fin y comienzo

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- Acuérdate de coger cita- me recordaba la psicóloga al salir-.

La hice caso y fui al mostrador, encendí el teléfono y para mi sorpresa me encontré una llamada perdida del rubio. Salí de la clínica y le volví a llamar. Un toque, dos toques y al fin su preciosa voz al otro lado de la línea.

En esa corta llamada me dijo que le gustaría volver a verme y que le caía muy bien. Yo le aseguré que era mutuo y le insistí en vernos al día siguiente. Él me dio una hora y un lugar y más contenta que unas castañuelas volví a casa esperando como loca el día siguiente.

Pasó la noche y me levanté sin ganas (pues antes iba a ver a mi actual pareja para romper con ella) pero a la vez con mucha ilusión. Cogí mis cosas y salí de casa.

Un par de horas después llegué al campus de la complutense, caminé hasta la facultad donde me encontré con mi futuro ex. Nos alejamos de la marabunta yendo a unas escaleras en desuso donde hablamos y acordamos con lágrimas en los ojos que lo mejor era dejarlo definitivamente.

Horas después, a la hora acordada llamé a mi nuevo amigo (al menos de momento) pero no obtuve respuesta. Probé minutos después y ocurrió lo mismo, deshecha y triste me despedí de mi ya ex y fui al lugar acordado. Esperé media hora y desesperada llamé a Diego esperando poder verle y que me consolase un poco.

Media hora después salía de la estación de Pavones para ir a su portal. Una vez allí bajamos a un parque cercano y empezó a contarme sobre su carrera ya casi acabada, sobre lo pesada que era su novia y sobre la política del momento. Al rato paró y me miró fijamente:

-Ahora me contarás tu- insistió- ¿ya dejaste a Daniel?-.

-si- respondí medio rota- lo dejamos hoy porque...-.

-porque estás enamorada de Guillermo-supuso-.

-enamorada no- aclaré- me gusta-.

-se notaba mucho- dijo- tenías un brillo muy especial en los ojos-.

No sabía que responder, le miré y le pregunté si quería oir el porque de nuestra ruptura. Él aceptó y yo le empecé a contar desde que la cosa se torció tres meses atrás.

-la cosa es que se mete demasiado en mi vida- comencé- o se metía- luego está lo que pasa entre tu y yo- continué- y ahora que me gusta Guille- terminé-.

- y con él- cuestionó- ¿Qué tal?-.

-Pues bien y mal- contesté- ayer me llamó diciendo que hoy nos podíamos ver y hoy no lo cogía y no llegaba al lugar-.

-Calma nena- me reconfortó- él es así- le dio un trago a su cerveza- dale tiempo-.

Dicho esto me fui para la estación de metro. ¿me llamaría de nuevo?¿habría hecho algo mal para que me ignorase?

c7 de madrugadaWhere stories live. Discover now