INNOCENT BLOOD /Kim Taehyung

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¿Alguna vez, sentiste tanto miedo como el día de hoy?

Aquella voz interna jugaba con la mente de todos aquellos que viajaban en carretera, para llegar a la residencia.

Cruzaron un largo camino, rodeado de árboles y fríos pero bellos paisajes, dignos de aquellas novelas de terror que a muchos les encanta, pero para alguien en especial, sentía temor y un nerviosismo incontrolable.

Estaban a punto de llegar, estaban a punto de salvarla.

-Jeon, conseguimos su número de teléfono tienes muy poco tiempo para hablar con él-

De inmediato el varón tomó el celular. Con un temblor exagerado, sentía que su estómago le daba vueltas y que en cualquier momento su corazón se saldría, justo en el momento en que el contrario, contestó.

-¿Con quién tengo el gusto de hablar?- esa voz, esa maldita voz que es protagonista de las pesadillas en vida de Jeon.

-Con Jungkook, Taehyung-

-Que gusto oir tu voz Jungkook...- hace tiempo que no hablábamos ¿Se te ofrece algo?-

-Taehyung, por favor, hagamos un trato, algo que nos beneficiará a ambos...-

-¿A mi? O a ¿Quiénes "ambos" te refieres? ¿Irina y tú?...buena jugada, pero no gracias, ni siquiera me interesa escucharla-

- Por favor, te lo estoy pidiendo con el corazón en la mano, deja a Irina en paz...Y te prometo, una negociación para ti ante el juez-

El hombre del otro lado de la línea, simplemente se burló.

-Demasiado tarde...tal vez en su momento lo hubiera aceptado, pero ahora no, tengo mis propios planes así que por favor no me interrumpas-

-¡¿Qué mierda quieres de ella?! ¡¿Qué ganas con ello?! Por dios...sólo déjala en libertad, ella no te ha hecho daño...- rogó con el pecho totalmente quebrado, y con la voz más furiosa que se le haya escuchado antes.

- No lo entiendes...-

-¡¿Entender?! ¡¿Qué debo entender?!-

- Lo bello y excitante, que es ver a tu dulce amada, suplicar por su vida, llorar de manera incontrolable, desear ver su sangre correr, poder saltar, bailar y reír entre sus vísceras...todo en un mismo momento, en un sólo instante...-

-Jodete en el infierno...eres un maldito monstruo- habló, impactado por escuchar esas palabras, que una persona normal no diría- No...No puedo imaginar la maldad que hay en tu ser...¡Ella no te hizo nada! ¡Ella no tiene la culpa de tus enfermedades mentales!-

-¿Solamente la maldad es destructiva? Si las cosas son tan simples, según tal razonamiento las tormentas son la maldad, y el fuego, que también existe, y el granizo, los que así piensan lo echan todo en un mismo saco que lleva por nombre "obra de Dios"- quedó todo en un silencio total- y ahora si me permites, debo terminar algo...nos vemos en un rato Jungkook, anda Irina, dile adiós...- se escucharon los gritos más desgarradores, que derrumbaron a Jungkook.

-¡Irina! ¡Irina!- gritó fuertemente, pero la llamada ya habría sido terminada- con una mierda ¡¿Cuánto falta por llegar?!-

-Estamos haciendo lo posible por llegar aún más rápido, por favor Jeon, no pierdas la cabeza...-

¿Cómo no iba a perder la cabeza?

Cuando una vida depende de la mano de él, cuando se trata de la persona que ama.

Taehyung es un increíble mentiroso, psicópata enfermo, que busca satisfacer sus gustos inhumanos, que busca aprobarse a sí mismo por medio del sufrimiento ajeno.

Pero está vez no iba a lograr su cometido, o eso cree el varón que está ansioso por enfrentarlo.

Cada vez más cerca, cada vez más a un paso de acabar con todo esto.

-Jeon, hemos llegado por favor, preparen a todas las cuadrillas, debemos estar listos y atentos ante cualquier movimiento- anunció Min por medio de un radio.

El varón bajó del auto, con el arma en mano, todos estaban listos para entrar en la residencia, sin antes anunciar su llegada.

-Kim Taehyung, el área se encuentra rodeada, por favor, entrega a Irina y prometemos una mejor sentencia para ti, de lo contrario entraremos por la fuerza-

Hubo un silencio profundo, no había respuesta, y eso empezaba a molestar, impacientar y a enfurecer a Jungkook.

-Bien, entren...-

Todos estaban por movilizarse, pero la puerta de la entrada fue abierta con parsimonia, la persona que salía de ella, estaba bañado en sangre, y con las plantas de los pies sumergidos en carmesi sellaba cada paso.

Ya pueden imaginar la sonrisa de satisfacción que llevaba en el rostro.

-Llegaron...- hizo una pausa en sus palabras- llegaron demasiado tarde...-

-¡Las manos en la cabeza!- llegó Min a esposarlo, no sin antes tirarlo al suelo.

- No...- pronunció Jungkook, quien entró corriendo, buscando con la mirada cada huella de sangre marcada en el piso, temblando como un niño indefenso, hasta que su vista llegó al lugar de la masacre, resbaló sobre el marco de la puerta, cayendo al suelo encontrándose con la imagen más triste, dolorosa, y desagradable- No...Irina...¡No!...- gritó con todas las fuerzas existentes en su pecho, su corazón estaba quebrado, no había nada peor que ver aquella escena, no podían hacerle algo peor que esto.

Irina, estaba irreconocible, mutilada y desollada. Era una muñeca inerte, vacía, sin vida.

-Jungkook la encontraste...- entró Jimin, quien quedó igual de estupefacto y con el estómago revuelto- Dios mío...- tomó su radio para hablar con los que se encontraban en el exterior- que el equipo forense entre...-

El varón, quien estaba llorando de una manera incontrolable estaba asustando a sus compañeros quienes intentaban ayudarlo, pero ver a su amor, siendo llevada en una camilla, con una tela blanca por encima cubriendola, empeoró la situación.

- Lo voy a matar...-

Todos pronunciaron un "No" para detenerlo, pero la rabia y el coraje llegaron a su límite, y debía desahogarse.

Así que salió, busco a Taehyung, quien se encontraba dentro de un auto de seguridad estacionado.

Abrió la puerta y con fuerza lo sacó, para tirarlo al suelo, cargó su arma y le apunto a la cabeza.

Pero al parecer alguien nunca puede quedarse callado.

-Hazlo Jungkook...lo mereces, mereces saciar tu sed de venganza, liberar tu dolor y coraje...Hazlo...Hazlo...-

-¡No!- apareció Min- ¡Jeon! Piensa bien, ¡Razona! Esto es lo que el quiere...si tú lo matas el va a ganar...Irina no va a regresar a la vida haciendo otro crimen...sí lo haces, lo dejaras en libertad eternamente, sin culpa de sus acciones...aleja esa arma y alejate de él...-

Ahora Jungkook, tenía un fuerte debate mental.

¿Por qué no le permitían hacerle daño, como el lo hizo con ella?

¿Por qué debía perdonarle la vida cuando arrebató una?

Pero la sangre hecha raíces, y el sonido de un gatillo de una arma disparada, suele ser más placentero.

Porque satisface el dolor humano.

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Hola, ustedes ¿Creen qué Jungkook disparó?

Aún no es el final, sin embargo no me odien.

Bye.