Lo primero que Jimin siente cuando su consciencia vuelve perezosa a su cuerpo, es calidez y que ha descansado como hace mucho tiempo no lo hacía. La sensación suave de las sábanas y mantas sobre su piel le resulta reconfortante y lo invita a volver a sumirse en un sueño profundo sin culpa. Está dejándose arrastrar nuevamente con lentitud, su respiración calma y su cerebro cuestionándose por qué ha despertado cuando puede seguir durmiendo plácidamente. Solo entonces lo siente, un pinchazo y un tirón en su cuello le hacen abrir los ojos de inmediato. Se encuentra observando una pared de color crema, bañado por la luz de una ventana de cortinas blancas.
Sus dedos se arrastran hasta el lugar del que provino la molestia, y descubre con horror como el escozor aumenta cuando su tacto encuentra una herida allí. Una marca. Está marcado, se ha enlazado con alguien y no tiene idea de cómo ha llegado a eso. Jimin cierra los ojos con fuerza y ruega por estar en un lugar distinto cuando los abra. No pasa, sigue tocando la marca en su cuello y la luz sigue sobre él. Traga duro e intenta no entrar en pánico, intenta serenar sus sentidos para tener una pista de dónde se encuentra y con quién.
Esa situación es jodida, y lo primero que su ser quiere es correr lejos. No importa quien esté detrás de su espalda recostado en esa cama también, él puede irse y fingir que eso nunca pasó. Un lazo roto es mucho más complicado cuando hay sentimientos de por medio, pero él tiene una marca producto de un desliz de una noche y está seguro como la mierda que no va a dejarse morir por eso. No va a mirar hacia atrás y la persona que lo haya marcado jamás va a enterarse de eso si él logra salir de allí sin que despierte.
No quiere moverse a menos que sea necesario, no quiere hacer ruido ni alterarse porque eso podría despertar a quién sea que lo haya marcado. Así que Jimin está buscando con sus ojos desesperadamente su ropa. No la encuentra, pero si encuentra un par de fotografías: una familia de cuatro, a su lado una pareja sosteniendo un bebé, más allá una anciana de sonrisa gentil. Hay también un una hoja blanca repleta de garabatos de colores. Y entonces el omega piensa que no puede ser tan malo, si la persona detrás de él es capaz de atesorar un papel garabateado por un niño pequeño no puede serlo.
Jimin tiene que moverse, su ropa no está allí y no va a encontrarla si no se pone en marcha. Se remueve despacio, intentando alejar de él las mantas y entonces tiene un brazo rodeando su cintura. El tacto es delicado cuando recorre su piel; se siente desplazado unos centímetros a través del colchón y entonces tiene el otro cuerpo sobre el suyo dándole calor. Es un hombre, el omega lo sabe por la dureza del pecho y los músculos que lo envuelven. Jimin cierra los ojos y tiene un momento de pánico creyendo que todo puede ser realmente desastroso si el hombre que está abrazándolo llega a ser el que sostiene a la criatura en sus brazos en la fotografía que ha visto.
Calma, calma, calma.
Jimin hiperventila, tiene la necesidad de comprobarlo. Se voltea despacio para quedar de cara a él, todavía más cerca que antes. No es él. El omega se encuentra con una mata de cabello oscuro bastante desordenado, una piel blanquísima, tan blanca que podría ser de porcelana, y un rostro angelical con una nariz pequeña y de botón. Tiene pendientes en las orejas y la marca de la almohada en la mejilla que puede ver. Su corazón da un brinco porque de repente el chico está abriendo los ojos y fijándolos en él. Son profundos y rasgados de forma gatuna, y Jimin siente que su cuerpo se estremece cuando nota que están manteniendo este contacto. El chico respira con calma, detalla el rostro del omega y Jimin siente que las lágrimas vienen por él.
¿Por qué no puede hacer nada bien? Él solo quería una noche sin preocupaciones, con amigos y un poco de alcohol. Lo merecía, se había pelado el culo estudiando y ensayando para sus exámenes en la universidad, no había dormido durante días y su alimentación había sido muy cuestionable. Él sabe que es grande y que tiene que poder cuidarse solo, ser responsable; pero no deja de preguntarse por qué ninguno de sus amigos le dijo que ya no bebiera cuando vieron que estaba pasándose, por qué nadie lo detuvo cuando vieron que se iba con un desconocido.
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De noches accidentadas y mañanas maravillosas - [OS Yoonmin omegaverse]
FanfictionJimin se despierta después de una noche de fiesta, con una marca en su cuello y sin tener idea de cómo sucedió. El omega piensa que un lazo en esas condiciones es lo peor que le ha pasado, pero entonces al voltearse Yoongi está a su lado. Advertenci...