No te rindas jamás

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TORI

Dios mío parece mentira todo lo que he vivido en tan solo cuatro meses junto a Mary. Hoy estoy haciendo mis maletas y despidiéndome de San Francisco aunque aun no se donde iré. Cuando tengo mis maletas voy al cementerio y dejo unos lirios morados en una lápida.

Esta dice: Mary Stewart.

Una gran persona de buen corazón.

Empiezo a llorar y recuerdo ese día como si hubiera sido ayer.

*Flashback*

Estoy limpiando la cocina cuando veo que es la hora de la merienda. Preparo un zumo de naranja y una tostada de jamón para Mary. Le han dicho que eso es bueno. Subo las escaleras con cada una de las cosas en cada una de mis manos. Veo la puerta de Mary juntada y la abro despacio.

-Mary te he traído tu merien...

¡PLAM!

El ruido del vaso y el plato cayendo al suelo. Al lado de Mary la cual estaba allí toda tirada. Baje corriendo cogí el teléfono y llame a emergencias.

-Llamada-

-Hola buenas necesito una ambulancia rápido en la Avenida Wellington número 12.

-¿Cuál es la emergencia?

-¡Esta usted sorda es urgente no tiene casi pulso!

-Vamos de inmediato.

Colgó.

Subí a la habitación de Mary y le puse un cojín detrás de la cabeza. Empezaron a entrar médicos y la suben en la ambulancia subo con ella y vamos al hospital. Me siento en la sala de espera y me quedó ahí otra vez sola y sin nadie. Pasan tres horas aunque a mi me parecen días y sale un médico.

-¿Familiares de Mary Stewart?

Me levanto y digo:

-Yo ¿Cómo está?

-Es lo que habíamos predicho su cuerpo ya no ha dado para más. Lo siento mucho de verdad.

-No se preocupe muchas gracias.

*Fin Flashback*

Y aquí estoy ahora sentada en el cementerio llorando a una persona que me ha cuidado y querido durante tres meses.

-Hola buenas.

Me giro y veo a un señor de unos cuarenta años.

-Hola ¿Le puedo ayudar en algo?-dije secándome las lágrimas.

-Si buscaba a Victoria Jonas amiga de Mary. ¿Dónde la podría encontrar?

-Pues aquí encantada de conocerlo.

-Vale genial, me he vuelto loco buscándola. ¿Podemos ir a una cafetería?

-Eee si hay una aquí en la esquina.

Llegamos a la cafetería y nos sentamos en una mesa. Pedimos los cafés y empezó a hablar.

-Bueno te preguntarás porque se tu nombre y porque te he buscado. ¿Cierto?

-Pues la verdad es que si. ¿Me lo explicas?

-Yo soy Joan el abogado de Mary. Te busco por su testamento ya que hace dos meses lo cambio y te incluyo en él. ¿Quieres saber que te dejo?

-Esta bien.

-Perfecto lo tengo aquí.

Sacó un papel y empezó a leer.

-Mary te ha dejado una cantidad de 150.000€,un apartamento en Lleida y una carta explicativa.

Me tapé la boca con los ojos llorosos.