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Natsuo metió todo lo que pudiera caber en el bolso, mayormente camisas, ropa interior y pantalones. No se preocupó tanto por los zapatos porque siempre usaba sus deportivas blancas con celeste. Desde la entrada de su habitación, Fuyumi estaba hablando en un tono de voz ahogado, como si estuviera reteniendo las ganas de llorar y por un momento, Natsuo se sintió culpable. Fuyumi quedaría sola en esa enorme mansión, sin nadie que pudiera hacerle compañía, además de que iba a lidiar ella sola con su padre, Enji Todoroki. Sin embargo, estaba ocupada con sus clases, así que no pasaba tantas horas en la mansión.

Ahora que Shouto permanecía en las instalaciones de la UA, el albino no dejaba de tener una sensación de alivio. De saber que su hermano menor estaría lejos del alcance de su padre por un tiempo y lo mismo con Fuyumi.

—¡Natsuo, respóndeme! —su hermana siempre tenía una expresión calma, imperturbable. Pero esta vez, parecía otra persona—. ¿A dónde irás? ¿Con tu novia de la universidad?

El albino junto las cejas, cargando el bolso en el hombro derecho, deteniéndose delante de la mayor.

—No es mi novia —aclaró con una mueca—. (T/n) dijo que no tenía problemas en que me quedara unas semanas en su departamento, y eso haré —coloco ambas manos en los hombros tensos de la albina, sus ojos grises temblaban—. Fuyumi-nee, sé que crees que todo va a cambiar para bien, lo entiendo.

—¡Es que está cambiando! Shouto después de tantos años se animó por su cuenta a visitar a mamá —era tan pequeña a comparación de su altura, Natsuo tranquilamente la sobrepasaba—. Y papá...está dando su mejor esfuerzo. Sufrimos demasiado, lo sé, pero, tenemos una oportunidad de rearmar nuestra familia.

El albino mordió el interior de su mejilla, arrancando algo de piel en el proceso. Soltó los hombros de Fuyumi sin decir nada, pasando por su lado igual que una ventisca en invierno. No se volteó para verla o para responder sus palabras; Natsuo sabía que si el abría la boca solo brotaría puro odio y veneno direccionado a Enji, que inevitablemente debería soportarlo Fuyumi.

Se tragó las lágrimas e ignoro la angustia situada en su pecho mientras subía a su motocicleta. No era agradable marcharse con el llanto de la albina de fondo, en otro momento hubiera corrido hacia ella para abrazarla y prometerle que con o sin Enji, ellos ya eran una familia. No le debían nada al hombre que los trato como objetos y experimentos fallidos.

Natsuo termino de abrocharse el casco, para después arrancar la motocicleta.

Había llegado a su límite.



El transito fue ligero durante el camino, no tardo más de media hora en llegar al complejo de departamentos donde vive (T/n). Estaciono la motocicleta de una forma bastante tosca (siendo que era cuidadoso) con una ansiedad insoportable carcomiéndolo por dentro. A nadie le gustaría alejarse de su hogar, de las personas que amas, de tu familia. Y tener que refugiarse en casa ajena tampoco le hacía mucha ilusión. (T/n) es una mujer ocupada con sus estudios y el trabajo de medio tiempo en una cafetería cercana, pero no sabía con quien más ir.

Subió las escaleras de a dos, yendo con un paso rápido a través del pasillo desolado. El bolso que colgaba de su hombro pesaba y ya comenzaba a hacerle daño, así que lo traspaso a su mano, sin detenerse. La puerta del departamento era blanca, con algunas marcas de desgaste y Natsuo lo encontró reconfortante.

Golpeo con los nudillos tres veces consecutivas, oyendo los ladridos que provenían del otro lado. Cuando no escucho pasos, se vio tentado a golpear de nuevo, hasta que la voz tan familiar de ella se alzó por sobre los ladridos agudos. Dos trabas después, (T/n) abrió la puerta, usando su pijama típico (un hoodie viejo y unos pantalones sueltos) mientras que con una pierna evitaba que el cachorro de Samoyedo escapara.

Broken Soul [BNHA] [Natsuo Todoroki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora