-"¿Dónde estoy?."-Pregunté llevando las manos a mi cabeza y frotando mi frente, miré a mi alrededor y localicé una foto de Cristian,retiré las sábanas colocando los pies sobre el suelo,miré mis piernas al descubierto y seguidamenté visualicé mi ropa tirada.Mierda mi ropa,¿Me acosté con Cristian?,¡dios mio Max,que vergüenza,tendré que darle muchas explicaciones!,joder no recuerdo nada de lo que pasó anoche.-"¿Qué has echo Ariadna tonta?."-Susurré sin recordar nada,caminando hasta la puerta.Agarré el manillar de la puerta a mi izquierda había un espejo bastante grande,miré mi reflejo,mi larga melena estaba suelta y alborotada,en mi cara no quedaba rastro de maquillaje,un boxer oscuro hacía de pantalón y una camiseta de manga corta roja me cubría ya que me quedaba grande,con la mano que tenía libre agarré el cuello de mi camisa y lo llevé hasta mi nariz,olía a él,empujé la puerta abriéndola un poco,cuando iba a salir Cristian entraba y chocamos al instante escuché cristales romperse.
-"Buenos días."-Sonrió al verme,le miré sorprendida.-"Éste era tu desayuno."-Siguió recogiendo los cristales y depositándolos sobre la bandeja de madera.¿Cristian me traía el desayuno a la cama?
-"¿Por qué estoy aquí?."-Me agaché a ayudarle.-"No recuerdo nada."-Comenté,al agarrar un cristal me corté,me miró con horror y cogió mi mano entre las suyas,me tocó la pequeña rajita,retiré la mano en acto reflejo.
-"¿Estás bien?."-Su mirada estaba fijada en mí.-"Ayer.."-Interrumpí.
-"¿Nos acostamos?."-Pregunté avergonzada.
-"Querías pero estabas borracha,aunque hubiera querido te respeto"-Me sonrojé con sus palabras.-"Ya habrá tiempo para todo."-Me guiñó un ojo, ignoré sus últimas palabras.
.-"Mierda,el gymnasio."-Recordé nerviosa.Agarró mi mano.
-"Me tomé la libertad de llamar a la oficina y decir que te encontrabas mal."-Aclaró,sonreí por mis adentros.Observé la nata derramada,bañé mi dedo en ésta y manché su nariz.
-"Ey."-Se levantó y corrió detrás de mi.Corrí por los pasillos intentando escapar de su agarre,de nuevo me adentré en la habitación esquivando los cristales él me imitó y me empujó juguetonamente haciéndome quedar en la cama.Se cruzó de brazos.
-"¡No me provoques Ariadna!"-Se tiró encima de mi haciéndome cosquillas.Reí intensamente.
-"¡Tu ganas,tu ganas!"-Me vencí.-"Tengo hambre."-Dije mirándole divertida.
-"Si no hubieras abierto la puerta de forma brusca igual te quedaba algo que llevar a la boca."-Echó en cara.
-"Si hubieras llamado a la puerta,igual tendría desayuno."-Corregí divertida.
-"Me voy a duchar,después iremos a algún restaurante."-Se giró dandome la espalda y caminando hacia la ducha.
Habían pasado diez minutos desde que Cristian decidió meterse en la ducha.El agua se cortó y empezó a tararear una canción.
La melodía de mi móvil rompió el silencio,corrí hasta él y lo agarré.Me maldeci al ver el nombre en la pantalla.
-"¿Si?."-Cuestioné esperando un grito.
-"¡Ariadna Hartman!."-Voceó mi madre al otro lado de la línea.
-"Hola mamá."-Intenté sonar calmada.
-"¿Dónde demonios pasaste la noche?."-Preguntó alterada.
-"Tuve mucho trabajo y dormí en el departamento de Marta."-Mentí,la puerta del baño se abrió dejandome ver a un Cristian con los pectorales al descubierto y una toalla enrollada a su parte inferior,su pelo aún mojado desprendía agua.Se acercó a mí negué con la mano para que se apartase,levantó una ceja.
