Un little en Hogwarts

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Prologo

Era una noche oscura, el silencio se sentía por todos los pasillos del castillo, el viento soplaba fuertemente a tal intensidad que todos los árboles del bosque prohibido se movían de un lado a otro.

La noche a pesar de todo era tranquila, los estudiantes que habitaban el castillo dormían en sus habitación o terminaban sus tareas en la sala común de sus casa. Los más osados recorrían los pasillos del castillo ignorando el toque de queda, sin sospechar que en lo alto de la torre de astronomía un joven se encontraba en el peor momento de su vida.

Severus Tobías Snape, joven mago muy prometedor, con talento innato e las pociones se encontraba solo, a la luz de la luna llorando las injusticias que la vida le presentaba día a día. El esfuerzo que siempre ponían para demostrar su valía ante a su casa, una casa llena de prejuicios, no solo por el estatus de sangre, sino por la economía. Siendo el un mestizo no importaba lo mucho que estudiara, o lo fuerte que fuera siempre era menospreciado por no pertenecer a una de las familias importante s del mundo mágico.

Solo unos pocos compañeros eran lo suficientemente atrevidos como para considerarlo, sino un amigo, un aliado entre los cuales estaba Lucius Malfoy, que a pesar de ser criado con una educación prejuiciosa y elitista, lo apoyaba y lo defendía. Sabia, como buen Slytherin, que en algún momento los favores que Malfoy le hacía, además de la protección que en ocasiones le brindaba no era gratis y que en algún momento tendría que pagarlo.

Pero eso no era lo que más molestaba a Severus. No, lo que en verdad hacia que su sangra hirviera de rabia y dolor es el hecho de la pérdida de su primer y única amiga, la única persona en la que confiaba de todo corazón y a quien amaba más que a nada en el mundo, y todo por culpa de sus torturadores personales. Los merodeadores, esos malditos que lo habían humillado desde el comienzo de su vida escolar en Hogwarts.

Sabía que las palabras que le dijo a Lily no fueron correctas y que desquito su ira con ella. Pero, no entendía como es que ella no podía entender todo el dolor que sentía. Ella sabía por todo lo que estaba pasando, el odio de su propia casa, la violencia familiar que siempre había vivido a causa de la magia que tenía, las humillaciones de los Merodeadores, la indiferencia y el menosprecio de los profesores y por sobre todas las cosas las muerte de su madre a manos de su padre.

Ella lo sabía, y no le importó, no le importaron años de amistad, lo abandono. Tomo la primera oportunidad que tuvo y lo dejo. Ya no tenía nada. Las únicas personas que tenía se habían ido y el dolor lo estaba consumiendo a tal grado que sin darse cuenta se estaba dejando morir lentamente.

La pérdida destruye el alma de forma lenta y dolorosa y más cuando no se tiene a nadie que te apoye.

Sin embargo lo que no sabía este joven es que su vida cambiaría por completo, pues se acercaba su cumpleaños número quince y esto desencadenaría un sin fin de acontecimiento que mejorarían o empeorarían la vida de este joven.

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