XXIV

569 45 3
                                    

Jughead:

Mientras los niños Andrews están en la escuela y Archie en el trabajo yo estoy solo en esta enorme casa, debería adoptar un perro eso me mantendría ocupado mientras no hay nadie y mi mente no estaría siempre pensando en el sexo con Archie.

Estaba lavando ropa ya que no me gusta ser un invitado que no haga más que estorbar. Me dispongo a doblar las prendas limpias y separarlas por el dueño, la ropa de Brooke era muy femenina y combinaba con todo hasta con la ropa interior de encaje debo admitir que tiene buen gusto pero me parece demasiado sexy para una adolescente.

La ropa de Demián era completamente distinta, era de colores oscuros y tristes; me preocupa el chico, parece estar mal.

Terminó con la de Archie y aún tiene su dulce aroma masculino que me vuelve loco y me da una rara sensación que me agrada.
Cuando la acomodaba en los respectivos cajones entre al cuarto de Brooke, estaba algo desordenado y sobre la cama se encontraba un sostén rosa pastel con encaje blanco, me disponía a ponerlo en su lugar pero una voz me asustó.

- Parece que encontraste mi regalo para ti, Jughead - dijo Brooke con una sonrisa pervertida-.

- Solo estaba acomodando la ropa que lave, pero podrías hacerlo tú; yo lo entiendo si te sientes incómoda.

- No, me gusta como se ve mi ropa entre tus dedos - entró al cuarto y se sentó en la cama con la pierna derecha sobre la izquierda-.

- Cambiando de temas ¿Por qué estás tan temprano en casa? ¿Ni tienes clases? - dije rápidamente para no seguir hablando de cosas de mayores con una chica de 17 -.

- No quería estar en historia así que fingi que estaba enferma. Iré al centro comercial con unas amigas, lo que me recuerda...- comenzó a quitarse la blusa y yo solo me gire para no verla-.
- ¿¡Brooke que haces!?

- Me estoy cambiando ¿No es obvio?

- Al menos espera a que salga

- ¿Por qué? ¿A caso no te gusta lo que vez? -se plantó frente a mí y lo único que hice fue salir sin hacer contacto visual-.

- ¡Tienes 17 y actúas cómo...!

- ¿¡Cómo qué!? Una prostituta, te diré algo Jughead Jones -estaba bastante molesta - está actitud me ha ayudado a ser la más popular y valla que disfruto que los hombres me desen, tengo para escoger.

- Tranquila, no es lo que quería decir - claro que verá justo lo que quería decir pero yo le hubiera cambiado algunas palabras -.

- Todos piensan que soy una cualquier y no es así - comenzó a llorar y solo puede abrazarla -.

- Eres más que eso Brooke, eres una gran chica y en el poco tiempo que te conozco ya te he tomado cariño como si fueras mi hija - acaricie su espalda semidesnuda-.

- ¿¡Qué está pasando aquí !?- mierda era Archie y nos encontró en una posición comprometedora -.

- No es nada - dijo la pelirroja despegando se de mi -.

- Ponte una camiseta ahora - Archie desvío la mirada -.

La chica se puso una blusa blanca y salió del cuarto como si nada, no sin antes lanzarme un beso estando en el marco de la puerta...¡es una...!

- Ahora si puedes explicarme - dijo mi novio -.

- Es algo dramática.

- Dime algo que no sepa sobre ella - río mientras se acercaba a mí con una sonrisa pícara - tengo un tiempo libre para comer y estoy viendo algo delicioso justo frente a mí - susurro a mi oído haciéndome estremecer-.

- También tengo ganas de algo así - lo tomé de la mano llevando a la habitación y tirando sobre la cama-.
Comenzamos a besarnos apasionadamente y nos separamos por falta de aire, sus hermosos ojos marrones estaban sobre mi .

- Te amo Jughead - cuando dijo eso me sentía la persona más importante y afortunada del mundo -.

- Yo también te amo Archie, pero te amaría mucho más si me hicieras lo que más me gusta.

Con una sonrisa comenzó a besarme todo el cuerpo y sabiendo usar bien la boca me dió placer por al menos una hora, hasta que llegó el momento de regresar al trabajo. Me dejó solo con mis pensamientos en esa gran casa.

¿y si compartimos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora