Crowley sonrió y siseó por lo bajo.
"¿Así tratas a un demonio que busca posada?, pensé que a los tuyos les gustaba abrirles la puerta a los necesitados".
Azirafel se apartó dejándolo pasar, no sin que un rubor le llenara el rostro; claro que en el cielo eran buenos para ayudar al prójimo.
"Es en serio" se apuró a cerrar la puerta "si esto no es algo urgente..."
El demonio se quitó el abrigo húmedo y lo dejó encima del mostrador frontal de la tienda.
"Mira, sobre lo que dijiste en la mansión" se revolvió el pelo "bueno, eh, lo que tu dijiste...no, más bien, perdona si te asusté o algo".
"¿De qué hablas, querido?"
"Lo que pasó en la mansión, con las pistolas..."
"Tú me dejaste claro que se salvarían, ¿no?" sonrió "sé que eres bueno, al menos bastante bueno para tratarse de ti".
Crowley se metió en la mano en los bolsillos del pantalón y bajó la mirada.
"Es bueno saberlo" rio un poco "lo de qué no te asusté, aunque con eso de ser bueno, ¿cuándo dejarás de joderme con eso?"
Sin decir nada, Azirafel formó una esfera de luz en su mano y apagó las luces de la tienda.
"Será mejor movernos" dijo "hay muchos ojos a estas horas".
Aunque Crowley no dijo nada, se le vio animado de repente, casi con ganas de dar saltitos ante la invitación de su compañero.
Y es que ellos eran eso, compañeros o puede que algo más, a ratos. Porque era normal, se repetía el demonio, pasar milenios con un enemigo se volvía costumbre, sobre todo cuando ese "enemigo" había dejado de serlo hacía mucho.
Cuando entraron a la trastienda y Azirafel le invitó a sentarse, Crowley se sintió inadecuado, como si el techo fuese demasiado bajo y sus piernas muy largas.
"¿Qué leías?" dijo por llenar el espacio con ruido.
Azirafel se apuró a quitar los pergaminos y el libro que estaba sobre la mesa, guardando todo en un viejo baúl del siglo XV que le había regalado un rey.
"Oh, solo repasaba algunas cosas, ya sabes" escupió las palabras "inventarios y eso, ¡cosas!"
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PILLOW TALK
FanfictionEste fan fiction toma lugar en una parte específica del libro de GOOD OMENS: justo en el momento en el que Crowley deja a Azirafel en su tienda de segunda manos tras intentar buscar registros del nacimiento del anticristo. Los dos ven el libro que A...