— ¿Papi?
Erik abrió sus ojos con algo de dificultad, demasiado cansado tras un día entero de mudanza. La decisión de cambiar de hogar se debía al nuevo trabajo de Erik, una monstruosa compañía que producía turbinas de avión. El apartamento estaba lo suficientemente cerca del lugar y no afectaba en cuanto al colegio al que asistía su hija. Mudar sus cosas había costado más esfuerzo de lo que habría imaginado al principio; demasiadas cosas que conservar, demasiadas que debían ir a la basura. Acomodarlas era absolutamente peor, sobretodo en una tarde de domingo, a sabiendas de que al día siguiente tendría que empezar el trabajo. Había organizado todo para poder tomar al menos unas siete horas de sueño y funcionar en su primer día.
Pero allí frente a él, según lo que su vista borrosa mostraba, estaba Lorna, interrumpiendo sus preciadas horas de sueño.Su pequeña hija de siete años estaba a su lado, en el borde de la cama. Estaba cerrando y abriendo sus puños, algo que Erik sabía hacía cuando estaba asustada. En una de sus manos sostenía una moneda y la hacía levitar, un ejercicio que a Erik le gustaba que hiciera. Antes de siquiera preguntar ya estaba abriendo sus brazos, alzando la sábana para que Lorna se deslizara debajo de esta, acurrucándose de inmediato contra su pecho.
— ¿Qué sucedió, cariño? — Preguntó, con la voz ronca. Sus ojos se habían vuelto a cerrar y luchaba contra el sueño para poder escuchar la respuesta de la niña.
— Quiero dormir contigo — Fue su respuesta y Erik suspiró. Lorna no solo había heredado los ojos grises llenos de acero de Erik y su don para el electromagnetismo, al parecer también la terquedad y la dificultad para expresar sus emociones a los demás.
Erik asintió. Quizás en otro momento habría insistido pero los brazos Morfeo estaban envolviéndose a su alrededor...
— Papá, ¿podrías contarme un cuento? — Lorna susurró, despertando una vez más a Erik.
Con un ligero suspiro, Erik abrió sus ojos, a sabiendas de que si los cerraba quedaría completamente rendido.
— Por supuesto, liebling.
Si bien Erik planeaba pararse temprano, no esperaba hacerlo a las tres de la mañana; la alarma de incendios del edificio sonaba estridente y con un gemido completamente lleno de frustración, se levantó de la cama, buscando con rapidez un pantalón y una camisa. Tras vestirse a una velocidad vertiginosa, tomó a Lorna en brazos, que solo se revolvió en sueños mientras su padre trotaba fuera del apartamento.
Agradecía fervientemente el momento en que había decidido tomar el piso cuatro, porque cuando salió del edificio, tras bajar todo el tramo de escaleras y cruzar el vestíbulo, estaba completamente sudado y agotado.En la calle frente el edificio se encontraban otros vecinos, ninguno que él conociera. Todos se veían aturdidos, fuera de lugar, algunos en pijama y otros, desgraciadamente con pocas ropas. Erik los observó con los ojos estrechos, buscando al responsable de activar la alarma e interrumpir sus preciadas horas de sueño. En solo dos horas, debía arreglarse para llevar a Lorna al colegio y luego irse a trabajar. El pensamiento le hizo gemir de frustración nuevamente.
— ¿Una noche difícil? — Preguntó una suave voz a su lado.
Al voltear, Erik tuvo ganas de frotar sus ojos con sus manos porque no era posible que existiera alguien tan descaradamente atractivo. Ojos azules que brillaban incluso en la oscuridad, cabello oscuro y aparentemente suave, una piel lechosa que tentaba, labios rojos. Parecía un ángel, y Erik tuvo que parpadear varias veces antes de poder recordar que tenía que respoder.
— Podría cometer asesinato — Dice y se alegra de que no suene a un balbuceo.
El atractivo desconocido ríe y Erik comienza a desconfiar. Es antinatural que el hombre se vea tan fresco y despierto.
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Una Noche Intranquila [CHERIK]
FanfictionMudarse de un lado de la ciudad al otro, en un día es difícil incluso para un mutante, sobretodo cuando se tiene una niña pequeña. Así que cuando sus horas de sueño son interrumpidas repetidas veces, Erik está tentado a cometer homicidio. #CherikWe...