Un hombre el cual no se acuerda nada de su anterior vida, es renacido con el nombre de Ryūto en un mundo en donde sólo existe la guerra, un mundo en donde solos los más fuertes podrán sobrevivir, pisoteando a los débiles...
Debido a esto no tuvo otr...
La mañana siguiente después de decidirme que hacer en este rencoroso mundo comenzó.
Salí de mi casa, la cual a diferencia de las demás era mas espaciosa, lo cual no era de estrañar debido a la persona que se alojaba en ella...
La ropa que llevaba consistía en una yukata, de color entre blanco y rojo que resaltaba entre las demás vestimentas que traían los demás habitantes de la aldea, que no eran mas que trapos sucios de color gris.
Era una rutina básica, siempre que pasaba por las calles de aldea era recibido con gritos de alabanza y respeto por parte de los habitantes por ser el hijo del gobernador de estas pequeñas tierras.
¡Ryutō-sama! ¡Es un gusto verlo tan refrescante en esta mañana Ryutō-sama!.
Al principio era algo incomodo, pero después me acostumbre.
¿Y que hacia recorriendo las calles de la aldea? Nada en particular. Es aburrido estar en casa sin hacer nada, más aparte en este lugar por obvias razones no había internet...
Mierda.
Pero bueno que más da, recorrer de aquí a allá era algo entrenido y ademas leía algunas cosas de la biblioteca para no estar tan absorto del sitio al que he nacido o mejor dicho re-nacido.
Hoy iba hacia un lugar específico, el cual era la base militar de la aldea. Por llamarla de alguna manera, para comprobar que tanto poder defensivo y de ataque teniamos. Al llegar al lugar ví que era una estructura algo robusta, camine sigilosamente sondeando el sitio y pude ver un campo de entrenamiento.
Pude ver varios tipos entrenando, usaban espadas de madera o bastones; algunos entrenaban entre ellos y otros lo hacían solos.
Noté que su rendimiento no era tan malo, más bien era decente.
En mi antigua vida fui entrenado en diversas ramas de la artes marciales ademas de ser un friki de las armas, era mi pasatiempo favorito.
Por lo que mi conocimiento era vasto. Diría que tenia ventaja en este mundo.
Eso espero.
Continúe un rato observando, pensando en como deberia de entrenar, cual seria la mas ideal para mí.
-oh, con que espiando a escondidas a los sujetos de allá ¿en serio das para ese lado?
Escuche una voz detrás de mi, burlona y jocosa. No me di cuenta de su presencia, fue como si un fantasma hubiera aparecido de repente.
Inmediatamente me gire y le intente dar un golpe, pero lo eludio como si fuera un juego para después darme un golpe con su dedo índice en la frente que me dejo tirado en el suelo.
-Tch, ¿quien mierda eres?
Le pregunte al desconocido con enojo y preocupado ya que podía ser algun infiltrado de un pueblo cercano, apesar de que nuestra aldea esta escondida en el gran bosque, cabía la posibilidad de que algun osado entrara a averiguar.
Su mirada y sonrisa seguía siendo burlona, pero a su vez misteriosa, como si estuviera ocultando algo.
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-mmmm solo soy un simple viajero que andaba de paso y te encontré por aquí espiando a sujetos entrenando fufufu.
Me levante poco a poco, con la mirada fija en el, que continuaba con la misma sonrisa. Empecé a tensar mi brazo derecho atentamente de cualquier movimiento de su parte. Rápidamente lancé una piedra directamente a su cara, el tipo reacciono a tiempo y la detuvo con la palma de su mano.
Aproveche la distracción para correr con todo hacia donde estaban los reclutas para advertir del intruso. Pero antes de poder hacer cualquier cosa sentí de la nada un vacío en mis pies para después sentir el fuerte golpe del suelo chocando con mi cara.
-Nada mal para ser renacuajo ¿sabes? Incluso podía tomarte como discípulo...
-¿Eh? ¡Dejate bromas!
Le conteste con molestia, después del duro golpe contra el suelo. El sujeto seguía con la pequeña sonrisa ladina en su rostro hartandome aún más.
-Fufufu, lo digo enserio. Veo que tienes espíritu y talento, algo difícil de encontrar hoy en día. Y bien, ¿que dices?
Algo dentro de me decía que aceptara la oferta, me lo pedía a gritos a pesar de que el tipo aún es sospechoso.
-Acepto.
¡Demonios! ¿¡Que mierda acabo de decir!?
-Oh. Me alegro de que hayas aceptado estar bajo mi tutela. Pero te advierto, no sera nada fácil.
Su sonrisa confiada aumentó mientras dejaba a la vista sus ojos marrones que mostraban poder y una increíble presión invisible que me dejaba sin aliento.
-En que me metí...
Espero que les haya gustado el capitulo, no tengo mucho que decir xD aponyen con su estrellita comentario y compartan! Eso me ayuda bastante :'D