-"¡Ariadna llamé a Marta y me dijo que no sabia nada de tí!."-Maldecí en secreto a mi amiga y compañera de trabajo.Cristían rió al escuchar a mi madre vocear como una loca.
-"Déjame besarte."-Le fulminé con la mirada,había caído muy bajo al hacer eso apropósito.
-"¡¿Estás con un chico?!."-Chilló,bufé.
-"Déjame explicarte,no es lo que piensas,es sólo un amigo."-Murmuré caminando hacia la ventana y mirando por ésta.
-"Los amigos no se besan."-Reprochó.-"Mamá cálmate y déjame hablar con ella."-Escuché la voz de mi hermana.
-"¿Noelia?."-Esperé respuesta.
-"Te has metido en un buen lio."-Advirtió.-¿Estás con él?."-Escuché como se alejaba.
-"Si."-Contesté.
-"¿Dormiste con él?."-Preguntó emocionada.
-"Noelia basta,ayudame a salir de ésta y te contaré todo."-Chantajeé.
-"Está bien."-Respondió.-"Iré a calmarla."-Asentí.
-"Adiós."-Colgué la comunicación.
-"¿Todo va bien?."-Apareció Cristian a mis espaldas, mientras yo miraba por la ventana.
-"Se avecina tormenta."-Miré al cielo.
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-"Gracias por acompañarme."-Agradecí bajando de su moto y besando su mejilla.Seguidamente caminé hacia mi portal.
-"Espera."-Le miré tenia la mirada fijada en el manillar de su moto.
-"¿Si?."-Fruncí el ceño.
-"¿Qué pasará después de ésto?."-Miré a un lado no sabía que responderle.
-"No lo sé."-Contesté.
-"¿Qué ha sido ésto para ti?."-Insistió.
-"No sé como explicarlo,pero no m...."-Interrumpió.
-"¿Así de fácil?."-Sus ojos no me miraban.-"Te despiertas conmigo,sigues mis besos y no somos nada."-Reprochó,me sentía sucia al pensar en Max.
-"Cristian,no lo sé,vale."-Me acerqué a él.-"No me arrepiento de nada de lo que hice anoche,pero no puedo iniciar una relación de la que no estoy segura y sin antes terminar mi relación con Max."-Comenté.
-"¿Entonces?¿Nunca le vas a dejar?."-Tensó su mandibula.
-"arengo que hablar antes con Max,lo siento Cristian te tengo cariño pero no quiero precipitarme,no te conozco lo suficiente."-Agregué,miró al lado contrario con el casco en su mano.
-"Cariño se le tiene a la familia y a los amigos,no a alguien que te dedica sus noches en vela."-Escupió.
-"Nosotros somos algo más que amigos."-Contesté.
-"Él nunca va a llegar a darte la mitad de lo que yo te daría, él es la tranquilidad que no necesitas,lo que necesitas es sentirte viva y yo puedo dártelo"-Levantó su mirada.
-"Debo irme."-No aguantaba más ésta presión,fui a besar su mejilla,no correspondió antes de retirarme me agarró del brazo.
-"No voy a estar esperando el resto de mi vida,sabes perfectamente lo que quieres,tú decides,pero tarde o temprano vendrás suplicandome para que seas la única mujer en mi vida."-Susurró cerca de mi oído.¿Era una amenaza?.
Sus ojos encontraron los mios,a continuación metió su cabeza en el casco e hizo rugir el monstruo de metal.
Me quedé perpleja en el lugar.
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LA LEY DE LA CALLE
RomanceHay historias que merecen ser contadas.Ésta es una de ellas. Soy Ariadna Hartman una chica joven, orgullosa y muy muy cabezota,una rubia que no tiene ni un pelo de tonta. Él es Cristian Gallego,mi complicación. Nunca llegué a pensar que esos ojos co...