— ¿Y tienes novio? —Pregunta Brandon luego de haberme acomodado para dormir. Yo abro mis ojos y gracias que no me está mirando.
—No... —Mentí.
—Yo sí tengo novia.
—Lo sé, Vane me dijo.
—Ah.
—Me siento mal...
— ¿Por qué?
—Acabo de serle infiel. Dije que no sería infiel... Y no me gusta mentirle...
—Mm... ¿Entonces por qué lo hiciste?
—No lo sé...
—Mm... Bueno... —Hubo un silencio muy incómodo así que le di la espalda.
[...]
Ni si quiera supe cuándo me dormí pero, siento que no he descansado nada. Vane está tocando la puerta preguntando si aún seguimos cogiendo y ninguno de los dos reponde. Solo nos acomodamos y volvemos a cerrar los ojos.
—Brandon... —Llama Barco a la puerta.
— ¿Qué..? —Contesta Brandon medio despierto.
—Nos vamos...
— ¿A dónde?
—A la casa...
— ¿Qué hora es?
—Las cinco de la mañana. —Brandon suspira y se levanta de la cama, coloca sus zapatos y abre la puerta. Escucho que habla con Barco pero no logro entender qué dicen.
Me levanto y salgo de la habitació, la casa está a oscuras pero la pequeña luz de la luna entra por la ventana y se puede ver un poco la sala. Brandon está tirado en la colchoneta y me hace señas confundido. Me acerco a él.
— ¿Qué pasa?
— No sé... —Hablamos en susurros. —Barco dijo que Vane se puso ridícula y nos vamos...
—Ahh... —Mi estómago suena. — ¿Quieres pan con mantequilla?
—Sí, tengo hambre, por favor.
Me levanté a preparar unos panes tostados con mantequilla en el tosti-pan mientras Barco y Vane hablaban en el cuarto que se encuentra en medio de los otros dos. Me siento en una silla a esperar y Brandon se queda acostado mirándo a todas partes, aburrido.
Le entrego sus panes y empiezo a comer los míos, pero se me ha pasado el hambre. ¿Por qué? No sé, pero antes de hacerlos me provocaban. Intento comerlos a la fuerza pero ya no puedo más.
— ¿Quieres pan? —Él asiente y se oye un grito desde la habitación.
— ¡Yo sí! —Barco sale y le entrego una mitad a Barco y una a Brandon. —No se vale, ya tú tienes los tuyos.
— ¿Y? Ella me iba a dar sus panes a mí, no a ti. Saliste premiado, más bien.
Vane sale y se recuesta al portal de la habitación. Barco le hacerca un trozo de pan y ella lo rechaza. Se despiden y se van.
— ¿Qué pasó? —Musité.
—Les dije que se fueran.
— ¿Por?
—Necesito hablar contigo. —Dice entrando a la habitación. Voy detrás de ella y me recuesto en la cama. Vane ha encendido la luz del cuarto y ahora está inspeccionando la cama.
— ¿Qué necesitas hablar?
— ¿Qué tal te fue? —Me mira pícaramente. De verdad pensé que era algo importante.
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¿Amigos con derecho? ©
Teen Fiction¿Se han preguntado qué se siente estar en un triángulo amoroso? ¿Alguna vez han hecho cosas que ni si quiera harían por ustedes mismos? ¿Han conocido alguna vez el amor? ¿Alguna vez haz hecho algo de lo cual estas arrepentido pero, al mismo tiempo...