Solo un juego.

Capítulo III

—¡No, no lo llevaré! —exclamo molesto.

—Foxy, por favor. Necesita de tu ayuda ahora más que nunca —vuelve a decir el pequeño de cabello morado.

—Tú y Golden no se llevan bien, pero debes entender que no puede estar así. Él haría el acto si tú estuvieras en su lugar —Freddy me mira.

Me quedo pensando un momento, analizando esas palabras. Golden es un completo imbécil pero se que me ayudaría; sin embargo, yo no soy él y yo me se cuidar solo y él debe aprender a hacerlo. De que sirve "independizarse" Si no sabes que pasa fuera de tu casa, en un estado totalmente débil y sin nadie que te de una mano... Pero yo tenía a estropajo y Meg, él no.

Suspiro cruzandome de brazos, ésto era el colmo.

—Bien, lo dejaré vivir conmigo solo porque no quiero que me sigan jodiendo —rodo los ojos.

Los dos chicos frente a mi celebran con un "¡yey!" Con los ojos llenos de brillo. Veo que los demás alumnos entran, entre ellos Golden molesto y Chica preocupada; se sientan en sus respectivos lugares pues la profesora llegó atrás de todos.

Las dos clases pasaron rápido, ahora vamos a la cafetería para comer algo. Los novios fueron a otro sitio dejándonos solo a la rubia, el enano y yo comiendo.

—Chica, ¿Pasa algo? —pregunta Bonnie.

—Creí que Golden me tenía confianza, pero hoy en la mañana lejos de contarme se molesto —le da un sorbo a su jugo.

—Eso no tiene porque ponerte así —habló dejando mi sándwich a un lado—, si no lo quiere contar. Que no lo haga, no es a la fuerza.

—Lo se, pero yo le cuento todo y no es justo que el lo oculte. Como tú, todos sabemos la vida de todos menos la tuya —me mira con el ceño fruncido.

—¿What? ¿A qué hora ya hablamos de mí? —alzo una ceja cruzandomede brazos.

Antes de que de que la chica diga algo llegan los "tórtolos" Tomados de la mano, Freddy parece estar feliz mientras el otro parece pensativo o más bien sentido por algo, me imagino que perdió la batalla de irse a vivir conmigo pero, que no se sienta así.

El más decepcionado soy yo.

Toman asiento y comen con nosotros, mientras el de orbes Rubí cuenta sus anécdotas con el castaño el último tiempo del primer receso.

~•~

Tocaron la chicharra anunciando la salida, salimos del aula felices, o bueno, casi todos porque yo me iría a vivir con Foxy en lo que encuentro una casa o por lo menos un departamento a mi gusto. No digo que la casa de Foxy sea fea aunque nunca he ido, pero yo quiero estar solo y me siento incómodo al ser con el chico que más me odia en este planeta y si es posible hasta en otros.

Me esta ayudando a empacar mis cosas en el hotel, no es la gran cosa lo que tengo pero revisaba que no me hubiesen robado algo.

—Ya está listo todo, nos podemos ir —lo miro sin expresar algun sentimiento.

—Vale, yo llevaré esto —toma la maleta—, tu lleva las cosas pequeñas.

—Si —tomó la mochila y el maletín y salimos de aquel lugar.

Durante el camino no decimos algo, el silencio no es incómodo pero estoy acostumbrado a charlar algo lo que sea, odio el silencio porque me recuerda a mi abuelo y ese bastardo debe salir de mi cabeza, ya no es nada mío así me pida que vuelva a casa. Su error ya está hecho aunque dudo que se de cuenta de lo que hizo; ese infeliz solo se dedicó a aurrinarme la vida mientras pudo explotandome por ser "huérfano". Disimuladamente veo a mi contrario y el parece pensar también, tiene una expresión un poco molesta y dudosa, no lo culpo, esta llevandome a su casa sin que él lo quiera.