Ruinas y destrucción banal

Deshecho de tecnología

Un celular, un niño, una vida,
dos barras de señal y tres lápidas.

Antes los niños eran, fuimos náufragos, socios del lodo, algunos creían en piratas y bandidos, otros pensaban en lugares malditos, embrujados e inclusos santos pero en su devoción algunos se ahogaron, se dejaron llevar por la lujuria de los adultos, quisieron respirar deshechos de la industria porque convirtió el humo en un lujo, pobres infantes queriendo robar calzoncillos y vivir de y en videojuegos.

¡En la red están a salvo!
¡Jugando, riendo, aprendiéndolo todo!
Y es que el mundo puede ser explorado al presionar un botón.
¡Qué mal que la mayoría de lo descubierto no es apto para mentes en desarrollo!

Los libros para siempre han sido olvidados, dejando en ellos los últimos recuerdos de cuando en las calles jugando había niños pero aquel testigo en letras recuerda que al terminar el juego entre lodo y moretones esperaba paciente aquel castigo con látigo de esperanza y chancla milagrosa que a golpes devolvían a cualquiera al buen camino.

Las generaciones pasaron, el odio se fue desterrando y la tecnología trajo un nuevo mundo donde nos mostró lo que estaba mal, ¿gracias globalización?

Ahora lector deja de leer ve y se un desecho de la la tecnología, tu mensaje de aquel usuario a sido respondido espera diez horas por otro y un segundo por los mensajes de relleno que has sido inconscientemente obligado a responder, ¡bravo has llegado al final!
contesta este cuestionario y seremos amigos.

¿En verdad crees qué hemos evolucionando?

¿A donde te llevan tus pasos?

¿Por qué vuelves a donde mismo y si te vas queda un recuerdo?

¿Seguirás viendo esta tonta pantalla pensando que es algo productivo?

Rectifica tu respuesta anterior.

¿En verdad has vivido?

¿Buscaras en la letras una pista de lo qué en verdad es haber vivido?

¿Cómo has llegado hasta este punto?