El angel sin alas

0.04

Antes de que Shimura pudiera reaccionar, ya estaba rodeado de curiosos. Comenzaron a hacerle preguntas todos al mismo tiempo, el casi no entendía lo que decían, no porque las preguntas no fueran hasta cierto punto entendibles, sino porque su mente no se lo permitía.

Las voces hacían eco en su cabeza y se estaba comenzando a sentir mareado, le faltaba el aliento, por segunda vez en el día.

Su cuerpo estaba temblando y su voz se había escondido en alguna parte de su garganta formando un gran nudo dentro de ella. Podía sentir las miradas de todos sobre el. No tenía ni idea de que hacer o decir.

No entendía el porque le pasaba esto, había estado rodeado de mucha gente antes y aunque no tuviera un quirk, siempre había logrado ganarse a la gente con facilidad. Desde cuando era tan antisocial? Desde cuándo había comenzado a tener miedo a socializar por no poseer un quirk? El no era de aquella manera.

Siempre había sido un chico alegre, amable y lleno de un reluciente brillo de vida y felicidad, que dejaba hasta al más gruñón con un gran sonrisa en el rostro. Espera... vida? Eso era lo que le faltaba.

Ahora solo había silencio en su cabeza, su brillo ya no estaba. Alguien había robado su reluciente brillo y le había dejado desnudo e inseguro. Estaba indefenso en un mundo cruel y cínico y terminará siendo como su padre quería que fuera; un hombre de negocios sin sueños ni más metas que hacer más dinero cada día de su miserable y patética vida.

El no quería terminar de aquella manera, había estado dispuesto a todo por su deseo de ser un héroe como All Might, justo por aquella razón. El no quería desperdiciar su vida haciendo algo que no lo hacía feliz, quería hacer su sueño realidad. Quería ser un héroe... quería ser como All Might, quería que creyeran en él, quería... ya no sabía que quería.

Se encontraba perdido en un inmenso vacío cerca de su alma que le susurraba algo que no quería escuchar. La soledad de aquel lugar vacío de su alma y sus frías palabras le hacían llorar. El frío de ese lugar se le impregnaba en sus huesos, pero no temblaba.

Unos cálidos brazos rodearon su cuerpo, trayendo de vuelta a la realidad. Unos ojos verdes tan cálidos como sus brazos le dedicaron una tierna mirada, junto a una tranquilizadora sonrisa. Tenko solo se dejo llevar y le abrazó de vuelta.