Capítulo 2

14 2 0
                                    

Doy unas cuantas vueltas a mi habitación, escondiendo dibujos en mi cajón o recordando que debo limpiar los pinceles usados. Cualquier cosa sería una buena distracción para ocultar el torbellino que da vueltas en mi mente. Me siento, y no pasan ni cinco segundos para estar parada de nuevo y dar vueltas una vez más por mi habitación. Algo en mi cabeza, algo, sigue circulando en mi mente mientras pienso qué podrá ser. Miro mi habitación de tal manera que, sin realizarlo, mi mirada queda congelada en mi escritorio. Está repleto de papeles, algunos ocupados por diseños hechos con pinturas o lápices, y otros siguen nuevos, esperando en el costado de mi escritorio para ser utilizados.

Por encima hay pegadas unas cuantas fotos de mi familia y algunas con Nick. La mayoría pertenecen a recuerdos olvidados, instantes en mi infancia ahora borrados. Lo único que puede trasladarme hasta ellos son mis fotos. En las mismas, puedo ver a mi hermano Lev, y a Nick. Tendrían por lo menos once años. Quiero recordar el momento en el cual tomé esa fotografía, pero mi mente juega trucos con mi memoria y soy incapaz de recordar incluso en dónde era. La imagen parece ser un tatuaje estampado en mi habitación. Puedo mirarla todas las noches, echarles un vistazo desde cualquier punto de mi habitación, aún así, la misma representa una etapa distante y colorida, algo ajeno a la realidad en la que me encuentro sucumbida. Espero un rato hasta que él se asoma por mi ventana. Con su puño golpea delicadamente mi ventana, y noto como en su cara se refleja una completa seriedad. Algo tan inusual pero conocido para nosotros. Es la imagen que posicionamos como una barrera para frenar el tiempo y darnos un espacio para reconocer nuestro dolor, para hablarlo y saber que nos tenemos el uno al otro.

El día apenas comienza, el cielo matutino esta por un lado amarillo, mezclado con un rosa intenso parecido al color del durazno, mientras que más allá al este, todavía el cielo se encuentra oscuro, impidiendo ver por completo la cara de Nick. Su cabello irradia como un faro, y parece que el verano ha causado que tomara unas tonalidades más claras. Además, puedo notar como en su piel brotan un par de pecas doradas, justo por encima de sus disimulados hoyuelos. Me levanto de mi silla y de apuntillas voy corriendo hacia mi ventana para levantar la perilla. Una cálida brisa se cuela en mi habitación y remueve mi cabello hasta que el mismo me tapa por completo la vista. Con sus largos dedos, Nick corre los cabellos y me agarra por los hombros. Sus manos sudorosas dejan un rastro de gotas cuando las desliza por mis brazos y me acerca de un tirón para abrazarme. El afecto termina siendo largo y acogedor, aferrándonos con nuestros brazos y hundiendo mi cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro. Nos quedamos un rato así, sin separar la distancia, ambos conscientes del dolor que compartimos. Su tono veraniego contrasta mi aspecto decadente, las ojeras bajo mis ojos y la voz rasposa ya se sienten como una insignia en mi cuerpo. Aunque hayan pasado dos años, mi cuerpo marca la profunda pérdida que debimos sufrir toda mi familia, marca la falta de sueño por las numerosas pesadillas, marca los sollozos y gritos que liberé, marca incluso los vagos intentos de terminar con este delirio. Y aun así tengo a Nick, lo tengo desde niños.

Su tacto es delicado, frota de un lado a otro su palma en mi espalda mientras q su otra mano me acerca más contra su pecho. Las lagrimas no tardan en caer, aunque no son mías. Las gotas caen desde su cara y aterrizan sobre mi cabeza. Su aroma es dulce y húmedo, el verano le sienta bien, su piel dorada más su cabello rubio que cae sobre su cara crean una imagen perfecta e ideal. Como si el tiempo se pausara, me tomo un momento para observarlo. Mi mente vuela hacia las esculturas griegas que vi durante el verano, sus facciones inmaculadas me recuerdan a Nick.

-Te he extrañado este verano, ¿qué tal Londres? – digo mientras me acomodo una vez más entre sus brazos.

- Lo siento, pero ¿puedes repetir eso de nuevo? ¿Tú? ¿extrañarme a mí? ¡Me siento honrado! – dice en un tono sarcástico. Pone su mano sobre su boca mientras que la misma forma una gran O, y abre bien los ojos irónicamente para representar sorpresa. - ¿Quién eres y qué haz hecho con mi mejor amiga? – pregunta. Despego mi puño hasta chocar contra su brazo, Nick aúlla un grito ahogado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 08, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The yellow's conspiracyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora