Casuality [VMin]

V.

Seúl, 13 de diciembre de 2015.

Necesitaba estudiar para un examen muy largo que tenía la próxima semana antes de salir de vacaciones de navidad. Lo que menos quería era ver a Taehyung, pero así era nuestra tradición. Cada año debíamos vernos al menos para felicitarnos por mantener nuestra amistad tan fuerte. Una total mierda.

-Dios, ¿acaso no piensa llegar? -dije al aire.

Lo llamé dos, cuatro y seis veces. Nada.

-Idiota. -bufé.

-Lo sé. -su voz me hizo saltar del susto, ¿cuándo había llegado?

-¿Por qué te apareces de la nada? ¿Acaso no sabes que me puedes causar un infarto al corazón? -respiré agitado. -Además llegas tarde, no respondiste a mis llamadas y... me enfureces. -no sabía por qué más reprocharle, por lo que me volví a enojar.

-Te enojas mucho, eso le hace mal a tu sistema nervioso. Vamos, tengo hambre. - comenzó a caminar y entonces bajo su gorro noté que se había teñido el cabello. Pelirrojo, con retoques de castaño claro. Que bien se veía.

-Veo que la universidad te ha cambiado bastante, ¿ya conseguiste pareja? -sabía su respuesta, siempre la misma.

-Hay alguien que me interesa. Hemos comenzado a salir, pero no es oficial aún... -me detuve en seco antes esa respuesta. Taehyung... ¿con pareja?

-Espera, ¿dijiste... que hay alguien con quien estás saliendo? -asintió orgulloso. Se me formó un nudo en la garganta y rápidamente saqué mi teléfono. Le hice una señal para que esperara mientras hablaba por teléfono con alguien, la verdad no había nadie tras la línea pero necesitaba una buena excusa para ponerme triste en ese momento. Después de 30 segundos bajé el teléfono de mi oreja y puse mirada triste, realmente me sentía así.

-¿Qué pasó? ¿Jimin? Háblame. -noté que se acercaba a mí, puso sus manos sobre mis hombros y me movió suavemente antes de comenzar a llorar como un bebé. -me abrazó. No le correspondí.

-Mi perro, murió... -fue una buena excusa, pues realmente mi perro había muerto hace un año y Taehyung no lo sabía. Siguió abrazandome, seguí sin corresponderle.

Después de un rato me soltó y volvió a agarrarme por los hombros, me mordí el labio al notar lo cerca que estábamos. Idiota, deja de alimentar esas falsas esperanzas.

Me miró a los ojos y luego se acercó cada vez más a mí, creí que me iba a besar pero sólo juntó nuestras frentes y cerró los ojos. Yo también los cerré, pero los abrí por medio segundo para observarlo mejor. Sus facciones habían cambiado desde que teníamos 6 años, ahora sus labios estaban más marcados y su cara se veía bastante bien. Sus manos se habían vuelto fuertes y grandes, su cuerpo había aumentado en todo aspecto, media un poco más que yo a pesar de ser menor por meses.

Su voz se había vuelto más grave, pero su sonrisa seguía siendo la misma. Esa sonrisa cuadrada que encantaba a cualquiera. Cerré los ojos.

Antes de que Taehyung me soltara sentí muy cerca de mis labios un ligero calor, pero nada más. Cuando abrí los ojos nuevamente, noté que él estaba mirando fijamente mi... ¿nariz? Sus ojos estaban clavados en lo que parecían ser mis fosas nasales. Me sentí cohibido así que me alejé un poco.

-Gracias por consolarme. -le sonreí débilmente.

-Gracias por dejarme hacerlo. Te amo. -volvió a unir su frente con la mía, esta vez un poco más cerca. Sentí un hormigueo pero lo disimulé.

-También te amo. -con cuidado de no chocar nuestras caras, lo abracé por la cintura. La diferencia de alturas era considerable, al menos para mí.

No sé que habrá pensado Taehyung en ese momento, sólo sentí como sus brazos me envolvían y nos olvidabamos una vez más de donde estábamos, o de los demás y solo éramos nosotros. Dos personas que se querían.

No estaba seguro si seguíamos siendo amigos, al menos para mí. Sentía algo extraño junto a él, incluso con Jungwoo -cuya relación nos duró casi un año- no experimentaba algo así. Me encantaba oler su perfume. Idiotas sentimientos. Necesitaba asegurarme que aún seguíamos siendo amigos.

-Feliz aniversario... de amistad. -fue lo único que alcancé a decir antes que volviera a refugiarme entre sus brazos.

-Feliz aniversario. -Taehyung encontró la posición perfecta para dejar un beso sobre mi frente y volvió a abrazarme.

Que buenos amigos éramos.

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