SOBER

Capítulo 5

Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil, instantánea y afectiva.

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Poché:

En realidad parecía tener la necesidad de contármelo todo y yo la necesidad de escucharla. Quería hacerlo, pero también me daba dolor verla tan triste. Es increíble todo lo que puede lastimarte un ser que es consciente de lo mucho que lo amas. Es verdad que nunca tuve que vivirlo en una relación amorosa, pero lo viví con mi padre. Simplemente abandonó a mi madre y a mí por una nueva familia y nos borró de su vida. Al inicio costaba aceptar que  eso estuviera pasando. Costaba aceptar que alguien sea capaz de hacer a un lado a su propia sangre, pero terminé haciéndolo. Terminé creciendo y aceptando la realidad.

— Hace un par de años tuve una relación muy importante para mí.— me mira y puedo percibir un atisbo de miedo, como si esperara algo distinto en mi mirada —. Tan importante que iba a casarme con ella.

— ¿Y le pasó algo malo a ésa mujer?

No puedo imaginar cuán dificil es perder a un ser querido en una situación como ésa.

Ella niega con lentitud.

— No le pasó nada malo, Poché.— dice con tristeza —. Simplemente descubrí que había desperdiciado muchos años de lo vida con ella. Descubrí que nunca me quiso.

— Pero...eso es imposible.

Ella sonríe y pese a eso la tristeza seguía formando gran parte de su expresión. Hasta podía decir que la decepción ocupaba gran lugar también.

— Ella estaba saliendo con alguien antes que al parecer me había presentado en ocasiones como su prima.

— ¿Y cómo lo supiste?

— Estaba feliz ése día y quería compartirlo con ella. Iba a pedirla que se casara conmigo, que formáramos finalmente una familia, así que llegué a casa mucho más temprano de lo habitual.

— Oh...

No puedo evitar sentirme asombrada y molesta. ¿Cómo podía alguien lastimar a una mujer como Daniela? Tal vez no la conocía lo suficiente, pero estoy segura de que tiene un corazón puro y noble; bastaba ver sus ojos para uno caerse rendida de tanta ternura e inspiración.

Mi madre siempre ha dicho que no basta el tiempo para terminar de conocer a las personas. Que ésas pueden sorprenderte con algo malo o bueno, lo importante es saber cómo ceñirte ante esas diversas situaciones.

— Aunque intenté obligarme a creer que solo era una pesadilla del que me despertaría, nunca lo fue...era mi realidad.

— Lo siento mucho.

— No hay de qué... simplemente pienso que, hay alguien que tal vez lo está pasando peor. Hay personas que aún no pueden contar su historia sin llorar, pero, aunque estoy algo molesta por lo estúpida que me he llegado a sentir...ahora sé que puedo contar mi pasado sin lágrima alguna.

El sonido de la puerta nos interrumpe, las dos miramos hacia el lugar. Es Bárbara sosteniendo un celular de marca IPhone. Se disculpa e informa a Calle que su madre le había estado llamando. Calle hace una mueca y agradece a Bárbara al tiempo que toma el teléfono.

— Dime, madre.— las palabras de Calle Salen frenéticas y repentinas. Me limito a mirarla mientras miles de preguntas invaden mi mente. ¿Cómo había llegado ella a tener tanto éxito? ¿sus padres le habían ayudado? —. ¿El desfile es este fin de semana?...— se dispone a juguetear con mis dedos. Ésa famosa electricidad de la que hablan en libros y en películas estaba traspasando por mi cuerpo desde el punto exacto en que nuestras pieles conseguían entrar en contacto, expandiéndose por mi brazo hasta todo mi cuerpo —. No, claro que no lo he olvidado...¿no te importa si llevo a alguien, verdad?