Parte única

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Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Este fanfic si.

Notas de la autora: Contiene spoilers de Avengers: End Game.

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Año 2023, 23:30 pm, Base Avengers NYC.

Han pasado cinco largos años, desde el incidente que afectó a la mitad de la población en el planeta tierra. Está demás decir, que este fenómeno, también ocurrió en otros planetas y en varias galaxias más. Los poderes de las gemas del infinito ejecutado por Thanos había sido una realidad.

Otra noche más, donde Natasha Romanoff, comía su típica cena: un sandwich de mantequilla de maní. Era lo único que le cabía en el estómago cuando se ponía a trabajar de noche.

Leería el último correo electrónico que Rocket le había enviado. Nunca pasó por su cabeza, que trabajaría con un mapache. Hasta le sonaba demasiado cómico todo esto.

Lo que le daba esperanza a la pelirroja, era que al menos, habían podido rescatar a Tony con vida. Bueno, no hubiera sido posible sin Carol Danvers, que patruyaba el espacio en ese instante. Le debían mucho. Lo que sí, no había tenido reportes de ella hace un mes. Pero tal como lo había mencionado, el universo es grande, y vigilarlo sola, claramente tomaba semanas o meses.

Natasha abrió el correo y empezó a leerlo detenidamente, mientras tomaba una taza con té:

"Hola Natasha,

¿Cómo va todo en la tierra? Espero que todo bien, como siempre.

No sé como empezar a escribir esto, pero el reporte es de lo mismo que has leído en las últimas semanas. Es un hecho que el chasquido de Thanos arrazó con muchas galaxias y planetas. Aún no tenemos un número de cuanto abarcó... pero cualquier anomalía, sabes que te escribiré, o mejor, te llamaré de urgencias. No querras ponerte a leer una biblia si es algo grave ¿o si?

Nos leemos pronto. Saludos a todos los terrícolas de tu base..."

Tomó su sandwich que se había preparado, dándole un mordisco. Los correos de Rocket la hacían reír de alguna manera, ya que se imaginaba su tono de voz y era cómico. Lo marcó como leído y se comió el último pedazo del pan.

Suspiró agotada. Las últimas semanas no había podido descansar bien. Sin Nick Fury, el trabajo se le dificultaba aún más; y el peso en sus hombros era mayor, porque nadie había querido liderar. Ella era la única facultada para hacerlo. Pero estaba agotada...

Hace un par de días, había recibido la noticia sobre Clint Barton, quien los últimos años, había estado escondido; asesinando ladrones y a quien se le cruzase por su camino. Quien iba a pensar, que Clint se volvería así se mercenario. Ella no lo imaginaba ni en sus peores pesadillas. Pero lo comprendía... él perdió a toda su familia. Tal vez, ella haría lo mismo por la suya... ¿tenía? Claro que sí: Los Vengadores lo eran.

No tenía la menor idea, si a ella la consideraban parte de algo. Pero era lo que menos le importaba... sólo quería permanecer aquí con los suyos. Y apoyar de alguna manera, la búsqueda de personas en la tierra.

Revisó la hora en su reloj, que marcaban ya las 23:55 pm. Se le había pasado la noche volando entre revisar reportes y correos de sus compañeros. Suspiró pesadamente, se sentía agotada.

Se levantó de su puesto, estirando sus brazos. Había pasado demasiado tiempo sentada. Necesitaba tener movimientos en sus extremidades; recordó de pronto, que en su silla derecha, estaban unas zapatillas, específicamente de danza; las tenía hace algún tiempo. Si había algo que no podía olvidar de su pasado, era el ballet. Era lo mejor que ofrecía la KGB para pasar las penas.

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