(2) Él no es una persona con mucha suerte.

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Hace poco comprendí algo, que si me daba por vencido, la batalla terminaba ahí. Deseo ser una persona que deje de rendirse tan fácilmente y se vuelva fuerte con el tiempo.





Mes uno.

Después de unas completamente extrañas horas junto a Bobby, Hanbin sale de su habitación, estira los brazos y se sumerge en una enorme depresión, de cualquier forma no pasó demasiado tiempo pensando en su miseria porque tomó asiento en el sillón y terminó dormido, otra vez.

Bobby dijo que volvería al rato, estaba asustado, sí, porque aún no entendía qué era lo que buscaba con su intromisión en su dulce hogar.

El primero, el segundo y el tercero no fueron suficientes pero en el cuarto grito que soltó cerca de Hanbin y su reacción ante estos le dieron total satisfacción a Bobby, la reacción de este fue de su agrado.

Hanbin gime y se toca el pecho justo donde está su corazón, cierra los ojos y comienza a patear el reposabrazos del sillón e intenta no cometer asesinato.

Con que muy valiente, imbécil.

—Buenos días hombrecillo malhumorado, como eres un poco lento te explicare la situación. —tomó asiento en el reposabrazos que antes pateaba Hanbin, entrelazo sus manos y lo miro fijamente. —Son exactamente las dos de la tarde, ni un minuto más ni un minuto menos, estoy completamente seguro de que ayer no pusiste atención a mi explicación del por qué estoy aq... —agarró una botella de plástico del piso y golpeó suavemente la frente de Hanbin con ella. —Necesito que me pongas atención, con una mierda, tú de verdad quieres que te meta una manguera por la nariz... Como decía, trabajo en una empresa de limpieza, alguien de tu familia o cerca de ti esta harto de tu asqueroso estilo de vida, fui contratado para hacer que dejes de ser una rata metida en una alcantarilla y comiences a salir de casa, encuentres un empleo, ya sabes, ser un miembro adecuado de la sociedad.

—Perdón, me distraje en la parte de la rata. —mencionó moviéndose de un lado a otro en el sillón y mirando sus pies.

Yo también puedo hacer que repitas las cosas dos veces, maldito pajarraco mugroso. Hanbin se limito a mirarlo, Bobby estaba cansado de él, completamente, pero de alguna forma salía adelante y continuaba.

—Hanbin, aprovecha esta oportunidad y trata de convertirte en un ser humano decente, por favor. —lo miró suplicante, suspiró y se levanto listo para dirigirse a la cocina.

El panorama frente a los ojos de Bobby era sencillo: En el baño estaba la extraña mezcla de crema y pasta dental, en el piso de madera había toda clase de basura; tanto hojas de revistas hasta latas de cerveza y si tenías mucha mala suerte, te encontrabas con restos de comida echada a perder. En la cocina había un montón de restos de comida embarrados en las paredes, platos con algo quemado y sustancias peligrosas en ollas, los anaqueles donde se suponía debían estar los platos y los vasos estaban vacíos, en cambio había un montón de grandes y pequeñas cucarachas corriendo por ahí. Jiwon incluso tuvo la suerte de alcanzar a ver como una cucaracha estaba dejando su huevecillo. Había un peculiar aroma en la cocina, una extraña mezcla de pescado y sangre de res, hacía que la espalda de Jiwon sudara, el sudor brotaba delicado, suave, en pequeñas gotas redondas, brillantes, grises y llenas de vida, como un río salvaje fluyendo en mitad de una tormenta, y por un momento piensa que está en la orilla del presuntuoso mar, el mar, las olas y el sonido del agua, en un vaivén ruidoso, por un momento siente como si cien moscas aletearan en su garganta ansiosas de salir.

Asqueroso.

Una completa oda a la basura.

Lo que se esperaba de una persona que no sale de su casa más que para comprar comida en la tienda de conveniencia más cercana.

C L E A N | Double B - iKON.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora