0.02

106 15 11
                                    

Los estudiantes de la clase 1-A sintieron el verdadero terror cuando vieron a su maestro Aizawa, convertirse en un joven de diecisiete años, justo frente a sus ojos y en medio de una clase.

El mismo Aizawa parecía confundido, que se supone que hacia el parado allí frente a esos niños, acaso no debería estar en clase? Estaba seguro de que le regañarían por estar allí parado como idiota, aunque no entendía bien el porque se preocupaba, no era la primera vez que lo regañaban. Ademas, al ver a esos chicos que tenia en frente, sentía que se olvidaba de algo importante. No entendía el porque sentía el querer regañarlos por quedarse allí, viéndolo como idiotas en mitad de esta situación.

–Que mierda le paso al Aizawa? – escucho como pregunto un chico de cabellos rubios.

Nadie le respondió al rubio con mal carácter, pues la mayoría parecía estar en Shock.

Uno de los chicos se puso de pie, aunque desde su lugar Aizawa podia ver como le temblaban las piernas. Su cabello era verde y un poco alborotado, curiosamente a Aizawa le parecía un brócoli con esteroides, puesto a que al parecer poseía un buen estado físico, como si entrenara a diario durante largas horas.

–Se encuentra bien, Aizawa sensei?

–Sensei? – pregunto confundido, puesto a como se dirigió ese joven a el.

Antes de que el brócoli andante pudiera responder o reaccionar, el al igual que la mayoría de los chicos de aquella clase relucieron su tamaño y terminaron convertidos en niños de seis a diez anos y todos cayeron al suelo, totalmente dormidos. Y fue allí en donde comenzó el caos.

(***)

En la UA corría el pánico, puesto a que varios de los alumnos y maestros estaban apareciendo como infantes por todos lados. Incluso el director volvió a ser un pequeño ratoncito bebe.

Los maestros que habían permanecido intactos se estaban haciendo cargo de la situación de la mejor manera posible. Pero no era una situación fácil de manejar, puesto a que ninguno sabia bien lo que pasaba. Solo sabían que varios individuos estaban volviendo atrás en su desarrollo físico y mental. Y gracias a que el director era ahora un bebe, se había decidido informalmente el que All Might tomara su cargo, no solo por ser el gran símbolo de paz, sino también por ser el maestro con mas experiencia a la hora de tomar decisiones apresuradas. 

– Cuando estudiantes han sido convertidos en bebes? – pregunto All Might, mientras trataba de buscar una explicación sensata a la situación. 

– Ciento veinte, en toda la escuela – dijo la enfermera, que ahora lucia cincuenta años mas joven –. Y la clase 1-A fue la mas afectada, en un 90% 

All Might suspiro con agotamiento, aun no superaba el ver a su sucesor como un niño de ocho anos, llorando por su mama.  

–No me lo recuerdes, Recovery Girl – le dijo a esta que ahora se veía embobada en un espejo –. Debemos avisar a los padres sobre esto.

– Tienes razón, los niños no han dejado de preguntar por ellos. Aunque la mayoría ahora duerme – le dijo, mientras seguía viéndose –. Es increíble el que no podemos recordar nada.

– Al menos tu recuerdas parte de tu vida – dijo el mientras la veía arreglándose el cabello frente al espejo. El podia notar la felicidad de aquella mujer al volver a tener su cuerpo de hace 50 anos atrás. 

– Lo se, puedes creerlo, se supone que a las gente vieja  se le olvida todo, pero mírame All Might, fui la única que recordó su vida – dijo ella sonriente –. Aunque debo admitir que no se que clase de quirk pudo haberme afectado a mi o los niños o que efectos podría tener este en nosotros. 

– Pero debe haber una...

La voz del símbolo de la paz, se vio interrumpida por la puerta siendo abierta sin permiso alguno. Ambos, la enfermera y el antiguo héroe numero uno, miraron fijamente a la chica de diecisiete años, vestida provocadora mente y con un niño durmiente en sus brazos.

– Hola, les traje un regalillo – dijo con su voz en un tono juguetón.

– Midnight! – dijeron ambos al mismo tiempo.

– Quien ordeno un sucesor de All for One a domicilio? – dijo soltando una pequeña risita.



El angel sin alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora