí a Oliver, el primer hombre qué amé... Y me falló. En sus ojos se encontraba el brillo de la ilusión, pensando que me fugaría con él.

— Cuando ames a una mujer, Oliver, lucha por ella— aconsejé sin expresión en mi rostro, aunque dentro mío mi corazón se estaba rompiendo.— Y por favor, sé feliz.

Deposité un suave beso en su mejilla, aquél brillo desapareció.

Salí de la iglesia con paso firme y decidido. La gente no dejaba de mirarme, no todos los días ves a una mujer caminando tranquila por la calle ¡Con un vestido de novia!

Ya había sido suficiente para mí, estaba decidida a volver con mi familia, estaba segura que tomaba la decisión correcta.

Pero también tenía miedo, temor de que algo saliera mal, equivocarme de nuevo.

Ya no me quedaba nada aquí ¿Para qué quedarme?

Escuché los gritos de mi madre y mi padre pidiendo que volviera, las súplicas de Oliver.

Entonces empecé a correr, y no me detuve por nada del mundo.

Creo que desde aquí debería empezar a relatar esta gran locura.

"No hay nada que impida que dos almas vuelvan a unirse."


 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ☂The Umbrella Academy☂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora