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Jimin.

Ohh mierda.

Él era tan sexy, pero maldito olor el que tenía, un olor que no era de él, era hostigante y mareaba a cualquiera, bueno, al parecer a Jungkook si le gustaba el perfume o lo que sea de su novio. Me aterraba pensar en Jungkook haciendo ese tipo de cosas con otra persona.

Con Jisoo no había ido más lejos que besos subidos de nivel, aún no me sentía preparado para tener sexo con ella, simplemente no me sentía seguro.

Basta, no me importaba Jungkook y su estúpido novio.

—Jungkook ¿Qué haces?

—Tranquilo bebé, solo déjame...

—¡No! Jungkook estás borracho aparte tienes chupones por todo tu cuello ¿No tienes vergüenza? ¿No que yo te gustaba?— me separé— Claro, debió ser una mentira solo me...mañana hablamos cuando estés en tus cinco sentidos.

Subí de nuevo a la habitación dispuesto a dormir y así fue, en pocos minutos me quedé totalmente dormido.


•••

Tomaba el desayuno cuando sentí que el castaño bajaba las escaleras muy despacio. Debe tener resaca... pensé.

Lo ignoré y seguí desayunando, él al parecer lo notó y se sentó al frente mío.

—Jimin, solo quiero pedirte perdón por lo de ayer, estaba ebrio y no debí hacer eso...

—Está bien, supongo— bufé de mala gana.

El se paró de la silla y antes de entrar a la cocina lo llamé.

—Jungkook y para la próxima deja de estar diciendo tonterías de que te gusto, al menos dignate a serle fiel a tu novio ¿No crees?

—Espera, Jimin ¿Qué? ¿Novio?— bufó.

—¿Lo negarás? Woo, increíble— dije sarcástico.

El de nuevo se sentó pero está vez a mí lado y me miró fijamente.

—No tengo novio ¿Por qué crees eso?

—¡¿Por qué?! Jungkook, ayer llegaste borracho, con chupones en tu cuello y los labios hinchados, no me niegues que estuviste con el moreno, tu novio.

El castaño pegó una fuerte carcajada que después de un rato puso la mano en su abdomen y se detuvo.

—¡Jimin! ¿Namjoon? ¡Es mi mejor amigo! Déjate de bobadas.

Ay, si claro y yo soy alto.

—¿Te atreves a mentir, de nuevo?

—Jimin ¿Aún no me crees?

—...

— Está bien, no sé que tontería voy a hacer pero si así es de la única manera que me creerás en TODO lo que te he dicho...—se acercó a mí con sólo unos milímetros de distancia.

—¿Qué ha...?

Jungkook me miró fijamente y tomó mi rostro con sus dos manos.

—Créeme, minnie...— dijo finalmente y en segundos posó sus finos y rosados labios en los míos dándole a todo mi cuerpo una corriente de energía.

Oh Dios mío ¿Estaba en el cielo?

Sí eso debía ser, sus labios..son tan deliciosos, suaves...tan perfectos.

Cuando estábamos a punto de entrelazar nuestras lenguas el timbre resonó en todo la casa y nos separamos tan rápido que casi caemos al suelo.

—Yo abro— informó él.

Eres tú // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora