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Al día siguiente, Yoongi había despertado un poco tarde, siendo que ese día Namjoon se iría de caza y se quería despedir de él, cómo siempre lo hacía. Sin importar las feas ojeras que ahora mismo se estaba cargando por dormirse hasta las tres de la madrugada. Despertó, se acomodó un poco el cabello y sintió el aroma del desayuno viajar hasta su nariz, sintiéndose deleitado por el aroma que llegaba, el cual sino se equivocaba se trataba de huevos fritos con tocino. Se relamió los labios y su cola se agitó un par de veces, emocionado, siempre le emocionaba comer junto a ellos. Junto a su familia.

Salió de su habitación casi brincando de la emoción, aunque no tanto pues algunas cacerías llegaban a durar más de un día, prolongándose hasta una semana.

—Buenos días.—Dijo Yoongi, sentándose justo al lado de Namjoon en la mesa, que bueno, no fue realmente a su lado pues la mesa era circular pero pues, estaba cerca de él.

—¿Cómo dormiste?—Preguntó SeokJin con una sonrisa dulce, Namjoon por su lado parecía totalmente embobado con los movimientos de Jin en la cocina.

—Bien, ¿y ustedes?—Preguntó Yoongi con una sonrisa dulce, viendo a Namjoon voltear, saliendo de su trance.

—Genial.—Se limitó a decir el alfa, a lo que Yoongi solo soltó una pequeña risa pícara. Un momento después, Jin sirvió el desayuno, y luego tomo asiento con bastante calma. Aún era temprano, pero Namjoon siempre había dicho que entre más temprano, mucho mejor, lo cual Yoongi algunas veces no entendía pues él adoraba dormir. Claro, sabía que se refería a que así podría terminar más rápido lo que hacía, pero igual a Yoongi no se le quitaba lo flojo algunas ocasiones.

—¿Qué cazarán esta vez?—Preguntó de forma curiosa SeokJin, viendo a Namjoon que alzó una ceja. Bueno, no era una pregunta sencilla de responder.

—Bueno, no lo sé, tal vez algunos ciervos.—Respondió un poco inseguro ya que su caza variaba, y muchas veces no solo cazaban ciervos, sino también algunas avecillas y uno que otro oso, su suerte siempre era distinta.

—¿Qué ha sucedido con los cuervos?—Preguntó rápidamente Yoongi, un poco nervioso. Quería saber que sucedía pues si en caso de que una guerra se diese, él estaría ahí para poder ayudar a todo aquel a combatir, quería ser como su madre y ser un héroe. O al menos, poder ayudar en algo.

—Los avistamientos han aumentado, pero no hay ningún ataque.—volvió a decir, tomando un trago de jugo y luego suspirando.— Tal vez nos quedemos un día más en la cacería, para lograr identificar quienes son los cuervos y arreglarlo de la mejor forma posible.—Namjoon no quería admitirlo, pero muy posiblemente eso solo terminaría con un inmenso número de muertos.

—Yo quiero ir contigo.—Las orejas de Yoongi permanecieron atentas, y Jin les miro con sorpresa, no tardo en tomar las manos de Namjoon pues este algunas veces era algo impulsivo.

—Yoongi...—Murmuro el alfa, bajando su mirada, tratando de encontrar las palabras adecuadas para poder decirle que no podía ni debía ir, era un omega y al ser el único que iría, seguramente si un ataque se daba al primero que atacarían sería a Yoongi, y seguramente aprovecharían para abusar de él en caso de que la situación fuese muy tensa, lo cual sería peligroso porque la mayoría de esos omegas abusados terminaban muertos. Y si no, los animales eran sumamente fuertes, un mal golpe y el omega terminaría lastimado. Y bueno, Namjoon no quería perder a Yoongi.

—Soy un omega, ¿es por eso que no quieres que vaya? No soy débil.—Dijo, con más seriedad, Namjoon negó y suspiro un poco, tratando de hallar aún las palabras.

—Te atacarían a tí fácilmente.—Respondió y luego después suspiro.—En verdad, se aprovecharían de tu jerarquía en caso de ataque, y si un animal te llegase a atacar y no te puedes defender, será un problema grave.—Explicó, y el omega se quedo callado bajando su mirada ligeramente. No encontró las palabras para responder, pero SeokJin se adelantó.

—Él tiene razón.—Dijo, suspirando.—Mejor...¿qué te parece si te ejercitas aquí en casa? Así ganas cuerpo y fuerza, y tal vez te acepten para ir de caza con los alfas.—Explicó, Namjoon miro a Jin un poco sorprendido por lo que había dicho en ese momento ya que habían altas probabilidades de que no lo aceptaran y en cambio, lo rechazaran solo por su jerarquía. Pero no quería quitarle la ilusión así que no se negó, igual Yoongi no le afectaba, en cambio le beneficiaba. Nada les aseguraba que algún ataque, ya fuese de animales o de otra raza, no fuese a suceder dentro del Reino, así que en ser ese caso, posiblemente Yoongi podría incluso ayudar a proteger a algunos que ahí estaban, así que nada perdía.

Los ojos de Yoongi se iluminaron ligeramente. Él estaba dispuesto a ayudar a todos, por lo menos ayudar a quienes sus manos alcanzaran, lo cual le hizo asentir rápidamente.

—Lo haré.

Soñé. [JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora