Hace un poco más de un año, los cuatro hermanos habían subido a la superficie con total confianza, sin temor a ser llamados monstruos o fenómenos, aun así ellos ya llamaban la atención por ser cuatro jóvenes bien parecidos ante los ojos de algunas que se topaban con estos por las grandes calles de Nueva York. Hermanos, no parecían, pues cada uno de ellos era diferente y único en personalidad, carisma y físico pero siempre decían que eran hermanos aun si la gente no les creía.
Un gran cambio para ellos, desde que sus ojos se acostumbraron a la luz del sol y dejaron de usar el antifaz de color de tela. Cambiaron sus armas por ropa que usaría cualquier adolescente e incluso su cabello ya podían presumir.
¿Eran felices?
Pues si, siempre habían querido una vida así, el único defecto es que ahora el patrullar Nueva York por las noches ya era algo imposible, su tiempo ya estaba ocupado en otras cosas, no mas importantes pero si lo suficiente para dejar eso aun lado. Además su cuerpo ya no aguantaría todas esas batallas que ya habían librado, si antes caían por las escaleras no pasaba nada más que unos raspones, aunque puede que aún mantengan un poco de esa fuerza sobre humana pero ya no era la misma. El mutagéno les dio capacidades asombrosas en sus primeros dieciséis años, ahora poco o nada quedaba de este en su sangre.
Aunque claro, aún mantenían su entrenamiento por cualquier cosa y también para no perder la forma.Era parte de su sacrificio por tener una vida tan perfecta, no hay mas que hacer.
Aquella noche, los cuatro caminaban por las calles cubiertas por la escarcha blanca con la que tanto les gustaba jugar cuando eran niños. Las luces iluminaban hasta el mas mínimo rincón de oscuridad, doradas, azules, rosas y rojas mas se veían.
Te llenaba de felicidad ver tanta gente, con abrigos y gorros, con las manos llenas de regalos, otros con bolsas de papel, tomados de la mano y siempre llevando una sonrisa mientras todos se deseaban "Feliz navidad" aun si ni siquiera se conocían.Los cuatro llevaban en brazos bolsas del súper mercado y de tiendas de regalos. El menor de ellos junto sus manos y dejó salir el vapor blanco de su boca para calentarlas.
— ¡si dentro de unos días es navidad, eso quiere decir que santa va a venir!. — dijo Mikey emocionado — ¿qué me va traer esta vez?.
— Mikey tu ya estas grande, dejale eso a los mocosos. — dijo Rafael quien caminaba delante de el
— ¡eso no es justo, aun no somos adultos!. — reclamo
— no. — dijo ahora Leonardo, este se encontraba junto a Rafa — pero, niños ya no somos y por eso ya llevamos estos regalos, para ti y para los demás. — dijo amablemente
— ¡entonces el Santander se olvidara de mi!. — dijo desesperado
— ¿Santander?. — preguntó Donatello a su lado. Estaba a punto de reír
— es el nuevo nombre que le puse Donni, ayer veía un comercial de bancos y le queda muy bien. — dijo guiñando uno de sus ojos celestes
Los cuatro reían por la estupidez de Mikey, ahora doblarían la esquina de unos edificios para llegar a su casa que ya no eran las alcantarillas, si no un gran y bonito monasterio estilo japonés que a Splinter le encanto desde que lo vio. Grande y de color rojo oscuro por fuera, y en su jardín un cerezo que pidieron por correo.
— esos chicos que pasaron …. — mencionó una de las dos amigas que se encontraba detrás del cristal de un pequeño restaurante
— si, hace tres meses entraron a la escuela. — respondió la otra — imposible que sean hermanos, yo sinceramente no les creó.

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VERDADERA FORMA [TMTNXLectora] CANCELADA
FanfictionDespués del incidente en el laboratorio TCRI los cuatro hermanos habían conseguido ser humanos, sin embargo aun la fórmula no estaba completa por lo cual el tiempo podría ser limitado. Para ________ quien su vida podría considerarse "normal" cambio...