Purple Haze Feedback (Español)

II. Me voglio fa 'na casa

Cuando el miembro de la Squadra di Esecuzione - Illuso, hacia su informe antes de pelear con Fugo, se leía lo siguiente.

"Nacido en 1985 en una familia rica de Nápoles. Extremadamente inteligente, con un IQ de 152; entró a la universidad a los trece años. Aunque, probó ser de temperamento muy volátil, discutía con sus profesores, eventualmente golpeó a uno con un diccionario de 4kg. Lo echaron, ahí empezó una espiral para abajo hasta que Buccellati lo encontró".

Este resumen no se equivocaba, sin embargo, no tenía la historia entera de Fugo. Había entrado a la universidad, pero no por su intelecto superior sino que por un soborno.
La fortuna de la familia de Fugo no venia por sus antepasados. La adquirieron por tratos ilegales, y al apoyar inversiones arriesgadas en África poco después del término de la segunda guerra mundial que arruinó a sus acreedores y les lleno los bolsillos.
"¡Debemos tener un título!" Ese era el lema del abuelo de Fugo.
Para cumplir está meta, casó al padre de Fugo con la hija de un noble en quiebra. Y el tercer hijo de ese matrimonio fue Pannacotta Fugo.

Los hermanos de Fugo no salían de lo ordinario. No tenían nada especial en sus nombres o personalidades. Fugo mismo mostró ser un joven promesa a corta edad.
Su abuelo lo adoraba, seguro de que le daría un nombre a su familia... Presionandolo para tener éxito.
Le enseñaron todo lo que se le podía enseñar, y se mostró como alguna clase de genio virtualmente en cada campo. Su educación era acelerada.

Estaba increíblemente dotado, y dominaba casi todo lo que le daban, pero esa exelencia tenía límites que solo el entendía.
Cómo también todos tenemos límites a nuestros talentos... Pero lo que más importaba para el eran los límites que el encontraba en las artes y las letras.

La música había llegado a su punto más alto con Bach y Mozart. La escultura y la pintura tuvo a Miguel Angel y Da Vinci. La Arquitectura llegó a su final con Scamozzi y Bernini. Las Matemáticas con Gauss y Hegel.
Si lo mejor de lo mejor vivió siglos atrás, ¿Que queda para mí?
Cómo un niño, encontraba este pensamiento desmoralizante. Pero si intentaba decirle esto a sus tutores, ellos se volvían condescendientes y hostiles.

Fugo no tenía amigos y era odiado. La gente a su alrededor habían nacido ricos, y para alguien quién su familia había comprado su titulo para ser obviamente superior era insoportable.
Su única fuente de consuelo era su abuela.
"No te preocupes Panni. Las cosas quizas sean duras ahora para ti, pero no te preocupes, el Señor te protegerá"
Una y otra vez ella le decía a Fugo con un pastel siempre en el horno. Era la única persona con la que se podía relajar. Pero el resto de la familia la consideraba una vergüenza. Era la hija de un granjero, emparejada con el abuelo de Fugo antes de que el se volviera rico, aún viviendo modestamente mientras el resto de la familia avanzaba. Si Italia no fuera un estado Católico, si divorciarse no fuera visto como pecado, ella hubiera sido apartada de la familia antes.

Pero ella era la única miembro de la familia que le hablaba desde el corazón a Pannacotta Fugo. Todos los demás solo veían en el lo que querían que se volviera. Rara vez le hablaba a sus padres; sus hermanos envidiaban la atención que recibía, y lo maltrataban cada vez que estaba solo. Pero la sonrisa de su abuela volvía mejor todo.
Y luego ella murió.
Para ese momento, Fugo ya estaba viviendo fuera de casa, estudiando en la Universidad de Bolonia.

Quería volver inmediatamente a su casa, he ir a su funeral, pero su abuelo se lo prohibió. No había necesidad. Fugo no podía creer lo que escuchaba.
Tuvo una prueba ese mismo día. No tuvo una buena calificación y el profesor le hizo hablar con el.
El momento en que cruzo la puerta vio al profesor furioso. El pensaba que los resultados de Fugo eran por no tomarlo en serio; era tan buena en todas las otras clases, ¿Cómo podía haber pasado esto?