Soñé. [JimSu]

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Habían pasado ya cinco días, no habían recibido noticias de los alfas que habían salido de cacería, Jin estaba igual de nervioso que Yoongi, pues Namjoon le daba señales de que estaba vivo, pero no que estaba sano o sin heridas, al tercer día habían iniciado un toque de queda muy corto, decían que no podían salir pues los avistamientos de cuervos estaban siendo más constantes. El riesgo de ataque estaba en luz roja.

Jin dormía con él, estaba nervioso,y Yoongi le oía llorar durante las noches mientras este seguramente hablaba con Namjoon a través de su lazo, o recibía señales de que estaba vivo. Entendía el sufrimiento del mayor, se trataba de su pareja de toda la vida prácticamente, tenía miedo a quedarse solo y sin él, sin quien le amaba, y por supuesto, eso implicaba que Jin también moriría, su marca comenzaría a pudrirse hasta que por fin Jin muriera, y si no, Jin tendría que buscar otro alfa. Claro que posiblemente estábamos exagerando, pero Jin no podía evitar imaginar que sucedería si simplemente todo fallaba.

Yoongi por su lado, se la pasaba intentando consolar al omega, decirle que todo saldría bien, que no tenía nada que temer, pero él también tenía miedo a perder a Namjoon, a quien consideraba su padre prácticamente.

Y entonces, ese día decidió huir. Iría a ver que estaba sucediendo en el bosque, el porque los alfas aún no podían regresar, que les estaba deteniendo de esa manera que estaba haciéndole problemas a su amado Jin. Tomo su mochila, hecho en ella un par de cuchillos, sogas, una navaja en el bolsillo y un poco de agua y comida simple.

Salió y logró pasar desapercibido de todos los guardias lobos, cosa que no había sido sencilla, se había tenido que restregar en tierra para neutralizar su aroma, la neutralización duraría al menos hasta la mañana siguiente. Pasadas unas horas, ya se encontraba buscando por todo el bosque a los alfas, sin saber que estaba a la mira de un cuervo que llevaba un par de minutos siguiéndole ágilmente sobre el cielo.

Llevó siguiendo a este lobo, es tierno, parece que sabe defenderse. Se ve bien armado. Espero que sepa la sanción a infringir en territorios ajenos...

Yoongi se detuvo un momento, correr era cansado considerando que llevaba haciéndolo aproximadamente una hora, y fue entonces cuando sintió aquel impacto contra su cuerpo, no logró ver a su atacante, pero supo que era un cuervo gracias a sus enormes alas de color negro. Ese cuervo se había lanzado contra Yoongi, tirándole al piso, Yoongi se movía para defenderse, pero el agarre era aún más fuerte.

No tardó mucho tiempo para que Yoongi pudiera sacar una pequeña navaja, y dar un pequeño golpe, sin embargo, este golpe no le dio donde quería, sino en el brazo, haciendo al cuervo sobre saltarse y soltar a Yoongi, quien actuó rápidamente para poder lanzar dicha arma, era obvio que el cuervo actuó más rápido, aunque le des concentró a Yoongi fue que este se le quedo mirando.

—¿Qué?—Preguntó Yoongi con cierta confusión, claramente de forma bastante grosera mientras volteaba para cubrir sus pequeños parámetros, no había nadie más ahí que ellos dos, se dio cuenta de su imprudencia, pero el otro no atacaba, lo cual ponía más nervioso a Yoongi.

—Eres un omega.—Le dijo el otro, su voz sonaba sorprendida y a la vez, se veía un poco preocupado—¡Joder!—Se quejó mientras soltaba un gruñido, un gruñido desde lo profundo de su estómago que hizo a Yoongi asustarse—No puedo herir a omegas, dime que estas bien, ay, Dios mío, ¿¡porqué vienes a estos lugares!? ¡pude haberte matado de no ser que reconociera tu aroma de omega!—Yoongi se quedo paralizado al percatarse de algo: su aroma estaba neutralizado, él mismo no podía olerlo, ¿porqué el otro sí? Y fue entonces cuando se dio cuenta de otra cosa, un tatuaje, justo en la mejilla izquierda, un sol con unas cuantas estrellas blancas, su temor fue más, ¿y si su pareja destinada era un cuervo? ¿qué iba a hacer? No podría estar con él.

Sus ojos eran de un intenso amarillo, y su cabello era rubio rizado, sus alas podrían hacer juego si fuesen de un magnifico color oro, pero por genética de cuervos, estas eran de color negro, con la peculiar anomalía de que eran más grandes que el promedio, prometiendo así gran fuerza en ellas. Yoongi estaba embobado detallando cada mínimo detalle de aquel chico enfrente suyo hasta que este volvió a mirarle, haciéndole reaccionar.

—¿Cómo sabes qué soy omega?—Preguntó, hace mucho tiempo la idea de que un alfa era alguien trabado con su cuerpo, con músculos por todos lados se había desvanecido, ahora habían alfas muy delgados, por lo cual su cuerpo no era el pretexto, el cuervo le miro con confusión y solo agitó su cabeza.

—Qué pregunta, es obvio que es por tu aroma a coco, es relajante y suave, un aroma digno de un omega—Respondió el otro con simpleza, después revolviéndose el cabello—¿Qué?—Preguntó al ver el rostro estupefacto de Yoongi.

—Mi aroma esta neutralizado.—Dijo, el otro negó.

—No, no lo está, es imprudente que vengas al bosque, a límites de territorio sin tu aroma neutral. —Respondió—Por eso te encontré.—Yoongi solo suspiro, y volvió a regresar la negación.

—Solo tú puedes olerme. —espetó, y este comenzó a olfatear, dándose cuenta de que era verdad, el olor de Yoongi estaba mezclado con el de la tierra de forma un poco más fuerte, pero descartó toda posibilidad de algo, así que se decidió por ir directo al grano.

—¿Estás bien? Fui sumamente brusco.—Dijo, acercándose, el lobo puso resistencia, no lo culpaba, él mantenía sus alas en posición de defensa, aunque el se apresuro a ver su brazo.

—Tu brazo esta herido, deberías irte. Si alguno de los de mi manada me percibe, creerán que es un secuestro.—respondió Yoongi, el cuervo negó.

—No saben que estoy aquí.—Respondió.—Nadie lo sabe.