Día siguiente

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Sirius, al llegar a su casa, tuvo que aguantar los regaños de su madre, diciendo te que era un irresponsable, raro y bla bla bla.

Después de soportar a su madre, se fue a dormir sin comer; mientras antes escapase de su familia, mejor.

Se sentía feliz por tener una nueva amiga. Era cierto que el si tenía amigos antes que ella, pero ella era diferente. La mayoría de sus amigos solo estaban con él cuando necesitaban algo que él podía proporcionarles, dicho de otro modo, eran unos interesados.

Él seguía siendo amigo de ellos por compromiso, no porque en verdad los quisiera. Pero Amy le parecía diferente. Si, la acababa de conocer, pero le parecía buena persona. Tampoco era que estuviera enamorado de ella ni la consideraba su mejor amiga; porque no era así. Solo creía que era muy buena y amable comparada con otras chicas que conocía. Además de ser sumamente interesante, ¿desde cuando una niña de 10 años no hablaba con nadie por 2 años? Sirius consideraba que a esa edad todos eran amigos de todos y se llevaban muy bien. Pero cuando la conoció, se convenció totalmente de lo contrario.

Él sonrió, pensando que por lo menos ahora ella tenía un amigo.

Despertó en un día muy soleado, y a su parecer, muy caluroso. Achinó los ojos para poder ver mejor, ya que se estaba encandilando por la luz solar. Se desperezó y fue a desayunar.

Le dijo a su madre que iría por ahí a ver a unos amigos y salió caminando hacia la playa.

Ya estaba en el muelle esperando que Amy llegara. Cuando ve una sombra y se sobresalta. Después de unos segundos, se da cuenta de que es Amy.

—¡Que susto! Casi me da algo— exclamó Sirius.

—Ni que fuera para tanto— contestó restando importancia.

—¿Cómo estás?— retomó la conversación Sirius, ya que ella se había quedado paralizada mirándolo.

—Bien— dijo fríamente, volviendo al incómodo silencio de antes.

—Siéntante si quieres, no muerdo— se rió, provocando que ella sonría. Amy se sentó. Se sentía incómoda porque se había dado cuenta de que había sido sumamente cortante con él. Aunque se justifica diciéndose que al no haber hablado con nadie en dos años (cosa que él sabe), tendría que darse cuenta. Pero decide disculparse, ya que él no tenía la culpa de lo ocurrido.

—Lamento ser tan fría. ¿Tu cómo estás?

—No te disculpes, se que no estás acostumbrada. Bien, con un poco de hambre, traje un poco de comida, ¿Quieres?— ella le sonrió, se dio cuenta de que él si la entendía. Y eso la ponía más feliz que cualquier otra cosa.

     Sirius claramente la entendía, no había tenido amigos por dos años, no iba a abrigarse tan fácilmente con él.

—Gracias— respondió, agarrando un pedazo de chocolate— Creo que deberíamos conocernos, solo se tu nombre, tu apellido y que odias a tu familia— rió por lo bajo.

—Bueno, tienes razón. Cómo sabes, me llamo Sirius Black, tengo 10 años, mi cumpleaños es el 3 de noviembre, me gusta el Quidditch, tengo un hermano menor llamado Regulus, odio a mi familia por sus creencias y... creo que ya está— hizo una sonrisa arrogante pero honesta a la vez.

—Wow, tengo mucha información para procesar— dijo, comenzando a reírse— Soy Amelia Lestrange, aunque todos me llaman Amy; tengo 10 años; cumplo el 23 de febrero; me gusta leer, estoy leyendo libros de Hogwarts, ahora mismo voy por el de tercer año; tengo dos hermanas y un hermano mayor y al igual que tú, odio a mi familia.— Estuvieron todo el día hablado, conociéndose. Amy no tardó en darse cuenta que Sirius era muy parecido a la antigua ella.

    Con él se sentía ella misma, no tenía que fingir; aún así, fingía ser alguien que no era, porque si llegaba a ser quien era en verdad ella, a su parecer, nadie duraría mucho tiempo en su compañía.

     Con el paso del tiempo, su amistad se fue fortaleciendo, llegando a ser mejores amigos. Contándose todo (exceptuando lo ocurrido cuando Amy tenía 8 años).

    Cuando no estaban en verano, y sus casas estaban lejos, se veían en unas alcantarillas; para llegar a ellas, Amy debía pasar por otras tres, estaba ubicada a una cuadra de la casa de Sirius.

     Ya habían recibido su carta de Hogwarts y estaban muy ansiosos por ir.

     Un día, se iban a reunir las familias "sangre pura" (que creían que el-que-no-debe-ser-nombrado estaba en lo correcto), lo que involucraba a los Black y los Lestrange. Tenían que ir los niños, aunque estos estarían en otra sala. La reunión se llevaría a cabo en Grimuld Place, donde se ubicaba la casa de los Black.

Amy Lestrange y los merodeadores (Sirius Black) "A pesar de todo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora