☂ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 5: ¿Qué te parece veinte dólares?

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ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 5: ¿Qué te parecen veinte dólares?

Él no es bueno para tí.

Te quiero, y nadie jamás cambiara eso.

¿Hubo beso con lengua?

Esto es inaceptable.

Es un hermoso collar.

Necesito alguien esta noche.

Oí el rumor...

La niña velocista solo recordaba esas frases de su confuso sueño, mientras las gotas de agua tibia recorrían su menudo cuerpo. Las imágenes en su mente eran revueltas y difíciles de entender, como el mismo sueño. Ella no comprendía nada, la ducha que usualmente aclara los pensamientos no funcionaba. Cerró la llave del agua bruscamente.

Salió del baño vestida con un nuevo uniforme, el otro lo escondió debajo de la cama a pesar de saber que su mamá lo encontraría y lavaría. Al salir de su habitación se encontró con Luther.

— Querido hermano, buenos días— lo saludó con una sonrisa, la cual le fue correspondida.

— Buenos días, Elisa ¿Dormiste bien?

La niña asintió con la cabeza y le sonrió dulcemente.

— ¿Sabes donde vive Diego?

Luther la miró frunciendo levemente el ceño, justo iba a buscar a su hermano para hablar, tratando de no volver a pelear como ayer.

— ¿Por qué lo quieres saber?— quiso saber.

— Para jugar Twister, genio.

El grandote no notó el tono sarcástico de la menor, le anotó la dirección en un papel y se despidió amigablemente de su hermana. Ella guardó el papel en un bolsillo de su chaqueta y se fue a desayunar, Grace le preparó unos deliciosos hotcakes, como a ella le gustaban, y jugo de naranja.

Como realmente no tenía nada que hacer y no sabía donde se encontraba Cinco para hablar sobre el apocalipsis, comenzó a recorrer la mansión. Estuvo tentada a entrar a la oficina de su padre, ese lugar donde no recordaba haber puesto un pie. Pero decidió hacerlo otro día.

Entró a la sala y encontró a un Klaus en ropa interior buscando desesperado en su ropa.

— Cállate— gruñó, dejando algo atónita a la menor, luego él miró a un lado de la habitación.— Lo dije con amor— lanzó un beso.

— ¿Con quién hablas?— preguntó sobresaltando al mayor.

— Eli, buen día— sonrió levantándose y dándole un corto abrazo a su hermana.— No hablaba con nadie ¿Acaso ves a alguien en esta sala, además de nosotros?— rió.

— Yo no, pero tú sí— contestó sentándose en el sillón delicadamente.

Ben sonrió de forma abierta al ver a Elisa. Ojalá ella pudiera ver esa hermosa sonrisa.

— Es inteligente— dijo, siendo escuchado solo por Klaus.

Este movió sus manos para restar importancia a eso y empezó a rebuscar en su abrigo negro bajo la atenta mirada de los otros miembros del "Trío Dinamita".

— Se me ocurrió una idea loca...— empezó el de rasgos asiáticos.

— ¿Por qué no empiezas tu día con un buen desayuno?— dijo la niña de brazos cruzados.— Puede ser un jugo de naranja... Huevos también estarían bien.

— Los huevos no se fuman.

Ben rió emocionado porque la chica de ojos azules completó lo que iba a decir. Elisa rodó los ojos al escuchar esa respuesta, el rizado se encendió un cigarrillo y caminó hasta una estantería.

 𝐑𝐢𝐯𝐚𝐥𝐞𝐬 ☂The Umbrella Academy☂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora