capítulo II

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Decir que la entrevista se fue al carajo es poco. Los acuerdos fueron fáciles, por decirlo de forma educada, logramos que nos apoyara en ciertas circunstancias (invasiones alienígenas , ataques terroristas etc).

El problema real se presentó en cuando el director salió y nos dejó solos.

La frustración de no saber comunicarme siempre ha sido mi punto vulnerable, con él es más marcado, ya que es catalogado como genio, su sola presencia me hace sentir inferior.

El no saber que esperar de él, hizo mella en mí. Intenté empezar de nuevo y ofrecer mi amistad en nombre de su padre, pero eso fue lo peor que pude haber hecho, al mencionarlo solo recibí una mirada condescendiente y nuevos agravios de su parte, al punto que de un momento a otro, estábamos discutiendo sin llegar a ninguna parte.

¡Dios es tan difícil!

Comenzó a alejarse , me dio la espalda para irse y dejarme con la palabra en la boca. Yo no podía, ni quería dejarlo ir. Así que no pude detenerme, quería encaralo y sacar con él todo el resentimiento que sin saber había dentro de mi, necesitaba una liberación

Por lo que lo arrinconé contra la pared, sujeté fuertemente sus muñecas , (me di cuenta que cubria su piel una capa de tela fina como seda líquida), y sin medir mis fuerzas, sujete sus manos sobre su cabeza, en el proceso rompí unas delicadas pulceras que usaba en sus muñecas.

De un momento a otro, un delicado aroma me envolvió, trayéndome recuerdos de mi vida pasada, los colores fueron mas nítidos en mi mente y mi instinto el cuál creí perdido para siempre se hizo presente

Emanaba de el como un río descontrolado y salvaje, quería poseerlo, ser su dueño.

-Maldito salvaje, haz roto mi armadura -Dijo completamente molesto

-¡Eres un Omega! - Comenté extasiado, nunca esperé su repuesta.

-Si, lo soy, pero no te emociones, dejaré de serlo apartir de mañana. -comento sonriendo

-¿De qué hablas? Siempre lo serás no puedes negar tu naturaleza.-

-Claro que puedo, es más, sientete afortunado eres el último que podra disfrutar de mi aroma. Mañana por la mañana me someteré a una operación donde extraerán mi glándula Omega, dejando atrás esta maldita pesadilla- Comentó sonriendo, disfrutando cada palabras que salia de su boca

Ante eso, me perdí, deje de ser yo mismo...

Lo siguiente de lo que fui conciente, fue del sabor ferroso de su sangre en mi boca.

Y poco a poco mis oídos captaron los gritos que salían de él

-¡Me marcaste, imbécil!

¿Quién es ... Tony Stark ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora