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Esa noche, Arthit invita a Kongpob a su dormitorio. Es domingo y Kongpob estará ocupado mañana con sus proyectos escolares, por otro lado, él volverá a sus prácticas en Ocean Electric. Compraron comida en el camino y Kongpob ha tenido una sonrisa en el rostro desde que tomaron el elevador.

Tal vez no debí haberlo invitado, pensó. Su menor podría tener otras cosas en mente.

—Gracias por invitarme, P'Arthit —dice Kongpob.

—Sí, sí —hace un ademán con la mano. —Volveré a hacer mis prácticas mañana, así que...

—¿Me extrañarás?

Mira a Kongpob con incredulidad.

—¿Qué...? ¿De qué hablas? Yo... Nosotros... estaremos ocupados con... ¡Dame eso! —Le arrebata la bolsa de plástico y se gira hacia la mesa para servir su cena.

De repente, Arthit se siente abochornado. Ahora, sólo su novio puede hacerle sentir así.

Novio. Todavía lo siente como un sueño... El tener un novio, que Kongpob sea su novio. Ya estuvo enamorado antes, de Namtarn; y lo más cercano que ha tenido a una relación es lo que tiene con su cama. Así que toda esto que implica tener una relación es bastante nuevo para él. No sabe qué hacer, no sabe cómo actuar... Especialmente cuando Kongpob le hace querer hacer cosas que normalmente no piensa hacer.

Arthit pensaba que no se olvidaría de sus sentimientos por Namtarn, pero estaba equivocado. Kongpob vino a él como una tormenta: sin previo aviso. Al hacer su labor de Hazer, Arthit no estaba preparado para lo estruendoso que fue Kongpob.

Y ahora, incluso después, Arthit se maravilla por la luz que su luna emite por él. Se siente grandioso.

No es como si no quisiera que Kongpob lo sepa, es sólo que no sabe cómo decirlo sin terminar siendo un desastre sentimental. Kongpob es tan engreído como él y no hay necesidad de elevar su ego.

Kongpob se sienta frente a él. Aún sonriendo, empieza a comer.

—Gracias por venir conmigo hoy, P'Arthit —dice Kongpob a la mitad de su cena.

—Ni lo menciones —responde. —Son deberes de novio, supongo.

Kongpob sonríe y dice:

—Me divertí hoy. Gracias.

—No me agradezcas, Kongpob.

—¿No te divertiste hoy, P'Arthit? —Kongpob alza una ceja.

Arthit sabe que eso es una trampa, pero no sabe cómo exactamente.

—Uhmmm —infla sus mejillas y luego continúa—, sí, me divertí.

Kongpob ríe y vuelve a alzar sus cejas, inquisitivo.

—Eres demasiado lindo, P'Arthit.

—¿Qué...? ¿Qué es...? ¡No soy lindo! —De verdad necesita dejar de tartamudear frente a su novio.

—Mira, ya te estás sonrojando —Kongpob sonríe. —Demasiado lindo.

—¡Kongpob! —Frunce sus labios y recuerda. —No creas que ya olvidé que estabas coqueteando con esas chicas.

—Oh, ¿entonces P'Arthit de verdad estaba celoso? —Su sonrisa persiste. —Ya te dije, P', no estaba coqueteando con ellas. Les dije que eres mi novio.

—Como sea —murmura.

—Además —continúa Kongpob—, yo sólo orbito alrededor de un sol... Y ese sol eres tú, P'Arthit.

Arthit siente que va a explotar. Nunca sabe qué hacer cuando Kongpob le habla así. Claro que se siente halagado, pero no sabe cómo reaccionar. Su cuerpo lo traiciona y hace que se sonroje cada maldita ocasión.

Su reacción inicial siempre que su novio actúa así de dulce es mirarlo furioso (así como ahora), o bien, recurre a la violencia física. Aunque la verdad es que le gusta en secreto. Se siente bien recibir halagos, en especial si vienen por parte de Kongpob. De nuevo, no le dirá eso o sino Kongpob podría saltar sobre él.

Luego de la cena, Arthit se sienta en su cama sin saber qué hacer. Ya han salido por meses, maldita sea. Kongpob ya ha estado en su cuarto muchas veces desde que empezaron a salir, ¿pero por qué su tonto corazón tiene que latir como recién hubiera bebido diez tazas de café?

Eso es otra cosa que Arthit quiere superar: su ansiedad.

¿Qué hacen las parejas después de la cena? Todo lo que han hecho hasta ahora es besarse y tal vez un poco de sentirse el uno al otro, pero eso es todo. Kongpob no ha tratado de hacer más que eso y Arthit lo agradece. Pero aún así, cada vez que Kongpob pisa su cuarto, Arthit no puede evitar pensar que tendrán sexo. Y eso podría tener algo que ver con el hecho de que su novio lo mira como si quisiera comérselo allí mismo.

No lo ha hecho antes, el tener sexo. Arthit es completamente virgen. No tiene experiencia con el sexo opuesto y mucho menos con nadie con lo mismo que él tiene.

Pero justo como cada noche en la que Kongpob está allí con él, su novio le sonríe y dice:

—Gracias por la cena, P'.

Y luego empieza a caminar hacia la puerta.

Sabe que todo está en su cabeza. Tomarán ese camino cuando lleguen allí... pronto.

Eso es otra cosa que le gusta de su menor. Que aleja su ansiedad.

Una parte de él no quiere que Kongpob se vaya, quiere dejarlo quedarse durante la noche, pero no puede hacer eso. Arthit tendrá que despertarse temprano mañana por lo cual no se siente muy feliz. Le gusta dormir, muchas gracias.

Arthit acompaña a Kongpob hacia la puerta. El simple hecho de estar de pie junto a su novio hace que su corazón lata tan fuerte que se siente como si se asfixiara. Quiere tocarlo, quiere tocar tanto a Kongpob, pero se siente inseguro. Si lo hace, no está seguro de que será capaz de detenerse. Arthit nunca ha sentido esto antes y no sabe cómo manejarlo.

Como siempre, es Kongpob quien toma la iniciativa. Siempre lo hace. Soy un hombre, maldita sea.

—Buenas noches, P'Arthit.

Kongpob tiene esta mirada que le dice que tampoco quiere irse.

Quédate.

Entonces Kongpob lo besa, tomando a Arthit por sorpresa. Él aún puede saborear su cena, el café helado y la leche rosa. Es uno de esos besos que hace que olvides todo. Él no sabía que los besos podían hacer eso.

Los labios de Kongpob son firmes y cada beso se siente imponente, pero al mismo tiempo tan dulce que deja a Arthit sintiendo las rodillas temblorosas. Kongpob lo toma por la mandíbula y las manos de Arthit se mueven para hacer lo mismo.

Sus frentes se tocan mientras respiran sobre el rostro del otro. Sabe que tienen mucho por hacer y que tienen un largo camino por recorrer; pero por ahora, Arthit dejará a Kongpob guiarlo en su relación.

—Buenas noches, mi sol —murmura su luna.

—Buenas noches, mi luna.

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Nota del autor original:

¡Gracias por leer! Me gusta explorar más el monólogo interno de Arthit ya que en la serie vimos casi todo el de Kongpob.

No conozco el sistema universitario tailandés, pero aquí donde vivo son cinco años de carrera de ingeniería. Ya vimos al final de la primera temporada que los mayores empezaron sus prácticas así que lo incluí aquí.

Como sea. Trataré de actualizar tan pronto como pueda.

Nota de la traductora:

Y yo trataré de actualizar la traducción tan pronto como pueda. Mentira, ya tengo las actualizaciones programadas, haha. Bai.

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