C L E A N | Double B - iKON.

(1) Él no es una persona decente.

Bien, iniciare con esto, sí, así debe iniciar.

El caos se crea a partir de la destrucción, eso tardé en comprenderlo.

13 de mayo, 5:00 A.M, ni un segundo más ni un segundo menos.

Alguien toco la puerta de su departamento, abrió y recibió una patada en el pecho, le duele demasiado como para levantarse de nuevo así que se queja en el piso y patea la mesita de la entrada por la frustración.

—Es una linda noche ¿cierto?. —murmuró mientras sonreía levemente. —Lamento ser tan grosero, mi nombre es Jiwon, algunos me llaman Bobby, pero no somos amigos así que aún debes llamarme Jiwon.

Hanbin piensa que tal vez está alucinando pero de alguna forma alguien ha entrado a su departamento, lo ha dejado tirado en el piso y ahora esta abriendo su refrigerador. Hanbin está en problemas, cree que está a punto de morir.

—Con una mierda, realmente vives en la porquería. —suspiró.— Dime, ¿cómo lograste fusionarte con la basura?.

El departamento estaba oscuro y sólo la luz del pasillo que se colaba por la puerta que "Jiwon" había dejado abierta, alumbraba un poco el lugar. Tenía miedo y no sabía que decirle, no sabía si tenía cara de ser un buen sujeto y tendría piedad de él o simplemente lo molería a palos.

—¿Por qué estás aquí?. —dijo finalmente, se había cansado de patear la mesita de la entrada mientras se recuperaba de la patada en su pecho, miró la puerta y suspiró, quería huir, huir y esconderse en su habitación mientras abrazaba a su oso de peluche y le pedía a Dios que dejara de ser tan cruel con él.

Cuando Hanbin era pequeño descubrió tres grandes cosas sobre él: la primera es que no le gustaba el pastel, en absoluto, la segunda es que a veces le dan ganas de meterse 96 navajazos en la traquea, la tercera y la más importante es que había dejado de tener fe en él mismo.

—Mi nombre es Jiwon. —sonrió en la oscuridad. 

—Maldita sea, ya sé que te llamas Jiwon, soy un estúpido pero no un imbécil. ¿Qué haces en mi maldita madriguera?. —chilló frustrado, él jamás era así de valiente, escucho ese dialogo en una película y le pareció genial imitarlo. Tembló, Hanbin esta asustado, tiene miedo y cree que va a orinar sus pantalones.

—Mi nombre es J-i-w-o-n. Te he estado vigilando por un mes, sé exactamente que has estado tan ocupado jugando en tu computadora que serías tan estúpido de abrir la puerta aún sabiendo que, tú, no tienes amigos como para recibir visitas. —suspiró con satisfacción al saber que todo salió bien. — Ahora, pequeño y adorable Hanbin, puedes dejar de patear la mesita que está en la entrada y venir a hincarte frente a mí, hueles a una maldita cabra, ni siquiera quiero que te sientes en el sillón.

Bobby tomó una botella de agua y  una manzana de su refrigerador, se sentó en su sillón, palmeo el lugar que estaba vació a su lado y suspiro, estaba lloviendo, odiaba la lluvia.

—Te voy a preguntar un par de cosas.

Pregúntame lo que quieras, maldito baboso, estoy listo, venga. Pensó, porque Hanbin no tenía el valor de decir nada de eso.

—Sí señor. —se hincó y bajo la mirada.

—Entonces, ¿confirmas que desde hace un año o más te recluiste en casa, no estudias, no trabajas y sólo sales para comprar comida instantánea?.

—Sí señor. 

Es obvio que sabes la respuesta imbécil, que necesidad tienes de preguntar si es obvio que te encanta la vida de los demás, pensó nuevamente, todo en su cabeza, él realmente no tenía el valor.