Permítame presentarme (Si Te Quiero, Te Consigo) [✓]

Problema

Despierto y no pienso revisar mi celular hasta más tarde, quiero que Penélope se pregunte, el porqué no le contesto (estoy seguro que me ha enviado algunos mensajes). Desayuno con toda la tranquilidad del mundo, me visto con un traje gris y me dispongo ahora sí a contestarle a Penélope, al tomar mi celular...nada, ni una llamada o mensaje ¡esto es inaceptable! ¿Que no ha sido nada para ella esta cena? Aunque quizás lo que quiere es decírmelo a la cara, esperaré a que llegue.

***

La junta a la que me han llamado es desastrosa, tenemos muchas perdidas en varias empresas, al parecer han hecho algunas inversiones malas los directores de las mismas. Penélope aún no me envía ningún mensaje y tampoco he podido hablar con ella porque no estoy en el apartamento.

Reviso cada minuto el celular en busca de alguna noticia de Penélope, lo que sea, un mensaje, una actualización de su estado...pero nada, no sé nada de ella

***

Llego al apartamento y veo a Penélope muy callada, es más ni me ha saludado ahora que he llegado

-Buenas tardes Penélope-

Le hablo con frialdad para que se comience a cuestionar que ha hecho mal y lo corrija

-Buenas tardes sr.millán-

Dirijo mi vista hacia ella nuevamente y ella sigue sin mirarme

Toda la tarde ha estado evitandome, y esto comienza a exasperarme, debo de hablarle yo

-Penélope, debemos hablar-
-Si, estoy de acuerdo con usted-

El tono con el que me habla es bastante seco

-Bueno, entonces dejo que tú comiences-
-Respecto al beso de anoche...-

¡Si, yo también quiero besarte nuevamente! me encantaría hacerlo aquí, en tu biblioteca ; seguro que jamás has besado a nadie en una

-No se repetirá más-

¡Maldita seas! ¿Cómo te atreves a rechazarme, después de todo lo que te he dado? ¡Mal agradecida! Me acerco y ella retrocede, su cuerpo toca la pared de madera y baja la mirada mientras yo frente a ella la observo

-No, por supuesto que no se repetirá más; dejé de ofrecerseme como lo ha venido haciendo, yo solo seguía su juego Penélope-

Por fin me mira y su cara se vuelve de enojo

-Terminaré sus documentos y no volverá a verme-

Eso quisieras, como si fuera tan fácil librarse de mi, muestro una sonrisa y me dirijo hacia ella

-Tienes un contrato conmigo Penélope, y aún no lo terminas-

Se mueve de lugar y aparenta más seguridad, pero yo veo como sus ojos se han vuelto rojizos, está a punto de estallar en llanto y espero ansioso a que lo haga.

-¿Porque quiere tenerme aquí, si no le agrado?-
-Sigue trabajando-

Salgo del apartamento subo a mí coche y comienzo a sentir algo en mi garganta, unas ganas de gritar, de maldecir y desquitarme con aquel que se me atraviese; mi llanto comienza a salir, he sido un maldito y creí que ella estaba enamorada de mi, pero no es así.

***

Vuelvo antes de la hora en que Penélope se va, pero ahora no le ofrezco llevarla y aunque sé que es tarde dejo que se vaya sola y consiga por su cuenta un taxi...pero solo porque ya he puesto a uno de mis empleados a cuidarla a lo lejos, incluso ya he contratado al taxista que pasará cada noche por ella; claro que esto ella no lo sabrá.

El balcón de mi apartamento es mi amigo y enemigo a la vez, puedo ver a Penélope esperar el taxi, algo asustada, voltea hacia todos lados también trata de protegerse del frío cubriéndose ella sola, pero también a través de él puedo ver a mi Penélope alejarse de mi; no mira hacia atrás...mis miedos están siendo perfectamente representados en esa mujer, no quiero que se vaya, pero tampoco puedo demostrarle que la necesito; la mantendré a mi lado el tiempo que yo lo quiera...no hay manera de que ella pueda simplemente irse...no la hay.