LA TRISTESA DE SHIMI Y UTSU

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Seshira, Irandi, Dina, Sinai y Abuner despertaron después de haber caído desmallados por la gran explosión que hicieron los soldados del planeta Seulpem, y despertaron en una casa toda gris y media destruida.

-¿Qué ha pasado aquí?- pregunto Irandi un poco aturdida

-Seguramente estamos en la prisión- dijo Sinai

-Si estamos en prisión- dijo Dina- ¿Por qué estamos vendados?

-Tranquilos muchachos- dijo una viejita acercándose a ellos- necesitan descansar después de ese tremendo golpe que se dieron-

-Perdone, pero ¿Quién es usted?- pregunto Abuner

-Triste niño, respeta a tus mayores- dijo dina golpeando en la cabeza a Abuner

-Ya tranquila solo era una pregunta, no es para tanto- dijo Abuner quejándose

-Mi nombre es Shimi- dijo la viejita- y el viejito que ven allá- señalo a un señor que estaba parado al otro lado de la pequeña casa- es mi esposo Utsu-

-Hola mi nombre es Utsu- dijo el viejito

-Creí que era papá pitufo- dijo Seshira riéndose- a la víbora, víbora de la mar-

-¿Qué le pasa a?- pregunto Utsu

-No lo sabemos- dijeron todos

-Bueno jovencitos les traeré un té para que descansen- dijo Shimi- tuvieron una pesada batalla contra los soldados de Kiuket-

Entonces la viejita fue a la cocina y trajo té y comida para ellos y todos se sentaron en la mesa, junto con los viejitos Shimi y Utsu, para comer.

-Y como fue que nos encontraron- dijo Abuner

-Fue muy fácil- dijo Utsu- cuando oímos esa gran explosión nos asomamos afuera para ver que estaba pasando y los vimos a ustedes y también vimos al ejercito de Kiuket, queríamos ayudar, pero decidimos esperar a ver que hacían los soldados, porque si nos acercábamos nos iban a matar, pero después de un rato vimos que los soldados se retiraban, y cuando iban bastante lejos, salimos para sacarlos de los escombros que los aplastaban y los trajimos aquí y les pusimos vendas en las heridas-

-¿Y cómo es que ustedes no nos tuvieron miedo?- pregunto Dina

-Porque nadie que sea sirviente de Kiuket o Gamgi es atacado por soldados y derrotados- dijo Shimi-

-A demás- dijo Utsu vimos el anillo de tele trasportación en la mano de ese chico- dijo señalando a Abuner- y ese anillo lo usan solo los vigilantes, cuando lo vimos, supimos que eran nuestra esperanza, supimos que por fin Feru los había contactado y había pedido ayuda-

-¿Quién es Feru?- pregunto Irandi

-Seguro es un papacito bien hermoso- dijo Seshira

-Feru es un valiente guerrero de la rasa de los Poseídos pero que habita este planeta- dijo Utsu- él y su madre Silvia, han estado luchando contra Kiuket y sus soldados y nos ellos nos han dado esperanza, ellos han fortalecido nuestra fe, Feru estaba seguro de que un vigilante vendría a ayudarlo, y miren aquí están ustedes justo en el momento precisó-

-Otra pregunta- dijo Abuner- ¿Quién es Kiuket?

-Es un ser malvado que es sirviente de Gamgi- dijo Shimi- ha estado aterrorizando y esclavizando a toda la gente de este planeta y con su veneno convierte a todos en demonios y en sirvientes del emperador Gamgi, nosotros teníamos un hijo, pero él lo asesino por que se rehusó a inclinarse ante el- dijo con lágrimas en los ojos- era nuestro único hijo y Kiuket lo mato enfrente de nosotros, lo amábamos mucho, y ahora por culpa del estamos solos sin ninguna prole ni nadie que nos cuide, siempre extrañamos a nuestro hijo, como quisiera abrazarlo-

-Conozco a Gamgi- dijo Sinai- él fue quien nos controló a mi padre Neptuno y a mí para que le sirviéramos a Gamgi-

-¿Fueron controlado por el?- dijo Utsu sorprendido- ¿Pero cómo lograron desatarse de él?

-Yo lo hice junto con Abuner- dijo Irandi- lo hicimos con el agua sagrada del planeta Syrem-

-Pero no se emocionen- dijo Sinai- no podrán derrotar a Kiuket con el agua sagrada, es mucho más poderoso que eso-

Entonces la tierra empezó a temblar y una pared de la casa se derrumbó, entonces se vieron varios soldados en la casa y uno de ellos disparo su arma y todos se sorprendieron sin saber a quién habían atacado.

-Esposo mío- exclamo Shimi, a lo cual todos voltearon hacia atrás y se sorprendieron al ver a Utsu tirado en el suelo- ¿Por qué tenías que irte también tú?-

-Malditos- grito Abuner enojado- ¿Por qué tenían que matarlo? les gusta matar gente y no voy a permitir que lo sigan haciendo, no se los perdonare-

Entonces Abuner comenzó a atacar a los soldados de Gamgi

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