Boy With Luv ᴷⱽ

❝ σαράντα δύο ❞

Luego de darse una ducha, al salir del baño Jungkook revisó sus notificaciones de todas sus redes sociales. Todas eran felicitaciones de su cumpleaños, pero la primera que abrió de tantos fue el de su novio.

Sonrió dejando ver sus dientes al ver los corazones y una foto suya al final. Jungkook amaba su carita de recién levantado por la mañana y daría todo por estar ahí para verlo de cerca todos los días.

"gracias Taebebé. Estoy emocionado por verte, tú haces que este día sea aún más especial para mi "

Apretó la tecla de enviar y lanzó su celular sobre su cama para vestirse con su uniforme para el equipo de basketball.

Aunque fuera su cumpleaños, asistiría a cada una de las clases de deportes y hasta trabajo social que tenía para ese día.

Al estar en tantos clubes y equipos podías hacer varios amigos. Así todos te felicitarían y llenarían el espacio que su familia debería hacer.

Pero Jungkook solo tiene a su padre y a su madre. Es hijo único, su madre es hija única y jamás conoció a su tío por parte de su padre. Además, sus abuelos paternos vivían en una región muy apartada de China y sus abuelos maternos murieron hace años. Tampoco tenía primos...

Bajó con su mochila con cosas que necesitaba sobre su hombro y se asomó en el comedor. Como era de esperarse, no había nadie excepto Sumni.

— feliz cumpleaños Jungkook — dijo ella con un pastel entre manos y una sonrisa acogedora

— gracias — respondió conteniendo sus lágrimas

— oh Jungkook — Sumni dejó el pastel sobre la mesa y se acercó para abrazarlo — tus padres te aman y lo sabes. Solo que les cuesta expresartelo...

— está bien Sumni — Jungkook se separó secando sus mejillas con el borde de su camiseta — ¿de qué es el pastel?...

— bueno. Tus padres me ordenaron que te comprara uno de zanahoria y repollo pero... Hice uno de oreo y fresas, el que te gustaba de niño...

Jungkook sonrió con emoción y se sentó frente al pastel:— creo que una rebanada de desayuno no me hará daño

Sumni acarició su cabello

— está bien. Te serviré una porción porque esto no pasa todos los días, pero solo por hoy

— ¡¡gracias Sumni!!

◇

El azabache sentía que engordaba de tantos pasteles comer de distintas fiestas que le hicieron alrededor del día. Salió con cada uno de sus amigos de los distintos clubes por la mañana y tarde. 

Jungkook comprendía que, al tenerlo todo, a las demás personas se les dificultaba regalarle algo que de verdad le gustaba y por lo general siempre terminaban compartiendo un almuerzo juntos o una salida a donde sea.

Movió la hora de la fiesta en su casa para la tarde antes de que cayera la noche. Tenía planeado pasar el resto del día en casa de Taehyung.

Durante la fiesta, Jungkook se sorprendió al ver que sus padres no habian aparecido en todo el día. Ni siquiera en su casa, ni un mensaje de texto ni nada.

Yoongi quien lo miraba desde hace rato, se acercó a él y le colocó un vaso de alcohol en sus manos

— no tomo hoy — respondió el azabache dejando de lado su celular

— ¿traes alcohol a tu fiesta para que todos tomen y tú no lo harás? — Yoongi tomó un sorbo y carraspeó — nos quieres matar al parecer

Jungkook rió

— sé cuales son mis límites al tomar, pero prefiero estar sobrio para llegar a casa de mi novio... No le gusta que tome

— ah que aburrido — Yoongi se terminó su vaso y tomó el de Jungkook — no me mires asi Jeon... Sé que no chateabas con tu novio, buscabas mensajes de tus padres

Jungkook apartó su mirada hacía la pista de baile. Todos se veian felices y disfrutaban de la fiesta

— debes olvidarte de ellos. No te hacen feliz

— que fácil es decirlo Yoongi — el azabache dejó que su cuerpo descansara sobre el sofá — gracias — le dijo a una de las chicas que servia el plato de bocadillos, Jungkook tomó los que cabían en su mano — Yoongi... no veo a mis padres en mis fiestas de cumpleaños desde que tengo cuatro años, tampoco me felicitan desde entonces. Lo único que pido ahora es un mensaje de feliz cumpleaños...

— en mi opinión... Si nunca cuidaron y se preocuparon por ti es mejor dejarlo así y dejar de insistir...

— a qué te refieres? — habló el menor con su boca llena de palitos de jamón y queso

— irte de casa. Ya sabes, empezar a vivir solo...

Jungkook lo pensó

— Jeon, no lo pienses mucho. Te limpias el culo con dinero, tu puedes decidir si mañana mismo compras una casa o un penthouse. Además, cuantos años tienes? Dieciocho? Diecinueve?

— Diecinueve. Y no es tan fácil como dices — lo interrumpió Jungkook — pero tomaré a consideración tu consejo — chequeó su reloj — creo que ya me tengo que ir. No quiero que se me haga tarde

Jungkook terminó su fiesta y sacó a uno por uno de su casa, desde la habitación de proyecciones hasta su sala de videojuegos. Se despidió de cada uno con una sonrisa y un abrazo  mientras estos le dejaban sus regalos en la entrada.

— ¡M-Mingyu! ¿¡Qué carajo haces!? — Jungkook se percató de la presencia de su amigo cuando olió algo extraño — que tienes... ¡Mingyu!

— argh, ¡otro poquito anda! — Jungkook empujó a Mingyu lejos de la mesa de centro de la sala al ver ese polvo blanco esparcido

— no te juzgaré. Pero en mi casa nadie se mete esas porquerías. Por un demonio que haré ahora... — Jungkook rascó su nuca mientras miraba hacia todas partes para buscar algo con que sacar esa droga sin tocarlo con sus manos — Mingyu saca esa porquería de aquí y consumela afuera. ¡Rápido!

— cálmate viejo. Te invito una — Mingyu palmeó su hombro, Jungkook rió

— no gracias. Enserio apúrate que debo irme y Sumni no puede ver esto.

Su celular sonó sobre el sofá, corrió para contestar

— ¡bebé!... Si acabo de terminar la fiesta... No... Pasó un inconveniente con Mingyu pero ya voy para allá, no te preocupes Taebebé... está bien. Te amo corazón

— que cursi te volviste Jeon — Yoongi se sentó en el sofá y le arrebató su celular 

— ¡hey dame eso! — Jungkook se lo quitó rápidamente

— ti imi michi taibibi — Mingyu se burló poniendo ojitos

— yi timbin ti imi bibi — Yoongi le siguió

Jungkook rió: — yah, no es gracioso. Mingyu termina con eso

— seguro no me dejaste revisar por que tenias sus packs ahí

Jungkook se cruzó de brazos: — los tenga o no, igual no se los dejaría revisar

— hey, ¿cuando lo conoceremos? Somos tus mejores amigos, quiero saber si ese chico es bueno para ti

El azabache rodó sus ojos

— se los presentaré cuando maduren un poco y dejen de burlar de él