Aún no

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, esta pertenece a AnnaDax y fue beteada por Jeffy Iha.

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—Sasuke...

—¡Cállate!

Hinata estaba corriendo, tratando de seguir al hombre frente a ella, de alguna manera estaba segura de que lo perdería en la oscuridad del cavernoso laberinto.

—Puedo escucharlos —ella jadeó.

«¿Cómo podía moverse tan rápido?»

Al minuto siguiente fue bruscamente inmovilizada contra la pared por el Uchiha. El impacto contra las rocas le arrancó el aire de los pulmones. Ella miró sus ojos rojos, sorprendida de ver ansiedad en ellos, incluso algo de pánico.

—Si nos retrasas nuevamente, tendré que matarte.

—Sólo dime qué está pasando. —Ella insistió, haciendo todo lo posible por no romper el contacto visual.

—Te lo dije, tenemos que correr —susurró, volteándose para mirar hacia atrás.

—Los hombres que nos estaban persiguiendo... todavía están aquí.

—Lo sé. Necesitamos encontrarlos y matarlos.

Con esas palabras, Sasuke quitó los brazos de los hombros de Hinata y siguió corriendo. La heredera tragó saliva, pero no pudo hacer otra cosa más que seguirlo. Así que esa era la razón por la cual los ruidos eran cada vez más fuertes. No estaban tratando simplemente de escapar de este laberinto, sino que estaban buscando a los que trataron de cazarlos hace unos días atrás.

Con su Byakugan completamente activo, podía ver un poco mejor. Esta cueva estaba bajo algún tipo de jutsu que reprimía sus poderes, esa era la razón por la que no podía ver con claridad, incluso con su kekei genkai activo. Sin embargo, parecía que Sasuke estaba manejando las cosas mucho mejor que ella.

La Hyūga se estrelló contra su espalda y dio unos pasos hacia atrás para recobrar su equilibrio. Frente a ellos estaban los cinco hombres que los habían rastreado hasta este lugar. Tenían lo que parecía ser una antorcha que brillaba en la oscuridad. Inmediatamente reconoció al que previamente había utilizado la piedra negra. No perdió tiempo y se abalanzó al usuario del Sharingan, solo para ser perforado por su espada Kusanagi envuelta con el chidori. La electricidad iluminó la cueva por un momento, solo para que ella viera las expresiones llenas de terror de los otros hombres. Uno de ellos intentó atacar al Uchiha, pero su cuello fue rasgado de un movimiento. El resto trataron de huir, pero fueron capturados en un instante. En solo unos segundos, el silencio absoluto cayó sobre el lugar y Hinata parpadeó sorprendida, con los labios separados. Incluso con su dōjutsu activado, no había logrado rastrear todos los movimientos de Sasuke. Él era tan rápido.

—¿Dejándome toda la diversión?

Las palabras la sacaron de sus pensamientos y levantó su mirada hacia él. Al ver que estaba congelada en estado de shock o por la diversión, no estaba seguro, por lo que el hombre de cabello negro se apresuró a agarrar su muñeca y arrastrarla. Corrieron en completo silencio durante lo que parecieron horas, cuando finalmente salieron del laberinto. El aire fresco le aclaro los pensamientos, pero hacía demasiado frío y tosió, todavía jadeando. Se inclinó y apoyó las palmas sobre sus rodillas, sosteniendo su peso mientras trataba de recuperar el aliento. Miró a Sasuke, notando que este estaba observando la cueva, su respiración estaba completamente calmada. Probablemente estaba acostumbrado a correr tanto y a esa velocidad. De repente él movió sus ojos rojos hacia ella con una expresión en blanco. Sin embargo, lucía más tranquilo ahora.

La locura de una obsesión encantadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora