Capítulo 10: Mata a los Estafadores

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Esa misma noche en el escondite de Night Raid.

-Al parecer no tienes ninguna herida grave hermana- dijo Kurome mientras terminaba de vendar las heridas de su hermana mayor.
-Se suponía que ustedes buscarían a los asesinos en la capital y los atraparían, ¿Por qué no lo hicieron?- preguntó la chica de ojos carmesí.
-En realidad...el que no atrapáramos a los asesinos, de hecho, tiene que ver con que fuéramos por ustedes- dijo Mine quien se encontraba sentada al lado de Tatsumi.
-¿A qué te refieres?- preguntó intrigado el usuario de Incursio.
-Estuvimos buscando por toda la capital a los asesinos, más o menos durante una hora, pero nunca los encontramos, una vez que nos reunimos de nuevo fue cuando, luego de hablar un poco, nos percatamos de que algo no estaba bien, después nos dimos cuenta de que todo fue una trampa y nos dirigimos a ayudarlos- explicó Wave.
-¿Qué clase de trampa?- preguntó Susanoo.
-Los supuestos asesinos son las mismas personas que los atacaron. Hasta donde sabemos, el hombre que vio Akame antes de volver también está en busca de las Teigu prohibidas y conoce de ellas; así que probablemente dedujo que la próxima Teigu que nosotros buscaríamos sería el sable de luz solar- respondió la pelirosa.
-De igual forma, después de nuestro encuentro con sus peones durante la batalla por la Teigu en forma de llave, pudo habernos investigado, y tal vez se dio cuenta de que sería difícil enfrentarnos a todos juntos, por lo que intentó distraernos con sus supuestos asaltos a la capital, de esta forma lograría retrasarnos o dividirnos para que el pudiera tomar la Teigu sin problemas, y de paso también...matarnos- terminó de explicar la chica de ojos negros.
-Ya veo, entonces la misión fracasó- intervino la jefa que iba entrando a la sala.
-Lo lamento Najenda-san- dijo la Teigu humanoide.
-Realmente no tienen nada porque disculparse, después de todo, como su líder debí haberme dado cuenta- respondió Najenda.
-No había forma de saberlo, incluso desconocemos quienes son nuestros enemigos y sus habilidades, a la única que conocemos es a la última demonio Rakshasa- dijo Tatsumi.
-¿Suzuka está viva?- cuestionó la líder de Night Raid.
-Di por sentado que murió en el colapso de ese túnel durante la revolución, sin embargo, parece ser que se las arregló para sobrevivir; por otra parte, jefa, hay algo que me preocupa respecto a nuestros enemigos, parece ser que poseen Shingus- dijo vacilante Akame.
-Ya veo, tienes razón, es inquietante, pero no por el poder de las armas, si no por cómo es que las obtuvieron; de cualquier forma, estoy segura que las recuerdan, si es así, podemos investigar sobre ellas, debe haber en algún lugar en el palacio algún registro de ellas- dijo la mujer con un parche en el ojo.
-Lo lamento, pero ¿Qué son exactamente las Shingu?- preguntó el ex-marino.
-Las Shingu son armas que fueron creadas por el emperador de hace 500 años, con el propósito de superar a las Teigu, sin embargo, aunque si son poderosas, no igualan el poder de las Teigu, es por esto que el emperador decidió sellarlas. Algunas de estas armas fueron dadas al grupo al cual pertenecía cuando servía al imperio, hasta donde sé, esas armas, siete en total, son las únicas que han sido extraídas del palacio- explicó la usuaria de Murasame.
-Bueno, al parecer ya son más de siete, la pregunta es, ¿Cómo diablos al obtuvieron?- dijo la mujer de cabello color plata.
-Eso lo averiguaremos después, por hoy, lo mejor será ir a dormir- intervino la chica de ojos rosas.
-Mine tiene razón, lo mejor será descansar, mañana seguiremos hablando de esto- respondió Najenda.

Dicho esto, todos los miembros de Night Raid se dirigieron a sus respectivas habitaciones a descansar, después de la batalla que habían librado esa noche.

Al día siguiente en la mañana, después de desayunar todo se dirigieron hacia la sala de reuniones para hablar sobre qué harían respecto a sus enemigos. Najenda, decidió que lo mejor sería que sus subordinados tomaran un descanso, al menos por un par de semanas de la búsqueda de las Teigu prohibidas, y mientras tanto les había asignado una nueva misión.

-De acuerdo, su nueva misión consistirá en acabar con un grupo de estafadores que operan al norte, fuera de la capital. Por lo que sabemos, hay cinco hombres que son los líderes del grupo, su base es una mansión que hasta antes de su llegada se encontraba abandonada, cuentan con más o menos treinta hombres que los protegen, tendrán que acabar con todos ellos para llegar a los cinco hombres. Toda la información, incluyendo por supuesto la petición ya fue confirmada; yo tengo que regresar al palacio, así que dejaré todo en sus manos. Dicho todo esto, ¿Tienen alguna duda?- expresó la líder de Night Raid. Todos los miembros del grupo negaron tener duda alguna.
-Bien, por último, antes de irme les dejaré el mapa con la ubicación y planos de la casa, además, Akame, te dejo a cargo de la misión- dijo Najenda.
-¡Entendido!- exclamó Akame después de haber escuchado la orden de su superiora.

Akame ga Kill! The Final BattleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora