~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 48.

Me senté en la silla de la habitación de espera y esperé a que Justin entrara por la puerta. Estaba nerviosa, no podía negarlo. Jugué con mis dedos hasta que la puerta de enfrente se abrió con un Justin con el pelo revuelto e insultando al agente que le llevaba a rastras. Tenía el típico traje naranja que le ponen a los que estan presos allí. Pero no entendía porque se lo habían puesto ya si ni siquiera se sabía si iba a acabar en la cárcel o no. Aunque los guardias pueden que piensen lo contrario a mi. Ellos tienen que estar seguros de que Justin acabará en la cárcel quieran o no.

El agente lo empujó contra la silla haciendo que su espalda chocara fuertemente contra el respaldo de ésta. Cerré los ojos tan fuerte como pude. Me dolió más a mi que a él.

-Tienes 10 minutos, Bieber. -Gritó y salió dando un portazo.

La sala se quedó en silencio unos segundos. Justin no levantó la mirada de la mesa. En su rostro se notaba el enfado que tenía dentro de él. Me incliné sobre la mesa apoyándome en ella, sin tocar a Justin.

-Te queda muy bien el naranja. -Susurré con miedo a que me dijera algo que no quería escuchar.

-¿Qué haces aquí? -Gruñó.

-Vine a ver a mi chico, ¿no es obvio? -Susurré mirando su pelo.

-Yo simplemente no quiero que vengas.

-¿Porqué? -Sentí romperme por dentro.

-No me gusta que me vean así.

-Justin, cariño... -Comencé. Me pensé muy bien lo que iba a decir a continuación. -Sinceramente me da igual como estés. Te quiero igual y no voy a dejar de venir a verte, de quererte, de cuidarte. -Coloqué mi mano encima de la suya. -¿De acuerdo?

Él negó. Sus ojos se encontraron con los mios y mi espalda se encogió. Estaban más oscuros de lo normal.

-Piensa antes de hablar, ________. Quizás es mejor que no estés tan pendiente de mi.

-No te entiendo Justin. -Me quejé incorporándome de la silla. -¿Porqué estás tan así?

-¿Así como? -Se quejó echándose hacia atrás.

-¡ASÍ! -Le señalé con mis manos.

Justin bufó y se levantó de la silla. Caminó hasta la puerta y salió de ella sin despedirse de mi. ¿Se habría enfadado por lo que le dije? Era un pedazo de estúpida. Tenía que pensar las cosas antes de decirlas.

Ryan me recogió de la Universidad para llevarme con él y Bea al aeropuerto. Pattie nos había llamado antes de que su avión despegara. Tenía ganas de conocerla, pero no quería conocerla de este modo. Es decir, me hubiera gustado que Justin me hubiera llevado a conocerla y tal. Pero no se puede tener todo en esta vida.

Una vez que llegamos, Bea y yo nos fuimos a por cafés mientras que Ryan esperaba a que Pattie apareciera. El megáfono había avisado de que el avión que venía de Canadá ya había aterrizado. Seguramente estaba cogiendo su maleta.

Cuando volvimos con los 4 cafés, Ryan estaba hablando animadamente con una mujer bajita, le llegaba un poco más abajo del hombro, de ojos azules y pelo largo y hermoso. Me di cuenta de que algo se parecía en Justin y me puse tensa enseguida.