Antes de conocerte, yo no sabía lo que es mirar a alguien y sonreír sin motivo.
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 ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄ ̄Poché:
Estaba quedándome muda con lo que ella llamaba casa con facilidad y yo llamaba mentalmente una maravillosa monstruosidad.
Me siento demasiado pequeña, casi invisible en el interior y se siente demasiado grande. La sala está decorada de una forma elegante y lujosa, hasta me daba miedo tocar algo, la verdad, ya sabía que no podría llegar a pagarlo.
— Llegan justo a tiempo.— una mujer mayor aparece por la puerta que da hacia alguna parte.
Es mayor y parece haber luchado mucho por la vida. Su pelo era medio canoso y parecía no preocuparse por lucir como una más en el mundo de los lujos. Apuesto que ella podría lucir perlas y trajes de chaquetas diseñados por grandes estilistas.
— Poché, ella es Bárbara, una mujer muy importante en mi vida.
— No digas eso niña o ahuyetarás a cualquier mujer que quiera formar parte de tu vida.— advierte la mujer en tono de una madre regañona consiguiendo una risa por parte tando de Calle como por mi parte. Finalmente se dirige a mí —. Bienvenida, Poché, tienes un nombre muy original.
— En realidad se llama Maria José, pero Poché suena más adorable.— se adelanta Calle mientras siento que mis mejillas escuecen.
— Pienso lo mismo.— dice la mujer mayor con una cálida sonrisa —. Eso no quiere decir que Maria José no sea lindo, solo que es demasiado formal.
Estoy muy de acuerdo con lo que dice. Siempre he pensado lo mismo, en realidad no recuerdo exactamente cuándo fue la última vez que me presenté como Maria José antes de Poché ante personas desconocidas.
— Sí, me lo dicen a menudo.— digo solo para pronunciar algunas palabras, en realidad incluso había gente que no se sabía mi verdadero nombre y yo no me esforzaba siquiera en aclararles ése detalle.
— Bueno, me imagino que no viene nadie más de la compañía.— dice la mujer mayor dedicando una sonrisa a Calle, quien hace una mueca mientras lucha por ocultar una carcajada y...podría jurar que había visto un sonrojo en ella que nunca antes había visto. ¿Qué me había perdido?
— Oye...se te quemará algo.— intenta desviar la conversación con ése pretexto.
La mujer sonríe dulcemente.
— Preparé unas papas rellenas.— me explica. Nunca he probado unas papas llenas —. Supongo que te gustan.
No sé qué decir al respecto. ¿Debería sincerarme y decir que nunca las he privado o debería fingir que me encantan? Sin embargo, Calle parece darse cuenta e interviene.
— Mostraré a Poché la casa en lo que terminas de hacer la mesa.
— Claro. No se pierdan por ahí y bajen antes de que se enfríe la comida.— nos advierte señalándonos con el dedo índice.
— Como ordenes.— dice la hermosa mujer de pelo corto hasta los hombros.
Bárbara desaparece por la misma puerta por donde había salido. Calle se dirige a mí y dice un muy escueto discurso del recorrido que haremos como si se tratara de una guía turística. Me río e iniciamos con el recorrido. Se necesitaría un gps para uno no perderse.
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SOBER
RomanceDaniela Calle siempre ha estado abierta al amor aun habiendo sido engañada por la mujer con quien había compartido dos largos años de su vida. Siempre había tenido el control de su vida y pensaba tenerlo hasta el final. Es una mujer que, pese a ser...