Alguien para ti

"Estoy saliendo con Hakuba-kun" dice Aoko y agita plácidamente un terrón de azúcar en su té, como si no hubiera anunciado la llegada del apocalipsis.

Kaito parpadea una vez. Luego dos veces. Entonces trata de averiguar si ha sido lanzado a una dimensión alternativa. Poirot se ve igual que hace cinco minutos, pero tal vez Kaito se haya vuelto completamente delirante. Aunque, piensa, mientras observa la expresión despreocupada de Aoko, tal vez no sea él el delirante.

"Lo siento" responde finalmente después de un largo momento tratando de encontrar las cámaras ocultas que tienen que ser parte de este montaje. "Pensé que habías dicho que estabas saliendo con Hakuba".

"Lo estoy" responde Aoko. Ella sorbe su té.

"No, pensé que querías decir, como, románticamente. Al igual que, saliendo románticamente con Hakuba" intenta Kaito. Agita sus manos, sacudiéndose, y casi golpeando en la cara a un camarero que pasa. "Como en novio-novia, chocolate del Día de San Valentín, sexo en la tercera cita". Y oh Dios, Kaito acaba de pensar en Aoko y Hakuba en un contexto sexual. Un consexo. Oh Dios. No hay suficiente cloro en el mundo para resolver este problema.

"Lo estoy" Aoko permanece obstinadamente sin impresionarse. Ella le da el tipo de mirada que fácilmente podría arrasar con una cuadra de la ciudad y cruza las manos frente a ella, desafiándolo a tener un problema con eso, lo cual, desafío aceptado. Desafío tan duramente aceptado.

"¿Qué pasa con Morinaga de la cafetería?" dice Kaito, casi desesperado. "¿El Oficial Suzuki? ¿O Tanaka de la tienda departamental? ¿O cualquier hombre que no sea Hakuba?"

"Morinaga-kun es un buen tipo. Me gustó más que todas las otras citas a ciegas terriblemente pensadas con los que me hiciste salir" Aoko ofrece. Kaito sonríe antes de que ella lo señale con un dedo acusador. "Pero el oficial Suzuki está casado".

"¡Se está divorciando!"

"Tiene cinco hijos y una gran cantidad de equipaje emocional Kaito. Estoy bastante segura de que está constantemente deshidratado por llorar hasta dormir cada noche". Kaito grazna, primero porque Suzuki es un tipo realmente genial debajo de todo el llanto y la bebida y segundo porque guau, duro, honestamente. Aoko le da una mirada juiciosa. "Y Tanaka-kun trabaja en el mostrador de maquillaje de la tienda departamental Kaito. Estoy bastante segura de que no está interesado en las chicas".

"Um, eso es sexista, o algo así". Kaito frunce el ceño. "Algo así. Probablemente".

"Pasó toda nuestra cita preguntando si era o no tu tipo. También me dijo que te diera su número". Aoko levanta las cejas, sabiendo que ha ganado y bien, caso logrado. Kaito se desploma hacia atrás mientras alcanza su té, derrotado. Parece que su plan para evitar que Hakuba hundiera sus asquerosas garras de detective elitista en Aoko fracasó.

"Mira, pase por todas esas citas porque sabía que no te sentías cómodo conmigo saliendo con Hakuba-kun, por una razón juvenil y probablemente estúpida" dice Aoko con amabilidad. Ella le da una palmadita en la mano. "Pero entonces decidí que me importaban menos tus extraños complejos que mi propia felicidad. Así que tendrás que lidiar con eso". Su sonrisa se vuelve azucarada. "Puedes ser la dama de honor en la boda".

Kaito golpea su frente contra el azucarero en su intento de dejar caer su cabeza sobre la mesa. Probablemente sea una metáfora sobre algo, piensa con tristeza.