Martina.
—Ya tomaste una amor —dije viendo que Santi estaba por sacar otra aspirina del blíster que tenía en su mesa de luz.
—Es que me está matando la resaca.
—Jodete, por tomar y fumar tanto —reí y puse una mano en su pecho haciendo que vuelva a acostarse a mi lado. Le di besos en su hombro desnudo mientras acariciaba su abdomen.
—Que linda sos —me dijo mirándome a los ojos. De a ratos se pone en modo osito cariñoso. Y su mirada de nene tierno me puede.
—Vos también vida —dije sobre sus labios y los acaricié con los míos. Entre besos nuestras lenguas se encontraron.
Santiago me agarró de la cintura y me hizo quedar sobre su cuerpo, con una pierna a cada lado de su cuerpo. Me incliné para llegar a su boca y continué besándolo mientras agarraba su rostro entre mis manos. El pasó las suyas a mis caderas subiendo mi remera, que junto a mi tanga era lo único que tenía puesto.
Mordió mi labio inferior y reí contra su boca. En un segundo me hizo quedar sobre la cama y ahora él encima mio. Me sacó la tanga de un tirón y yo me saqué la remera para quedar completamente desnuda a su vista. Pasó la lengua por sus labios mirándome y sonreí. No hay nada más lindo que sentirse deseada.
Sus manos recorrieron mi cuerpo mientras besaba mis pechos, pasando la lengua por mis pezones y haciéndome estremecer. Arquee mi espalda al sentir que su boca bajaba por mi abdomen, llegando a mi pelvis. Sus besos continuaron por esa zona mientras masajeaba con su pulgar mi punto G.
Estuvo estimulándome así unos segundos para luego pasar a hacerlo con su lengua. Dejé escapar un gemido e inmediatamente me mordí el labio inferior tratando de no hacer más ruido. Llevé una mano al pelo de Santi y lo enredé entre mis dedos, disfrutando de cómo hacía jugar su lengua en mi clítoris.
—Amor...—murmuré entre gemidos. No tardé mucho en acabar, y cuando lo hice el sonrió satisfecho, poniendo sus manos en mis piernas, las cuales temblaban.
En cuanto me recuperé, lo hice caer sobre la cama. Ahora yo quería hacerlo disfrutar. Le quité la única prenda que tenía puesta con mis manos mientras le daba besos en su abdomen, dejando al descubierto su gran miembro. Me volvía loca.
Comencé a masturbarlo con mis manos para luego introducirlo en mi boca. Recorrí con mi lengua la punta del mismo y continué chupándolo mientras cruzaba miradas con Santi de vez en cuando. —No aguanto más gorda, vení.
Sonreí al escucharlo y aunque me hubiese gustado hacerlo acabar, yo también quería tenerlo dentro de mi cuanto antes. Me acomodé sobre su cuerpo y agarré su miembro con una mano para introducirlo en mi interior. Comencé a moverme lentamente, mientras Santi me agarraba de la cola, amasando mis glúteos con sus manos y yo le dejaba besos en su cuello, pasando mi lengua por el mismo.
La excitación tan fuerte que tenía me hacía moverme cada vez más rápido, buscando llegar a un segundo orgasmo. Gemía contra el cuello de Santiago quien también dejaba escapar un par de gemidos cada vez más repetidos haciéndome saber que estaba por acabar. —Adentro, porfa — le dije y mordí mi labio inferior mirándolo a los ojos.
Escucharme decir eso lo hizo llegar al éxtasis. Suspiré al sentir sus fluidos recorrer mi interior y me estimulé con mis dedos para llegar al orgasmo junto a él.
Caímos rendidos los dos en la cama y nos abrazamos fuertemente,tapándonos con una manta. Santi me dio un beso en la frente y yo dejé uno en supecho. Nos dormimos un rato así, hasta que unos golpes en la puerta noshicieron despertar.
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Enamorada del diablo. || YSY A
FanfictionDespués de un beso con veneno se endiabló conmigo.