Capítulo 2

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.-Cariño ya todos están abajo, apresúrate, no queremos hacer esperar a los invitados.-tocó por tercera vez la puerta mi madre desesperada porque bajara a recibir a todos los invitados del baile junto con ella y mi padre

.-Ya casi termino.-hablé un poco alto para que mi madre escuchara, mientras me colocaba algunas orquídeas doradas en el moño de mi cabello y abría la puerta.-Estoy lista mama.-cerré la puerta detrás de mi aun no muy convencida de si debería hacerlo

.-Estas preciosa querida, serás la chica más hermosa de todo el baile.-alago sinceramente mientras me detallaba con cuidado y tomaba mi brazo sin perder el tiempo bajando las escaleras.-sin duda alguna hoy encontraras a un buen marido.-me sonrió con ilusión, y no pude evitar sentir un nudo en la garganta al pensar en la desilusión que sentirían mis padres si no encontraba marido pronto

Terminé de bajar toda la escalera en medio de mis padres con los nervios de punta y realmente me sorprendí al ver a tantas personas en nuestro salón, todo estaba decorado de una manera esplendida, elegante pero sin dejar de ser único y sencillo. Al llegar al último escalón no transcurrió mucho tiempo cuando un grupo de Señoras se acercaron a mi madre junto a sus esposos y la adulaban por la decoración y la atención de los empleados, seguido de todos los elogios sobre su vestido y el traje de mi padre

Para ser sincera nunca me he sentido muy cómoda con estas cosas, siempre he pensado que esta gente suele reunirse en los bailes solo para criticar y desmejorar a las personas, buscar el más mínimo detalle que para otro seria insignificante y divulgarlos cosa a lo cual no soy participe y muchísimo menos estaría de acuerdo, pero dar tales comentarios en voz alta sería una atrocidad para la sociedad, pensarían que soy una joven insensata, insolente y mal educada a lo cual no prestaría atención alguna pero sé que tal cosa dejaría mal la reputación de mis padres y los destrozaría totalmente, por lo cual procuro guardarlos en mi corazón y solo hablarlo cuando este sola con Alondra, la criada más joven de la casa y desde que tenía 5 años mi mejor amiga a la cual siento como mi hermana.

Su abuela había trabajado toda su vida para mí familia y cuando su hija quedó embarazada de un criado y muriera en él parto, ella se hizo cargo de Alondra. Cuándo la niña tenía 6 años su abuela murió, y debido  a qué aquella mujer había sido básicamente parte de la familia mis padres le permitieron quedarse para acompañarme en todo lo qué necesitara

Muchas veces me ayudaba a vestir cómo lo hacían las criadas.- aunque se lo prohibiera.-, otras simplemente era Alondra, mí hermana de otra madre y luego pasaba a ser mí dama de compañía. En pocas palabras Alondra y yo somos una, jamás estamos separadas

AmaranthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora